Read Ernesto Guevara, también conocido como el Che Online
Authors: Paco Ignacio Taibo II
Tags: #Biografía, Ensayo
El 8 de mayo, Fidel, quien se había estado quejando de que sus plumas no servían y que tenía que escribir con un mugroso cabito de lápiz, le manda una nota al capitán Ramón Paz diciendo que le han llegado noticias de desembarcos del ejército. Es la primera de muchas señales de alerta de que la esperada ofensiva gubernamental se inicia-. Durante los últimos días se había vivido en territorio rebelde una febril actividad, preparando minas que utilizaban las bombas de los aviones que no habían explotado, armando planes para bloquear los accesos a la Sierra, buscando armas aquí y allá tratando de rearmar la red en el extranjero del 26 de Julio e incluso intentando montar una línea telefónica primitiva en la Sierra.
El Che se encontraba en continuo movimiento, recorriendo el este de la zona donde Fidel mantenía la comandancia y el centro de transmisiones de Radio Rebelde, y en Minas del Frío tratando de apresurar el entrenamiento en la escuela de reclutas y armando lo que sería la espina dorsal de una nueva columna.
El doctor Martínez Páez habría de recordar uno de los pocos momentos de calma antes de iniciarse la ofensiva; la gente estaba cansada, el atrincheramiento de la Maestra había resultado agotador. El Che acababa de regresar a La Mesa después de una reunión con Fidel e instaló su hamaca dentro del bosque entre dos árboles dispuesto a dormir, pero la aparición de un sisonte herido en una pata lo obligó a retornar a la práctica de la medicina. Y ahí estaba el temible comandante Guevara sufriendo para entablillarle la pata al pájaro con una ramita y algodón.
Las comunicaciones entre Fidel y El Che durante la segunda semana de mayo habían sido fluidas. Fidel le envió al Che varias notas, comentándole los sistemas para minar los trillos y veredas de acceso a las partes más agrestes de la sierra. Son los textos de Fidel de una notable precisión, y es curioso cómo varía de la visión estratégica al microdetalle: "Che: es necesario que recojas las dos bombas de 100 libras. En su lugar mando un par de las otras para cada punto donde estaban las dos grandes. Como cada bomba de 100 libras tenía dos fulminantes, ahora en vez de dos explosiones pueden hacer cuatro, usando simples, las minas redondas..." (Fidel, mayo 12) o "Che: Acabamos de encontrar solución al problema de los fulminantes eléctricos de fábrica; usarlo con la corriente de las cinco pilas, directamente sin la bobina. Acabamos de explotar tres granadas al mismo tiempo, a quince metros..." (Fidel, mayo 17). En medio de los detalles, "ayer colgué una granada de metal potente en una rama a dos metros de altura y la hice explotar. Lanza mortíferos fragmentos en todas direcciones", una nota casi familiar: "Hace además muchos días que no conversamos, y luego eso es hasta una necesidad. Aquí echo de menos la falta de viejos compañeros" (Fidel, mayo 19).
El 19 mayo se acabará el tiempo para nostalgias, al producirse un primer choque en Las Mercedes, un pequeño pueblito de cafeticultores que la tiranía había abandonado. Será el prólogo para el ataque generalizado de las fuerzas gubernamentales el día 25. El ejército tenía preparados para la ofensiva 14 batallones, uno de ellos de artillería de campaña y otro de tanques, seis de ellos actuarían en el primer momento. Sánchez Mosquera, con dos batallones, subiría desde las minas de Bueycito hacia Santo Domingo y La Plata. Otra columna bajo el mando del comandante Corzo subiría del central Estrada Palma y atacaría hacia Las Mercedes y Vegas de Jibacoa para entrar a la comandancia en La Plata por occidente. Otra más subiría desde la costa. El territorio rebelde tendría en esos momentos unos 120 kilómetros de diámetro y no habría más de siete kilómetros de distancia entre cada columna militar, pretendiendo converger en La Plata.
Fidel, en previsión del ataque, había reconcentrado las fuerzas guerrilleras, acercado la columna de Crescencio Pérez, mandado a llamar a la columna de Almeida desde el segundo frente y acercado la columna 4 de Ramiro: también le había ordenado al Che crear una columna 8 con los alumnos de la escuela. Fidel mantuvo el principio de que no importaban los soldados enemigos, sino la cantidad de gente que nosotros necesitáramos para hacer invulnerable una posición y que a eso debíamos atenernos. Esa fue nuestra táctica y por ello todas nuestras fuerzas se fueron juntando alrededor de la comandancia para ofrecer un frente compacto. No había mucho más de 200 fusiles útiles cuando el 25 de mayo empezara la esperada ofensiva en medio de un mitin que Fidel estaba dando a unos campesinos, discutiendo las condiciones en que podría realizarse la cosecha del café.
El choque se ha producido en una zona llamada La Herradura, cerca de Las Mercedes, cuando la vanguardia de un batallón del ejército cae en una emboscada. Durante treinta horas los rebeldes resisten el bombardeo de morteros y aviones. El ejército terminará entrando a Las Mercedes, pero los rebeldes no han sufrido bajas. Ameijeiras resume el primer round: "Sin vencedores ni vencidos, cada fuerza acampa muy cerca de la otra."
A través de las comunicaciones entre ambos se pueden seguir los movimientos del Che y las preocupaciones de Fidel, quien ha asumido la dirección directa de la resistencia. En las notas se traslucen las carencias que deben ser enormes, en unas Fidel se preocupa de un rifle que reparó y otro que armó con piezas sueltas; en otras habla de la línea telefónica que se está instalando en el interior de la zona rebelde y que nunca se terminará. El 28 de mayo manda una nota quejándose de que llegan mensajes cifrados y El Che se ha llevado la clave. Un día más tarde El Che se encuentra en la escuela de Minas del Frío y recibe una orden de Fidel pidiéndole que le envíe reclutas para fortificaciones de trincheras. Al final una nota de angustia: "Si ganamos diez días llegan armas." No habrán de pasar los diez días. Esa misma tarde arriba Franqui con una avioneta que viene de Miami con 20 mil balas, fulminantes eléctricos para las minas y 30 carabinas italianas.
El 30, El Che habla con los alumnos de la escuela y le da una primera estructura a la columna, formada por hombres en su mayoría desarmados. Mientras tanto los combates se generalizan. El ejército logra avanzar seis kilómetros pero es detenido por las fuerzas de Almeida y Ramiro. Seis días durarán los combates. Ameijeiras describe bien las condiciones de los primeros enfrentamientos: "Hay que moverse por trillos donde los hombres sólo pueden moverse en fila india o por caminos banqueados hechos para caballos y arrias de mulas. En un medio así el enemigo no puede emplear tanques ni artillería pesada y el uso de la aviación en esta ensalada de montañas en muy relativo. Allí no resulta fácil hacer tiro directo con cañones, ametralladoras y rockets y las bombas lanzadas en ramilletes son de poca efectividad."
Al iniciarse junio el ejército avanza por el norte y consolida su posición en Las Mercedes después de tres días de fuertes combates, el territorio rebelde se estrecha. Fidel le escribe al Che que está actuando como coordinador de operaciones, que si rompen la línea de Habanita, que en esos momentos él está cubriendo, Crescencio debe quedar del otro lado para no abandonar todo aquel territorio.
Pero el 4 de Junio Ramiro dará noticias del Che, quien ha llegado con un cargamento de balas para su columna y dos días más tarde reporta que el ejército sigue progresando: "La operación de ellos me parece clara: al avanzar ellos por un flanco nos obligan a nosotros a tapar todos los caminos de subida a la sierra (...) La situación es apremiante."
Y el 10 de junio, cuando se producen bombardeos aéreos en la costa y parece que se producirá un desembarco, El Che sigue en movimiento en el amplio frente, sin duda desesperado por no poder entrar en acción al mando de una tropa y haciéndose cargo de las comunicaciones y los abastos, utilizando nuevamente a Lidia Doce (Entró y salió de la sierra, trajo y llevó documentos importantísimos, estableciendo nuestras conexiones con el mundo exterior), Fidel diría años más tarde que "no tenía sentido situar al Che o a Camilo al frente de una escuadra, sino que los preservábamos para dirigir después columnas."
La situación es muy peligrosa. Las tropas que han entrado por Santo Domingo están a siete kilómetros de la comandancia, los que desembarcaron por el sur pueden ascender por los ríos Palma Mocha o La Plata y converger, y desde el oeste otras dos columnas avanzan hacia Minas del Frío y pueden cerrar el cerco. Ameijeiras señala: "Es un momento crítico para el mando guerrillero." Fidel entonces manda llamar a Camilo, quien se encontraba en el llano, y le pide que se sume al anillo interior de defensa rompiendo el bloqueo. Camilo era llamado para cubrir mejor nuestro pequeño territorio que encerraba incalculables riquezas: una emisora, hospitales, depósitos de municiones y, además, un aeropuerto situado entre las lomas de La Plata, donde podía aterrizar una avioneta ligera.
Hacia el 16 de junio Fidel ordena el abandono de la zona de La Mesa, repliega las columnas de Almeida, Ramiro y Guillermo García, concentra fuerzas, en un esquema de repliegue defensivo. Define los objetivos como proteger y defender el territorio básico por tres meses antes de pasar al contragolpe.
El 17 de junio, en una nota al Che, Fidel le informa que una tropa avanza hacia Santo Domingo y eso no se puede permitir. Le pide dos hombres con garands y cinco con M1. "Cumple esta orden con urgencia." El Che contesta: Ya sabrás las noticias de Las Vegas. No me animo a mandarte a la gente que, por otra parte, no ha llegado todavía, pues queda el camino del Purgatorio abierto totalmente. Yo no he intervenido directamente atendiendo a tus órdenes de dejar Las Vegas a tu cargo, pero entiendo que debo estar en más estrecho contacto. Debes decirme con urgencia cómo se va a distribuir la gente, así como supongo mañana cae Las Vegas. Y si puedo asumir la iniciativa por la retaguardia con gente de otro lado (Crescendo tiene algunos hombres disponibles en la Habanita). Me es imprescindible recibir respuesta antes del amanecer.
El 19 de junio dos escuadras rebeldes asestan un fuerte golpe a un batallón que venía subiendo tras el desembarco. Fidel le envía una nota al Che informándole y pidiéndole "los siete hombres de armas automáticas que te quedan." Poco más tarde le enviará una segunda nota que muestra que a pesar del primer combate victorioso no ha cedido la presión, que se ha detectado la presencia "en la playa, de una tropa enemiga que no está localizada. Tan sólo tengo aquí mi fusil." Le reitera la necesidad de que le mande esa escuadra que le había pedido en la mañana. "Se corre el riesgo de perder no sólo el territorio, sino también el hospital, la planta de radio, las balas, las minas, la comida, etc. (...) No tenemos hombres para defender esa zona tan amplia (...) Debemos intentar la defensa reconcentrándonos antes de lanzarnos de nuevo a la acción irregular."
El 20 de junio los rebeldes son derrotados en el otro extremo del frente, en Las Vegas. El Che, que entraba con su mulo al pueblo cuando se produce la desbandada, está a punto de ser capturado. Enrique Acevedo anda cambiando de lugar unas minas (el continuo cambio de las emboscadas obligaba a desenterrar las minas y volverlas a instalar), en medio de la lluvia subiendo hacia la Loma del Mango, acaba de ver caer Las Vegas bajo la fuerza combinada de los guardias y el napalm de la aviación. Al pasar por un bohío lo detienen y le dicen que le habla el comandante.
"Veo ante mí al argentino, mirándome de hito en hito. Yo no sé cómo actuar. Tengo ganas de abrazarlo, pero destilo churre. Lo miro y sonrío.
"—¿Se puede saber por qué usted no protege el explosor de la lluvia?
"Coño, pienso, no me ha reconocido. No tendrá algo más agradable que decirme después de cinco meses sin vernos. Medio encabronado murmuro que todo fue muy rápido y al final concluyo:
"—Además, todos nos estamos mojando igual.
"Levanta la vista. Sé que es un día aciago. Me fulmina con una frase:
"—Es una pena, no cambias. ¡Fuera de aquí!
"Volamos rumbo a nuestro destino. Minutos después, un escolta de él nos da alcance y nos entrega dos pedazos de nylon. Mentalmente le doy las gracias."
El 20 de junio Fidel ordena una nueva reconcentración de tropas, si no detienen a los guardias se verán obligados a disolver las columnas y organizar guerrillas irregulares que se infiltren, a perder el territorio. Le ordena al Che: "Ocúpate de la línea de la Maestra hacia el Purgatorio hasta el alto de Mompié. Mueve la línea hasta acá, traslada los pelotones hacia esa zona que será reforzada con los 20 hombres de Las Vegas. Moviliza a todos, hasta la gente de Crescencio."
Una nueva emboscada dirigida por Ramón Paz le causa 21 bajas al ejército cuando avanza en el río de La Plata el 23 de junio. Eso dará un primer respiro necesario. Cuatro días más tarde, en medio de continuas escaramuzas llega a la Sierra la columna de Camilo. La alegría de Fidel es enorme. "En el momento más oportuno."
La situación sigue siendo muy difícil para los rebeldes, que resisten bajo continuos bombardeos. El ejército ha ocupado Las Mercedes, Las Vegas, está cerca de Las Minas, controla la costa, Santo Domingo, en menos de dos horas podía penetrar en la comandancia de La Plata. Fidel toma disposiciones para que en caso de que caiga el frente sea volada Radio Rebelde y las diferentes columnas se vuelvan guerrillas errantes tratando de pasar a la retaguardia del enemigo. Pero el terreno les resulta propicio a los rebeldes, el ejército se mueve ahora en la zona más abrupta de la sierra, la más propicia para montar emboscadas y la reconcentración de tropas que ha hecho Fidel le permite mover a pequeñas unidades en marchas alucinantes de unas horas para tapar huecos o montar nuevas emboscadas.
El Che continúa en sus labores de coordinador, de organizador, pero no resiste acercarse a la primera línea. Vicente de la O narra: "Nosotros estábamos en Mompié (...) y El Che estaba vigilando el movimiento de los guardias que ya habían tomado Minas del Frío, acompañado de una guerrillita de cinco o seis hombres, y yo lo llamaba por teléfono, y en una ocasión me dijo:
"—Oye, no le des tanto timbre, da un solo timbrazo y corto, que los guardias van a oír.
"Estaba personalmente acechando a los soldados a no más de 30 metros de ellos, metido en un matojo."
El 28 de junio se produce el primer enfrentamiento contra las tropas de Sánchez Mosquera en las cercanías de Santo Domingo. Lalo Sardiñas le causa a una compañía 20 muertos y 23 prisioneros y les ocupa las armas. Fidel le cierra la salida moviendo las tropas de Camilo, Almeida y Duque.