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Authors: Paco Ignacio Taibo II

Tags: #Biografía, Ensayo

Ernesto Guevara, también conocido como el Che (56 page)

BOOK: Ernesto Guevara, también conocido como el Che
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Se supone que tiene que retirarse de todas las actividades, pero en Tarará recibirá las visitas de su hija un par de veces por semana, quien contempla a su padre desde lejos, en la puerta, y allí se reunirá casi clandestinamente durante los últimos días de febrero y marzo una comisión que está trabajando en la redacción de un proyecto de reforma agraria. Una comisión cuya composición nunca se ha hecho pública con claridad, y que según diferentes fuentes varía: El Che, Vilma Espín, Núñez Jiménez, el analista económico de "Revolución", Óscar Pino Santos, el doctor Segundo Cevallos y Dorticós.

Reforma agraria que para El Che sigue siendo el problema central de la revolución, como lo dejará muy claro en un artículo publicado en "Revolución", el 19 de febrero titulado: "¿Qué es un guerrillero?" donde hace la loa de la disciplina informal, de la importancia del conocimiento del terreno, de la agilidad, pero todo ello para llegar a una idea clave: ¿Por qué lucha? y se responde:
El guerrillero es fundamentalmente y antes que nada, un revolucionario agrario,
es por eso que el Ejército Rebelde trae la bandera de la reforma agraria y esto es lo que dará
la definición histórica del
26
de Julio,
y remata:
este movimiento no inventó la reforma agraria, la llevará a cabo.
Y le hablaba a un Ejército Rebelde integrado en más del 80% por campesinos y donde también lo eran la mitad de sus oficiales.

Mientras El Che está en la cama en Tarará, el gobierno lanza de manera vertiginosa las primeras medidas sociales: el 3 de marzo se interviene la Compañía de Teléfonos, tres días más tarde los autobuses metropolitanos, el día 10 rebaja del 50% de los alquileres y días más tarde se rebaja por ley el precio de las medicinas. Al lado de estas medidas se hace pública la ley 112, con la cual se produce la confiscación de bienes malversados por los funcionarios del gobierno de Batista.

Hacia mediados de marzo El Che le escribe a su amigo Alberto Granado (
recibe el más fuerte abrazo que la dignidad de machito te permita recibir de un idem
) contándole que tenía pensado ir a Venezuela con Fidel, pero
una enfermedad me retiene en cama
. Pero una semana más tarde ya está en pie y participa en una reunión de jefes del Ejército Rebelde y dos días después en una concentración ante Palacio apoyando la política del gobierno.

El 9 de abril asiste a una reunión del bloque gubernamental convocada por Fidel, en la que intervienen ministros, comandantes y cuadros del 26 de Julio en el salón de actos del Tribunal de Cuentas. A pesar de la importancia del encuentro no hay apenas registros de esta reunión, donde parece ser que los debates se acaloraron. En esos momentos ya se expresaban las tensiones entre tres grupos: un ala izquierda encabezada por El Che y Raúl, que se reclama socialista y tiene simpatías por el psp; un ala derecha que se refuerza con los sectores moderados del gobierno, conectada en algunos casos con sectores de la oligarquía agraria, y un tercer sector de izquierda dentro del 26 de Julio representado por cuadros fundamentalmente del Llano como Franqui, Faustino, Marcelo Fernández y Oltuski, quienes combinaban su antiimperialismo con una fuerte crítica a los comunistas, a los que consideraban conservadores y sectarios, y que tenían una relativa independencia de Fidel. Y colocándose temporalmente por encima de las tendencias, con su habitual estilo de aplazar la confrontación, el propio Fidel, dirigente indiscutido de la revolución, tras el que se alineaba el Ejército Rebelde y la mayoría de la población y cuyo trato
con la gente que aprecia
(es)
la clave del fanatismo que crea a su alrededor, donde se suma a una adhesión de principios, una adhesión personal
.

Entre otras cosas se habría de discutir la necesidad de suspender los juicios a los criminales de guerra. Se denunciaba la lentitud de algunos procesos, que hacían que se mantuviera la crispación social y que creciera la tensión internacional, y la ausencia de garantías legales en otros. Parece ser, según testimonio de Franqui, que en la reunión se produjo un enfrentamiento entre los hermanos Castro, uno de los pocos que se conocen, a causa de la decisión de detener los fusilamientos a lo que se oponía Raúl.

El historiador se siente perdido ante la ausencia de noticias de si se discutió y cómo el que resultaba sin duda el problema central: el contenido y profundidad de la futura reforma agraria. A pesar de la poca información con la que se cuenta, no puede menos que pensarse que las tensiones en el año 1 de la revolución cubana eran mucho más fuertes de lo que la historiografía cubana habría de retransmitir al paso de los años. Reflexiones como ésta del Che sobre el papel de Camilo parecen confirmarlo:
Todos nosotros, la mayoría, por lo menos, tenemos muchos pecadillos que contar de aquellas épocas, muchas suspicacias, desconfianzas, a veces hasta malas artes empleadas con un fin que considerábamos muy justo, pero los métodos que a veces —muchas veces— eran incorrectos. Y nunca se puede decir que Camilo haya recurrido a ellos.

Más allá de las tensiones, El Che se dedica a dos proyectos informativos a los que le pondrá un gran cariño, la agencia noticiosa independiente Prensa Latina y la revista "Verde Olivo." Prensa Latina es un producto de los corresponsales latinoamericanos que habían estado en la sierra y le dará fuerza un industrial mexicano, Castro Ulloa; Masetti será una de sus piezas claves y El Che y Oltuski, en esos momentos ministro de Comunicaciones, sus grandes animadores, no sólo ideológicos, sino resolviendo problemas de organización y estrategia informativa, participando en reuniones y habituales visitantes nocturnas sin anuncio previo. El escritor argentino Rodolfo Walsh, quien se incorporaría al proyecto, recordaría años más tarde: "Nunca sabíamos en Prensa Latina cuando iba a venir El Che. Simplemente caía sin anunciarse... la única señal de su presencia en el edificio eran dos guajiritos con el glorioso uniforme de la sierra. Uno se estacionaba junto al ascensor, otro, ante las oficinas de Masetti, metralleta en brazo."

La agencia comenzará a integrarse en abril, aunque no empezará a operar sino hasta tres meses más tarde. En cambio, el día 10 de ese mismo mes nace el semanario "Verde Olivo", órgano informativo del Ejército Rebelde, al reunirse diferentes publicaciones menores y bajo el impulso del Che y Camilo. Pensado por El Che como órgano de expresión del ala izquierda del 26, se manufacturaba en condiciones muy difíciles, financiada gracias a colectas entre combatientes, usando horas muertas en talleres, consiguiendo la tinta y el papel en préstamo de algún diario. La revista provocó casi de inmediato tensiones con algunos cuadros del Ejército de posiciones más conservadoras, como Huber Matos, quien siendo el jefe militar de Camagüey llamaba a la revista "rojo olivo" y saboteaba su circulación.

Durante los últimos días de abril y los primeros de mayo, El Che participará en un acto de los obreros del tabaco, fuertemente influidos por el PSP, recibiendo una aportación económica destinada a la reforma agraria, intervendrá en la televisión a favor de que Cuba establezca relaciones diplomáticas con todo el mundo (más allá de la guerra fría), visitará Santiago de Cuba, donde hablará en la Universidad y participará en el desfile del 1 de mayo, irá a Matanzas para rendir homenaje a Guiteras y recibirá a Fidel cuando éste regrese de su gira por América Latina.

No hay constancia de las reuniones celebradas entre ambos en estos días, pero sin duda el tema de la reforma agria era el asunto central; una reforma agraria cuyos contenidos eran objeto de la especulación de todos y que Fidel preparaba como un acto de respuesta inicial a las necesidades de los campesinos, pero también como un arbitraje sobre las fuerzas que en ese momento componían el frente revolucionario. Franqui cuenta que Fidel demoraba la decisión buscando un golpe de efecto. Núñez Jiménez, en cambio, dice que la demora de Fidel pretendía movilizar primero a la opinión pública. Una reforma agraria que hacía que los hacendados ofrecieran
diez mil novillas
, y que
el Diario de la Marina
(portavoz de los sectores más conservadores del país
y hasta hace muy poco probatistiano
)
apoyaba calurosamente
, porque
aquella reforma agraria (...)
iba a ser una reforma agraria "consciente."

El Che, en un artículo escrito en esos días, (aunque publicado un mes más tarde), la anunciaba como
la primera gran batalla del gobierno
y definía su versión como:
audaz, integral, pero flexible: destruirá el latifundio en Cuba, aunque no los medios de producción cubanos. Será una batalla que absorba en buena parte la fuerza del pueblo y del gobierno durante los años venideros. La tierra se dará al campesino gratuitamente. Y se pagará a quien demuestre haberla poseído honradamente, con bonos de rescate a largo plazo
.

El 17 de mayo Fidel convoca en la antigua comandancia de La Plata, en lo alto de la Sierra Maestra, al gobierno y a varios comandantes rebeldes y presenta a firma el proyecto: Confiscaba las haciendas de más de 400 hectáreas (10% de las granjas del país), la expropiación se haría contra bonos amortizables en 29 años al 4,5% anual de interés, con valoraciones de la tierra de acuerdo a declaraciones fiscales. Lo nacionalizado se parcelaría o iría a dar a cooperativas agrícolas administradas por el Estado. Tendrían preferencia en el reparto arrendatarios, medieros, jornaleros. De dejar inactiva la tierra ésta retornaría al Estado. No podía dividirse la parcela y sólo podía venderse al Estado. En el futuro sólo los cubanos podrían comprar tierra. La ley a juicio de los especialistas resultaba bastante moderada al enfrentar tan sólo a los grandes latifundios azucareros, pero no extender el reparto agrario a todos los peones y medieros.

El proyecto no gustó al ministro de Agricultura, Sori Marín, que había estado trabajando en una propuesta más moderada y que en protesta no acompañó a Fidel al acto, y debe haberle parecido excesivamente suave al Che, que siendo uno de sus grandes impulsores, en lugar de estar en La Plata dio ese día una conferencia en la Universidad de La Habana, y que la calificaría un año más tarde como
nuestra primera tímida ley que no se aventuraba con lo más fundamental, como era la supresión de los latifundistas
.

La mediación de Fidel no dejaría a gusto a la derecha del frente gubernamental y mucho menos a los intereses estadunidenses en los latifundios azucareros, y parecía insuficiente a la izquierda.

Las tensiones se ampliarán a los aliados, y el PSP por voz de Blas Roca acusará a Fidel de estar desatando una campaña anticomunista, todo ellos en medio de enfrentamientos al interior del movimiento sindical entre los comunistas y el 26 de Julio por la dirección de los sindicatos que depuraban su vieja estructura batistiana. No será ésta la única vez en que se le recuerde al PSP sus incongruencias y timideces en la lucha contra la dictadura.

Esta fractura en el frente revolucionario y su desamor por cárceles ideológicas la expresaba incidentalmente El Che en una carta al responderle a una mujer que le pedía una doctrina oficial del 26:
No creo que se pueda escribir bajo un adoctrinamiento reglamentado y además no existe el 26 de Julio oficial
.

Será en esos días que deje Tarará y se mude a una casa rentada en la calle Rafael Cortés 45119, en el reparto Los Cocos, junto con Aleida, sus escoltas y Fernández Mell, quien está viviendo con ellos.

El 25 de mayo el ministro de Aviación, Díaz Lanz se pierde con su avioneta en la Ciénaga de Zapata. A la búsqueda de Díaz Lanz acuden todos los comandantes, El Che entre ellos. Aún perduran los rasgos del trabajo guerrillero, del sentido de grupo de los viejos de la sierra. Fidel dirige las operaciones mapa en mano. El avión será localizado y sus tripulantes ilesos, pero poco antes, una avioneta donde viaja Raúl se ve atrapada en medio de una tormenta y se queda sin gasolina, forzando un aterrizaje de morro en la Ciénaga, obligando a una nueva búsqueda aún más arriesgada, que termina con éxito. Los aviones son viejos e inseguros y los comandantes rebeldes vuelan de un lado a otro del país en pésimas condiciones técnicas. Vuelan como combatían, probándose, llevando el riesgo al límite. El rumor popular registra las locuras de Camilo que en el campamento de Columbia se cuelga de los patines de un helicóptero y que una vez se ofreció para llevar al Che desde su campamento a La Cabaña sin saber volar el aparato, y el argentino no sólo no lo disuadió sino que aceptó gustoso, mientras que los que los veían juraban que no iban a llegar. El propio Che está aprendiendo a volar y es transportado frecuentemente de un lado a otro de la isla por su piloto personal, Eliseo de la Campa, al que conoció en La Cabaña cuando transportaba heridos desde el Escambray hacia el nuevo campamento.

Ha llegado hasta nosotros el Expediente personal del Che en las fuerzas armadas. Un formulario llenado a mano con unas cuantas preguntas:

Nombre y apellidos: Ernesto Guevara Serna

Casado, 30 años

Estudios: Medicina

Lugar y fecha donde se alzó: México

Frente y columna en que operó: 1-4-8

Grados recibidos: Tte. sanidad, capitán, comandante

Recibidos de: Fidel

Combates en que participó: (no contesta)

Heridas recibidas: 2

y firma: Che.

La línea que corresponde a raza, la tacha por considerar superflua la información.

Parco, parco como siempre. Como cuando escribe una carta agradeciendo a los que querían poner su nombre a una escuela que hayan reconsiderado tal desatino y lo hayan cambiado por el de un compañero asesinado en el 58, Zenén Marín.

Y este parco personaje, que a veces parece sorprenderse del lugar en que se encuentra y reacciona masacrando oropeles y jerarquías, recibe el 22 de mayo la sentencia de su divorcio de Hilda Gadea y el 2 de junio regulariza su situación casándose con Aleida.

Con un rostro más cantinflesco que nunca, como si no estuviera muy seguro de lo que está pasando, las cejas alzadas ante una mesa con flores y un pastel, con el uniforme limpio, aunque no muy planchado, porque trae las dos bolsas superiores llenas de cosas, El Che se deja retratar junto a una muy bella y seria Aleida. En la foto Raúl Castro, con su eterna cara de adolescente y una muy guapa Vilma Espín, el piloto Eliseo de la Campa, Alberto Fernández Montes de Oca y Alberto Castellanos, su escolta, en cuya casa se celebra la boda. Camilo, el "eterno chicharrón", no saldrá en la foto, pero habrá armado previamente su diablura informando a los invitados que tiene que llevar la comida. Conociendo la austeridad y frugalidad espartana del Che muchos le creen y llegan con guisos y postres, pero no es para tanto. Una foto más: El Che sonriente, manejando un destartalado automóvil y fumando un tremendo puro, Aleida de copiloto y en el asiento trasero Fernández Mell.

BOOK: Ernesto Guevara, también conocido como el Che
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