Read Ernesto Guevara, también conocido como el Che Online
Authors: Paco Ignacio Taibo II
Tags: #Biografía, Ensayo
No es casual que ambas guerrillas, la peruana y la argentina, comiencen a operar en el 63. Forman parte sin duda del proyecto "andino" que El Che barajaba.
El 21 de junio del 63 el EGP se instala en una finca llamada Emborazá y entrena en las provincias de Salta y Jujuy, una zona que El Che recorrió en su juventud en bicimoto. Uno de las sobrevivientes de la guerrilla del EGP cuenta hablando de Masetti: "Nunca hablaba de su vida personal. Sabíamos que tenía mujer e hijos porque una vez los mencionó. En cierta oportunidad, él mismo habló de Masetti en tercera persona. Pero yo ignoraba que fuese él, y las fotos que después me mostraban tenían poco que ver. Cuando lo conocí tenía una gran barba negra, casi azul. Costaba tutearlo: era imponente." La aparición del primer manifiesto del EGP se produce en un mal momento político, Argentina está en una racha de civilidad representada por la elección del presidente Ilía, aunque con el veto electoral al peronismo.
En julio llega a Bolivia un hombre que estará íntimamente ligado a los proyectos latinoamericanos del comandante Guevara. Su misión es preparar una red de apoyo fronteriza para los argentinos, se trata del capitán del Ministerio del Interior cubano José María Martínez Tamayo, también conocido como Papi o Ricardo. Su grupo de soporte incluye nuevamente: militantes destacados de la Juventud Comunista boliviana como los hermanos Roberto (Coco) y Guido (Inti) Peredo, Rodolfo Saldaña y Rodolfo Vázquez Viaña.
En agosto del 63, Luis de la Puente Uceda, dirigente de la corriente de izquierda del APRA peruano, llega a la Habana después de salir de la cárcel y fundar el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) bajo influencia de la revolución cubana. Habiendo coincidido en el tiempo con El Che en el exilio mexicano de los años cincuenta, sien-do amigo de su primera esposa, Hílda Gadea, curiosamente no se habían conocido previamente. No hay duda que a mediados del 63 conversó con El Che en Cuba acerca de su proyecto de reiniciar la lucha guerrillera contra la dictadura en Perú a partir de una revaluación de las experiencias de Hugo Blanco. En una carta escrita un par de años más tarde, reseñaría los conceptos clave en concordancia con las ideas del Che: Una batalla continental con los países más desarrollados como retaguardia, México, Chile, Uruguay, Argentina. Es indudable la conexión más que ideológica de los proyectos.
En septiembre del 63, Martínez Tamayo regresa a La Habana tras dejar montada la red de retaguardia boliviana para los argentinos, lo despide, en el aeropuerto de La Paz, Inti Peredo. La impresión que se lleva del pequeño grupo de jóvenes colaboradores es excelente, no así del aparato del partido.
Mientras tanto, la guerrilla de Masetti se encuentra en una fase previa al inicio de los combates realizando trabajo político con los campesinos de la región y en proceso de entrenamiento. Masetti le escribe a su mujer: "Ahora llevamos recorridos más de un centenar de kilóme-tros en el mapa, aunque en realidad son muchísimos más. Nuestro contacto con el pueblo es desde todo punto de vista positivo. De los coyas aprendimos muchas cosas, y los ayudamos en todo lo posible. Pero lo más importante es que quieren pelear... Es ésta una región en que la miseria y las enfermedades alcanzan el máximo posible, lo superan. Impera una economía feudal... Quien venga aquí y ni se indigne, quien venga aquí y ni se alce, quien pueda ayudar de cualquier manera y no lo haga, es un canalla..."
En los primeros días del 64, el poeta argentino Juan Gelman, jurado en el concurso literario de Casa de las Américas, transporta un mensaje para El Che de Masetti, que le ha sido transmitido en Buenos Aires por Ciro Roberto Bustos (conocido como el teniente Laureano o El pelado), miembro de la red urbana del EGP El Che lo recibe una mañana en el despacho del Ministerio de Industria.
—Yo traigo un mensaje del teniente Laureano, parece que lo manda el Comandante Segundo del EGP.
El Che reacciona con gran frialdad, cosa rara en él ante un poeta.
—Yo no sé quién es el teniente Laureano, el Comandante Segundo, el EGP, ni nada de lo que me está hablando.
—Vamos a fingir que en Salta hay un ejército guerrillero, vamos a suponer que lo dirige un Comandante Segundo, sigamos suponiendo que existe un teniente Laureano del EGP y que me dio un mensaje, que es éste...
"El Che produjo una sonrisa socarrona. No se habló para nada del tema después de esto. Y sin embargo se soltó conversando de las dificultades de la lucha urbana, de lo difícil que era resistir la presión de la clandestinidad, la tortura... Y luego sorprendentemente se puso a hablar del PC argentino y del boliviano, contando que los partidos comunistas mandaban armas al EGP y las cobraban. Al Che le causaba gracia.
En marzo del 64 se produce un nuevo hecho dentro de esta trama, El Che recibe en su despacho del Ministerio de Industria en La Habana a una joven argentino-alemana, Tamara Bunke, Tania, quien conoció superficialmente en diciembre del 60, en Berlín, como traductora, y que ha sido reclutada por los servicios cubanos y sometida a un entrenamiento en técnicas de espionaje a lo largo de un año. Durante varias horas El Che conversa con Tania sobre la situación pre revolucionaria en América Latina y finalmente le explica el objetivo de: su misión: "Radicarse en Bolivia, donde deberá establecer relaciones dentro de las fuerzas armadas, la aristocracia local y el gobierno. Le advierte que por ningún motivo debe tomar contacto con la izquierda boliviana, ningún contacto, y debe esperar el enlace directo desde La Habana." A la conversación asiste un miembro de los servicios secretos cubanos, personaje que será también pieza clave en la futura historia, y que es conocido indistintamente con los seudónimos de Iván y Renán, el ex combatiente de la revolución José Monleón.
El 9 de abril de ese año sale Tania de Cuba. Pero Tania sólo era una de las piezas de un complejo rompecabezas, no necesariamente perfecto ni posible de armar, que El Che estaba construyendo en su cabeza. ¿Quién era el hombre o la mujer que jugaba un papel similar en la Argentina? ¿Cómo se vincularían los movimientos armados en Perú y Argentina en el futuro? ¿Qué papel le reservaba El Che a los jóvenes comunistas bolivianos? ¿Qué papel se reservaba a sí mismo?
La destrucción de la guerrilla de Masetti, en abril del 64, habría de cambiar todos los planes. Infiltrada en marzo por la gendarmería argentina, en un accidente provocado, resulta herido "Diego", posteriormente cae un campamento donde se encuentran las provisiones y cuatro hombres más. Sometidos a un cerco de hambre, los guerrilleros vagan por una zona semidesértica. "Antonio" muere despeñado. El 18 de abril es capturado un nuevo grupo. Días más tarde mueren en combate o son detenidos y ajusticiados Hermes Peña y "Jorge." Tres combatientes mueren de hambre tras haberse perdido. El resto, disperso, es capturado lentamente por las fuerzas policiacas. Entre los capturados se encuentra Castellanos, quien mantiene la cobertura de estudiante peruano hasta su liberación en diciembre del 67.
El novelista Rodolfo Walsh, compañero de Jorge Ricardo Masetti en la Agencia Prensa Latina, reseña: "Masetti no aparece nunca. Se ha disuelto en la selva, en la lluvia, en el tiempo. En algún lugar desconocido el cadáver del Comandante Segundo empuña un fusil herrumbrado. Tenía al morir 35 años."
¿En qué momento conoce El Che la destrucción de la guerrilla de Salta? ¿Por qué se niega a aceptar la muerte de su amigo? Durante el siguiente año entrevistará a decenas de personas, mandará enviados, mensajes, organizará indagatorias infructuosas tratando de encontrar al menos el cadáver de Jorge Masetti, el Comandante Segundo.
Cuando El Che parte hacia Estados Unidos a fines del 64, el proyecto argentino ha sido cancelado y Perú se encuentra bajo una terrible represión y es incierto el destino de la guerrilla del MIR. Aparentemente el proyecto andino del Che está desarticulado. La situación de la lucha armada en otras partes de América Latina no es mejor: la guerrilla venezolana se encuentra en un fracaso político, se han producido golpes de Estado militares en Brasil y Bolivia, y en Colombia ha quedado asilada la revolución agraria en Marquetalia.
Los caminos parecen temporalmente cerrados.
El redescubrimiento de África
El día en que salió para Nueva York, donde habría de representar a Cuba ante la ONU, el comandante Ernesto Guevara no tenía calcetines. Sus viejos pares estaban llenos de agujeros y su tarjeta de racionamiento no le daba derecho a otros hasta dentro de un mes. A él no se le hubiera ocurrido pedir un nuevo par y lo que hacía era usar botas altas, gracias al soplo de uno de sus escoltas le consiguieron unos y lo obligaron a aceptarlos; lo que no pudieron mejorar fue su uniforme verde olivo, que era un desastre, porque los pantalones de tanto lavarlos eran de un color diferente a la camisa.
En Nueva York El Che no habría de perder sus hábitos y se le podía ver jugando ajedrez con el policía estadunidense que custodiaba la puerta de la delegación cubana ante la onu, en el 6 East de la calle
67.
Se movía por la ciudad con una mínima escolta, a pesar de las amenazas. En particular en esos días había sido detenida ante el edificio de la ONU una mujer de un grupo del exilio cubano armada con una pistola, y aunque declaró que su objetivo era darle muerte al Che fue-puesta en libertad. Noches más tarde, El Che fue informado, mientras estaba en un cine, que la mujer se encontraba en la puerta. Guevara le dijo bromeando a uno de sus acompañantes que
sería verdaderamente romántico morir a manos de una mujer.
Salió del cine caminando hacia ella y dicen que con un gesto dominante la detuvo. Un poco sería eso y un poco que sus acompañantes cercaron a la mujer impidiéndole actuar.
El 11 de diciembre interviene en la ONU. El discurso es el gran ajuste de cuentas de la revolución cubana con Estados Unidos y con las dictaduras latinoamericanas. Es quizá su pieza oratoria más redonda y una de las mejores expresiones de la política internacional de la izquierda revolucionaria de la década de los años sesenta.
Tras establecer que los vientos del cambio avanzan por todos lados, se queja de que
el imperialismo estadunidense sobre todo ha pretendido hacer creer que la coexistencia pacífica es de uso exclusivo de las grandes potencias de la tierra.
Y registra: agresiones contra el reino camboyano, bombardeos a Vietnam, presiones turcas contra Chipre, agresiones contra Panamá, prisión de Albizu en Puerto Rico, maniobras para dilatar la independencia de Guayana, apartheid en Sudáfrica, intervención neocolonial en el Congo, a la que dedica una buena parte del discurso con una frase emblemática en medio
(todos los hombres libres del mundo deben aprestarse a vengar el crimen del Congo)
y tras sumarse a la petición de desarme nuclear, uno de los motivos centrales de la conferencia, pasa al ajuste de cuentas reseñando agresiones recientes contra Cuba y la reciente prohibición estadunidense de venderle medicinas. Propone un plan de paz en el Caribe que incluya el desmantelamiento de la base de Guantánamo, el cese de los vuelos y los ataques e infiltraciones de saboteadores y de lanchas piratas desde Estados Unidos y el cese del bloqueo económico. Para dar una idea de la magnitud del problema registra 1, 323 provocaciones de todo tipo en lo que va del año desde la base de Guantánamo.
Reseña el apoyo a las dictaduras latinoamericanas por parte de Estados Unidos y la intervención indirecta en Venezuela, Colombia y Guatemala en lucha contra las guerrillas. Muy lejos del lenguaje habitual al uso de la coexistencia pacífica, está el reto del Che y su amenaza:
Nuestro ejemplo fructificará en el continente.
Su intervención, a más de la respuesta profesoral de Adlai Stevenson, provoca las iras de los delegados de Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Venezuela y Colombia.
Horas más tarde regresa a la tribuna haciendo suyo el derecho de réplica. Ahí es donde El Che se muestra en su salsa como polemizador y va repartiendo leña a los delegados, al de Costa Rica por ignorar la existencia de una base de la contra cubana dirigida por Artime desde la que se contrabandea whisky; al de Nicaragua:
No entendí bien con exactitud toda su argumentación en cuanto a los acentos (creo que se refirió a Cuba, Argentina y quizá a la Unión Soviética) espero que en todo caso el representante de Nicaragua no haya encontrado acento norteamericano en mi alocución porque eso sí que sería peligroso. Efectivamente puede ser que en el acento que utilizara al hablar se escapara algo de la Argentina. He nacido en la Argentina; no es un secreto para nadie. Soy cubano y también soy argentino y, si no se ofende la ilustrísima señoría de Latinoamérica, me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie. Y así en esta disposición de ánimo, no está solamente este representante transitorio ante esta asamblea. El pueblo de Cuba entero está con esta disposición.
Y luego va contra Stevenson, que se ha retirado de la asamblea, le demuestra que miente cuando niega el embargo de medicinas, le señala que ha hecho demagogia con el asunto de darle asilo a los invasores de Bahía de Cochinos
(le iban a dar asilo a la gente que ellos habían armado).
Le recuerda cómo afirmó que los aviones que atacaron Cuba durante la batalla de Girón habían salido de Cuba, aunque era una operación de la CIA, y refriega:
Pase lo que pase, seguiremos constituyendo un pequeño dolor de cabeza cuando lleguemos a esta asamblea o a cualquier otra, para llamar a las cosas por su nombre y a los representantes de los Estados Unidos, gendarmes de la represión en el mundo entero.
No sólo ha sido una intervención sólida y llena de datos, sin duda manejados de memoria, sino que la ha personalizado, lo que resulta inusual para los hábitos parlamentarios de la ONU.
El 14 de diciembre interviene en el programa de televisión de la CBS "Face the Nation" entrevistado por Richard Hottelet, Tad Szule y Paul Niven. Anunciada como una "entrevista espontánea y sin previo ensayo", sin cuestionarios y abierta, la participación del Che no es muy brillante, está nervioso, apela a las ideas tantas veces repetidas:
Ni aceptamos condiciones ni imponemos condiciones para la normalización de las relaciones con USA, lo mejor, que el gobierno de Estados Unidos se olvide de nosotros... Las revoluciones no se exportan, surgen de las condiciones de explotación de los gobiernos de América Latina ejercen contra los pueblos...
¿Desarme, retirar los cohetes
? Desde luego, porqué no nos inspeccionamos mutuamente, y si usted lo desea liquidemos todas las bases atómicas...
¿Aislamiento?
Tenemos muchos amigos en los pueblos de América Latina...
¿Conflicto chino-soviético?
Nosotros sostenemos que la unidad es necesaria...
¿Transición pacífica al socialismo?
En América es muy difícil, prácticamente imposible.