»Ahora vemos nuestras vidas desde la perspectiva más elevada de la Otra Vida. Sabemos que nuestras aventuras individuales se producen dentro del contexto de la larga historia del despertar humano. Con esta memoria, nuestras vidas se cimientan y son puestas en contexto; podemos ver el largo proceso a través del cual hemos estado espiritualizando la dimensión física y qué nos resta por hacer.
Will hizo una pausa y luego se acercó.
—Ahora veremos si se unen y recuerdan suficientes grupos como éste, si una cantidad suficiente de gente de todo el mundo entiende la Décima. Como ya vimos, de aquí en adelante mantener la intención y asegurar el futuro es responsabilidad nuestra.
»La polarización del Miedo todavía está en ascenso y, si queremos resolverla y seguir adelante, cada uno de nosotros debe participar en forma personal. Debemos vigilar nuestros pensamientos y nuestras expectativas con mucha atención y contenemos cada vez que tratamos a otro ser humano como a un enemigo. Podemos defendemos y restringir a determinadas personas, pero si las deshumanizamos aumentamos el Miedo.
Todos somos almas en crecimiento; todos tenemos una intención original que es positiva; y todos podemos recordar. Nuestra responsabilidad consiste en sostener esa idea para todos los que encontramos. Ésa es la verdadera ética interpersonal; es así como nos elevamos, ése es el contagio de la nueva conciencia que está envolviendo el planeta. O tememos que la cultura humana está destruyéndose o podemos Sostener la Visión de que estamos despertando. De cualquiera de las dos formas, nuestra expectativa es una oración que sale como una fuerza tendiente a provocar el fin que imaginamos. Cada uno de nosotros debe elegir conscientemente entre estos dos futuros."
De pronto Wil pareció sumirse en sus pensamientos; a lo lejos, contra el cerro lejano del sur, volví a ver los destellos de luz blanca.
—Con todo lo que pasó —dije—, no te pregunté nada sobre esos movimientos de luz blanca. ¿Sabes qué son? Wil sonrió, levantó las manos y nos tocó los hombros.
—Son ángeles —dijo—. Responden a nuestra fe y a nuestra visión, y hacen milagros. Son un misterio hasta para los de la Otra Vida.
En ese momento me capturó la imagen mental de una comunidad en un valle muy parecido a éste. Allí estaba Charlene, y otros, entre ellos muchos niños.
—Supongo que a los ángeles los entenderemos más adelante —continuó Wil, mirando hacia el norte como si viera su propia imagen—. Sí, estoy seguro. ¿Vienen?
Miré a Charlene, cuya mirada me confirmó que había tenido la misma visión que yo.
—Creo que no —respondió.
—Ahora no —agregué.
Sin decir una palabra, Wil nos dio un breve abrazo, dio media vuelta y se alejó. Por un instante sentí el impulso de llamarlo, pero lo dejé ir. Comprendí que este viaje todavía no había terminado, y tuve la certeza de que, muy pronto, lo volveríamos a ver.
FIN.
JAMES REDFIELD, (nacido el 19 de marzo de 1950) es un novelista estadounidense.
James Redfield nació cerca de Birmingham, Alabama en los Estados Unidos y estudió psicología en la universidad de Auburn. Trabajó durante quince años como terapeuta de niños con problemas en Auburn, Alabama y después en Birmingham. Más tarde dejó su trabajo para publicar su primera novela,
Las Nueve Revelaciones
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A mayo de 2005,
Las nueve revelaciones
ha vendido más de 20 millones de copias en todo el mundo y ha sido traducida a 34 idiomas. Se ha realizado una película también sobre dicha obra.
Posteriormente ha continuado dicha saga con
La décima revelación
y
La undécima revelación
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