Ernesto Guevara, también conocido como el Che (65 page)

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Authors: Paco Ignacio Taibo II

Tags: #Biografía, Ensayo

BOOK: Ernesto Guevara, también conocido como el Che
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El 30 de abril El Che intervenía en televisión en uno de los habituales ciclos de la Universidad Popular, en
momentos que quizá no sean los más adecuados, emocionalmente hablando, para estas tareas.
Y entra en el tema, con su habitual franqueza, involucrado a los oyentes en los problemas de la economía nacional:
estamos aprendiendo en el curso de la acción y naturalmente los aprendizajes se hacen con errores.
Hablaba de cómo se había hecho una planeación basada en ilusiones: que no falte una escuela, que haya una flota mercante en cinco años, que no se tengan que comprar aviones en cinco años, y pronto se constató que era imposible. Sin embargo anticipaba (cayendo él también en el vicio de planificar con ilusiones) la construcción de automóviles en Cuba para el 65. En la intervención hablaba de cómo los planes de los primeros momentos del Ministerio de Industria fueron de laboratorio, no se había hablado con los obreros en las fábricas, no se registraron miles de posibles problemas. Se había partido de que no habría carencias de materias primas y refacciones.
Hoy lo vemos claramente, no participó la masa en esa concepción del plan. Y plan donde la masa no participa está amenazado seriamente de fracaso.
Sin embargo, un plan que fracasó en un 75% produjo resultados asombrosos en algunos sectores como un crecimiento en la siderúrgica de un 75%.

Con su habitual desenfado el comandante Guevara proporcionaría durante el discurso la lista de técnicos de países socialistas que estaban en esos momentos en Cuba dependiendo del Ministerio, unos 140. Y bromeaba sobre los chinos que les dejaron la maquinaria de la exposición industrial reciente y diez técnicos para montarla.
Estamos tratando de que se casen aquí para que se queden.

Lateralmente El Che polemizará con "Voz Obrera" órgano del grupo trotskista cubano Voz Proletaria que
hacía la crítica de los consejos técnicos asesores (...) decía que habían sido creados por esta pequeña burguesía timorata que hay en el gobierno como un intento de darle algo a las masas que están reclamando la dirección de los fábricas, sin entregar nada en realidad.

Y eso desde el punto de vista teórico es un absurdo, pero desde el punto de vista práctico es una infamia o una equivocación garrafal. Precisamente el pecado que tienen los Consejos Técnicos Asesores es que no fueron creados por la presión de las masas, fue una creación burocrática de arriba hacia abajo para darles a las masas un vehículo que no habían pedido: y es donde está el pecado de las masas.

No será la única mención del grupo trotskista en el debate, minutos más adelante bromea: Y
el plan educacional que comprende desde las mas bajas esferas
(y corrige)
no vamos a dividir esto en esferas, eso son también resabios p
eq
ueño burgueses c
omo
dicen
los
compañeros trotskistas...
No será tan generosa y abierta la dirección de la revolución con el pequeño grupo troskista, si para El Che se trata de una polémica, para otras fuerzas de la dirección revolucionaria se trata de represión. Meses más tarde la policía destruye las planchas del clásico de Trot-ski "La revolución permanente" cuando se estaba imprimiendo. El Che lo coméntala negativamente en una entrevista con Zetlin:
Ha sido un
error
cometido por un fun
cionario
de segundo rango. Han roto las placas. No debería haber sucedido.
Pero sucede.

Al Che le preocupaba en esos momentos que bajo la presión agresiva después Girón, el debate entre las fuerzas dentro de la revolución se convirtiera en persecución. En esos días había emitido una circular del Ministerio de Industria en la que prohibía explícitamente que se produjeran en los centros de trabajo interrogatorios que entrañasen una investigación respecto a la ideología de los trabajadores.

Y la palabra socialismo comenzaba a sonar tras la definición inicial de Fidel. El Che hablaría de ella en el discurso televisivo al definir el objetivo de la revolución como el intento de crear
una sociedad socialista que sea absolutamente democrática.
Fidel un día más tarde en el discurso del 1 de mayo hablaría va de "nuestra revolución socialista."

El 8 de mayo El Che compartiría la jornada entre un discurso de homenaje a la figura de Guiteras, el histórico revolucionario cubano de la década de los treinta con el que más claramente se identificaba, y una jornada de trabajo voluntario estibando materias primas en los muelles de la Machina. Una foto registra al Che y a un grupo de compañeros, entre los que destaca Vilo Acuña, tirando de una cuerda con cara de absoluta felicidad. Parecen estarse divirtiendo en grande.

Y aunque la economía sufría graves problemas, como lúcidamente decía el polaco K.S. Karol. "sin embargo todo parecía funcional", pero muy pocas personas eran capaces de explicar cómo." Sin duda influía la inercia revolucionaria, los recursos acumulados durante los últimos años del batistiato que se habían puesto en el mercado, el ímpetu del cambio, la virulencia de la voluntad, el espíritu de sacrificio...

Una mezcla de todo esto estaba funcionando, aunque se estaba generando un desgaste económico subterráneo. Dumont cuenta que el consumo de ganado había aumentado de 750 mil cabezas al año a 1 millón en el 60-61 y la demanda campesina crecía más rápido que la producción, creando una presión inflacionaria. La demanda de leche crecía en la misma proporción, los pollos se habían importado a razón de millón y medio mensuales de Estados Unidos y por más que crecía la producción nacional no se cubría la demanda generada por el bloqueo; la producción de plátano creció, pero el consumo en las zonas productoras hizo que no llegara a La Habana.

El Che sería consciente de esta presión sobre la insuficiente producción de los millares de parias que se habían incorporado en Cuba por primera vez al consumo;
Habíamos liberado para el consumo público la masa ganadera; se mató indiscriminadamente, se hizo un hábito el comer carne, un magnífico hábito (que tengo que reconocer quizá más que nadie) pero que en ese momento era un hábito que no podía darse en las cantidades que el pueblo de Cuba merece.

No era el único problema derivado de la conducción de la agricultura. Dumont criticaba acremente la irracionalidad de Núñez Jiménez en la dirección del INRA y sus graves desaciertos. Por otro lado la justa preocupación que la revolución cubana tenía por el pleno empleo estaba inflando de personal las empresas (El Che confesaría que había tenido en el Banco 100 empleados innecesarios).

Y si la solución era una industrialización vertiginosa, el camino impulsado por El Che tropezaba con multitud de obstáculos: Las maquinarias obtenidas en Europa socialista se quedaban almacenadas en clima insano y salitroso por falta de construcciones adecuadas para instalarlas, y el mismo ritmo de construcción de las fábricas era más lento que el arribo de las maquinarias.

Karol señalaba que los expertos rusos no frenaban el despilfarro o la ansiedad cubana, que pedía fábricas para sustituir importaciones para las que no contaban con materias primas; los asesores eran dependientes, tenían poca capacidad decisoria y en la mayoría de los casos estaban acostumbrados a la vertical estructura soviética. Los cubanos se quejaban de la calidad de la maquinaria que llegaba vendida a precios de mercado mundial, los rusos se quejaban de la falta de agradecimiento de los receptores que compraban con créditos blandos.

A esto se añadían las dificultades para encontrar cuadros técnicos que pusieran en funcionamiento las plantas. Boorman recuerda que Guevara le dio la dirección de una planta a un barbudo de 23 años que parecía tener coraje; la Procter and Gamble fue dirigida por un médico que sabía algo de química, la mina de cobre de Matahambre por un geólogo estadunidense que aunque sabía de minería no tenía idea de cómo se ventilaba una mina.

Un análisis de la CIA
realizado en el 63, señalaba que el proyecto de industrialización había probado ser "exagerado y prematuro... Muchos de los recursos de inversión cubanos han sido atrapados en interminados provectos industriales y en provectos industriales que producen bienes de poco valor en el mercado nacional e internacional... El proyecto de industrialización de 400 millones, que incluía plantas eléctricas, fundiciones, metalmecánicas, maquinaria para la construcción, procesadoras de alimentos y textileras... sufrió un enorme retraso." Falta de recursos humanos y equipo, falta de experiencia en construcción pesada y una pobre disciplina en la planeación fueron las causas. Se explican porque la industria de la construcción pre revolucionaria era de origen estadunidense y había funcionado con sus propios técnicos y maquinaria. A esto había que añadir la fuga de ingenieros y el que los diseños industriales de los países comunistas no estaban hechos para el trópico y eran deficientes y de corta vida.

Un año y medio más tarde
. El Che le confesaría al periodista uruguayo Eduardo Galeano: Fu
e un disparate apurarse lauto con la industrialización. Quisimos sustituir todas las importaciones de golpe, por la vía de la fabricación de productos terminados (...) no vimos las complicaciones enormes que trae la importación de los productos intermedios.

En ese mayo del 61 El Che se entrevista con el periodista polaco K.S. Karol, cuya visión extremadamente crítica del modelo soviético se expresaría en la reunión. Conversan en francés. "Che utilizaba fácilmente ese idioma, inquietándose sólo de vez en cuando con una cierta coquetería, por si el vocabulario no estaba excesivamente hispanizado." El primer tema es el socialismo:
Aquí la gente se educa actuando y
aún se encuentran en los inicios... Yo mismo he hablado a veces con algunos camaradas que me dijeron que esa historia del socialismo no les gustaba mucho; entonces les preguntaba: ¿No están de acuerdo con la reforma agraria?, ¿o con la reforma
urbana?. ¿O con la expropiación a los yanquis?
¿O con la nacionalización, la justicia social y el derecho de cada uno a disfrutar de los frutos de su trabajo? Y me juraban que no que
t
odo eso les gustaba tanto que estaban dispuestos a sacrificar su vida para defenderlo. Entonces les decía, si están a favor de eso, están precisamente a favor del socialismo, y
se iban tranquilizados
.

Karol le pregunta que si no resulta peligroso en medio de ese vacío ideológico soltar la basura doctrinaria soviética, la vaciedad dogmática de los manuales. El Che parece no conocerlos, le pide que le aconseje otros. Karol siente que no se puede explicar, dos experiencias absolutamente diferentes, un hombre de izquierda formado en las contradicciones entre el discurso y la práctica autoritaria y represiva del stalinismo y un radical latinoamericano formado en la experiencia revolucionaria directa con un barniz ideológico marxista y una visión de la historia real del socialismo muy limitada. El Che parecía decirle a Karol que la formulación marxista manualesca
se trataba de un fenómeno marginal del que no dependía en absoluto la educación política de Cuba.
Trataba de explicar que el stalinismo no prosperaría en Cuba, que la reforma agraria colectivista estaba de acuerdo con la voluntad campesina y no contra ella, que la industrialización no se haría con sacrificios, que el cerco capitalista que se le había impuesto a la URSS ya no era posible. Decía que era esencial aprovechar la experiencia en la construcción del socialismo de Europa oriental, sobre todo en la calificación de los jóvenes técnicos.

Karol resumiría: "Mentiría si dijera ahora que en mayo del 61 me convencieron los argumentos del Che. Su fuerte personalidad y su encanto intelectual se imponían inmediatamente pero yo tenía la impresión de que cerraba los ojos frente a una cierta realidad del mundo socialista porque le convenía hacerlo. Un hombre de su inteligencia y dotado de su sensibilidad, no podía dejar de verse atormentado por un buen número de insuficiencias y desequilibrios que debió captar en las sociedades socialistas que acababa de descubrir. Al contrario que los verdaderos creyentes, no repetía furiosamente los slogans simplistas de la propaganda soviética."

En esos días ha de contestar otra entrevista, la que el socialista estadunidense Leo Huberman le había enviado durante la invasión y en cuyas respuestas definía los problemas del momento como: escaseces de materias primas, guerrillerismo organizativo, y la incertidum-bre de cuándo y cómo será la próxima agresión.

Y el cerco aumentaba y la presencia soviética, que por un lado les daba a los cubanos el respiro necesario y por otro les ofrecía un modelo económico, crecía. El 2 de junio la URSS concedía otros 100 millones de dólares de créditos, cifra insignificante, pero significativa.

Y El Che combinaba las dificultades de la gestión de la industria en la que trataba de rehuir el esquema soviético, con el ejemplo en el trabajo voluntario, ahora construyendo una escuela en El Vedado, y el estudio. El Che había organizado un seminario sobre la obra de Marx. "El capital", en el que participaban Oltuski. Alvarez Ron. García Valls, Mario Zorrilla. Borrego y Juan Manuel Castiñeira, y que coordinaba el hispanosoviético Anastasio Mancilla. Todos los miércoles por la noche de ocho a 12 o una de la madrugada, Mancilla se ponía a explicar y a la media hora El Che ponía en duda todo y se armaba un lío de preguntas, dudas y discusiones.

No le faltaba razón a Karol cuando señalaba que el vacío político de la revolución, que se había llenado en apariencia con la declaración de socialismo, tendía a ser ocupado por la burocracia y el manual de marxismo y en este proceso los cuadros más dogmáticos del PSP tenían ventaja. En junio se producen las sesiones en la Biblioteca Nacional de un debate sobre arte y literatura que expresan las tensiones entre el equipo del suplemento "Lunes" de "Revolución" y los cuadros del PSP que dirigen el aparato cultural, en particular Edith García Buchaca. A lo largo de tres reuniones la línea dogmática prosoviética sale derrotada, pero "Lunes" se suspende. El Che se había expresado respecto al tema en 60 cuando celebró el estilo ecléctico de "Lunes", pero se margina de este segundo debate..

No sólo estaban los proyectos revolucionarios más eclécticos bajo la mira de las ortodoxias viejas y los nuevos conversos. Parece ser, según Karol, que el estilo hipercrítico del Che molestaba un tanto a algunos cuadros de la vieja burocracia PSP, como Escalante o Roca, por incontrolable. La misma fuente recoge que se hacía campaña contra El Che entre bastidores por "izquierdista." Paradójicamente habían sido El Che y Raúl los que le habían abierto la puerta a los marxistas de manual en el espacio revolucionario. Un año más tarde El Che reconocería
que se había confiado ciegamente en la autoridad organizativa del PSP haciendo dejación de los propios criterios y que... empezaba una etapa negra
.

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