Read La maravillosa historia de Peter Schlemihl Online
Authors: Adelbert von Chamisso
Tags: #Cuento, Fantástico, Aventuras
Todo eso era mucho más verosímil y real que el no tener sombra, pero quizá demasiado escondido para él o demasiado trabajoso para admitirlo. O era una realidad muy suya y muy triste y le dolía demasiado hablar de ello. Sin embargo, ante el problema del héroe sin sombra, acumula todo eso, convertido en sentimiento doloroso, sin trabajo ninguno; y es lo que da impulso de verosimilitud a la situación absurda de un hombre sin sombra, para que tenga un atractivo de realidad y resulte lo suficientemente auténtico, dentro de su falsedad, para que los lectores se interesen por ello lo mismo que por un problema real.
Su aislamiento social
Es fundamental que el no tener sombra le provoca al héroe de su relato el «estar fuera de la sociedad», que fue siempre exactamente su problema de extranjero en Prusia. Y también que en realidad el estar fuera de la sociedad era para él, Chamisso, tan absurdo como para el
Schlemihl
estar fuera de la sociedad porque no tuviera sombra. Chamisso era culto, inteligente, alto, guapo y de buena familia. No tenía en realidad ningún motivo para ser rechazado.
Schlemihl
, con la inmensa fortuna de la bolsa mágica, tampoco tiene ningún motivo para ser rechazado sólo porque no tenga sombra. Nadie va a despreciar a un hombre que da dinero a manos llenas como lo hacía
Schlemihl
, porque no tenga sombra. Sería más bien motivo de esnobismo y mejor de admirar y de imitar que de otra cosa. Pero él se obstina a lo largo del relato en presentarlo como un fallo insalvable y carga de tal manera las tintas del desprecio de la gente y la soledad del protagonista, que los lectores terminan por creérselo o por lo menos por aceptarlo, aunque naturalmente choca.
Pero ese efecto de rechazo que le da a su héroe por no tener sombra no puede resultar de un motivo tan absurdo y falso como es el no tener sombra, sino del sentimiento que tiene el autor del problema de sí mismo, de su aislamiento y rechazo. La cosa en sí —que la falta de sombra sea algo tremendo— es absurda, y no puede conmover a nadie, pero la forma de expresarlo llega a los demás, porque está impregnada del problema real que lleva dentro el autor.
La desgracia de no tener sombra
Él, a lo largo de toda la obra, repite una y otra vez que es una desgracia no tener sombra, dándole el mismo valor que si fuera cualquier cosa de las que denigran (en todas las épocas hay cosas denigrantes, real o erróneamente), que provocan rechazo en los demás. Por otra parte, como en la época romántica la gente está dispuesta a entristecerse por cualquier cosa y a enternecerse a continuación por esa tristeza, parece que no fueron demasiado exigentes con ese fingimiento literario y se lo creyeron en seguida.
Por eso no encontrarían raro que, cuando Mina se enterase por fin de que su amado no tenía sombra, se portase tan típicamente como la hija medieval de un noble que se entera del bajo origen de su amado o de cualquier otro «baldón» por el estilo. Claro que, de estar verdaderamente enamorada la muchacha, podría haberse casado con él, con sombra o sin sombra, pobre o rico, noble o plebeyo (que son los motivos más corrientes de desprecio en los enamorados románticos).
Éxito de la obra
Pero los lectores no debieron de pensar eso nunca, porque la obra tuvo un éxito enorme y general. Y quizás lo pensaron menos porque con un motivo tan artificioso y tan poco constatable en la realidad, no les dio tiempo a pensar en la posibilidad de que la heroína lo superase. Quizás el mismo Chamisso, en su mentalidad de poeta, pensase que era menos discutible que la gente rechazara a su héroe poniendo el motivo del rechazo en algo tan disparatado y dándole el valor artificial de rechazo. Así resultaba indiscutiblemente imposible una solución feliz y podría él explayarse en consideraciones sobre la desgracia del protagonista con más comodidad.
El pesimismo del autor
Si a algo se le da artificialmente el valor de rechazo indiscutible, resulta más fácil seguir una línea poética sin tener que buscar justificaciones verosímiles. Hay que tener en cuenta que cuando Chamisso escribió el relato estaba cansado de la vida y enormemente pesimista.
Pero no tan pesimista que con un cierto buen humor no tuviera valor para cargar sobre el protagonista de su relato todas las relativas desgracias que estaba en el fondo deseando que no le cayeran a él, para liberarse así de ellas, en símbolo por lo menos. Chamisso no había construido todavía su vida, ni había elegido su auténtica profesión, ni se había casado. Estaba en manos de los amigos, enredado en sentimentalismos quejumbrosos, a veces de tono homoerótico, y sin saber de veras qué hacer. Los pesimistas no son quizás en realidad tan pesimistas como los que no tienen siquiera el valor de hablar de su pesimismo, y en realidad Chamisso sabía en el fondo, al quejarse poéticamente de todo eso, que se iba a liberar de ello.
Pero por lo menos literariamente, Chamisso hace alarde en su
Maravillosa historia
de toda clase de pesimismos, por otra parte tan del gusto de la época. Y de escenas de lágrimas. Cuando
Schlemihl
y Bendel se encuentran después de uno de los numerosos fracasos que produce la falta de sombra, se arrojan llorando uno en brazos de otro. Y el mismo
Schlemihl
se echa a llorar amargamente porque con las botas de siete leguas no puede ir a una isla que está a distancia no a propósito para sus largos pasos y por eso se «siente como en una prisión». Sin pararse a pensar en la inmensa ventaja de poder dar vueltas por todo el Mundo tan fácilmente. Pero, como buen pesimista, le angustia profundamente ese pequeño detalle de la isla y se echa a llorar. Pero es que si no, quizás, no le gustaría a la gente el relato. Y ni siquiera a él mismo, como buen romántico, si se sintiera imposibilitado de hacer de vez en cuando consideraciones lamentables sobre alguna que otra desgracia.
Sadismo literario
Otra concesión al pesimismo general y a los gustos de la época es el último encuentro de Mina y
Schlemihl
.
Schlemihl
podía haberse dado a conocer y se hubiera casado con Mina. Pero
Schlemihl
ni lo intenta; se va. Y probablemente es que, si se hubieran casado,
Schlemihl
y Mina hubieran sido muy felices, pero los lectores no. ¿Qué iban a hacerse ellos y el autor con un final feliz? Y es preferible que los lectores queden felices aunque a los protagonistas les cueste una gran desgracia. La incapacidad de los románticos para literarizar sobre la felicidad parece que no se puede achacar más que a un soterrado y viejo sadismo contemplativo.
Un apacible pesimismo estoico
De todos modos, Chamisso con su historia no parece culpable del todo de ese sadismo contemplativo. No le da a la historia un final trágico, sino un final de tono más bien estoico, todo dentro de un moderado pesimismo apacible nada más, que encubre en el fondo un yo escondido que puede ser feliz aun sin muchas cosas que necesitaría terriblemente para ser feliz (el amor y el dinero como posibilidad de llegar a muchas cosas). Claro que puede pasar sin el amor y sin la bolsa mágica de la fortuna, porque tiene las botas de siete leguas que le dan para vivir recogiendo marfil y para divertirse con su afán científico. Es una felicidad parcial, al estilo estoico, que sería más grande si tuviera también el amor. En realidad, sólo le falta el amor. ¿Es que a Chamisso le interesaba más que nada la ciencia? ¿O es que la maravillosa historia de
Schlemihl
es la historia de no haber encontrado el amor?
Un final profético
El final de
La maravillosa historia de Peter Schlemihl
, para ser aún más exactamente la historia de Chamisso, tiene un final profético.
A los dos años de haberla escrito, Chamisso, ayudado siempre por sus amigos, consigue el puesto de naturalista en el barco ruso que dará la vuelta al Mundo. Lo mismo que su héroe fingido, Chamisso va de una isla a otra, de un continente a otro, durante tres años, observando, estudiando plantas y animales y haciendo unas estupendas notas que le servirán luego para su diario.
Temor al fracaso
La maravillosa historia de Peter Schlemihl
fue el último relato en prosa que escribió Chamisso. No quiso volver a tentar a la fortuna, según él mismo dijo, por miedo a no tener el mismo éxito con otra nueva. Una posición muy romántico-pesimista: ante el riesgo, se elige definitivamente lo peor. O quizás fuese también que no se le ocurría escribir otra, porque aquella había sido su vida, que era una nada más.
Manuela González-Haba
Se indican año y título original de la obra, así como título de la primera traducción castellana y año de la misma.
1806 -
Adelberts fabel
- Fábula de Adelbert
1806 -
Fortunati glücksäckel und wunschhütlein
[52]
- La bolsa de la suerte y el sombrerito de los deseos de Fortunato
1814 -
Peter Schlemihls wundersame Geschichte
-
Pedro Schlemihl o el hombre sin sombra
(1899)
1825 -
Die Wunderkur
[53]
- La curación maravillosa
1831 -
Gedichte
[54]
[Contiene:
Der dichter
;
Lieder und lyrisch epische gedichte
;
Sonette und terzinen
;
Gelegenheits-Gedichte
;
In dramatischer form
(
Der tod Napoleons; Faust
);
Übersetzungen
;
Aus dem Musenalmanach 1804-1806
;
Gedichte in sonstigen einzelveröffentlichungen
;
Aus Bérangers lieder
;
Posthum veröffentlichte gedichte
] - Poesías [Contiene: El poeta; Canciones y poesías épico-líricas; Sonetos y tercetos; Poesías de circunstancias; Poesías en forma dramática (La muerte de Napoleón; Fausto); Traducciones (en verso); Poesías publicadas en el
Almanaque de las Musas
(1804-1806); Poesías aparecidas en publicaciones especiales; Canciones de Béranger; Poesías póstumas]
1836 -
Reise um die Welt mil der Romanzoffíschen Entdeckungs-Expedition in den jahren 1815-1818
[Contiene:
Tagebuch
;
Bemerkungen und ansichten
[55]
;
Notice sur les iles de corail du gran Océan
[56]
] - Viaje alrededor del Mundo con la expedición Romanoff para hacer descubrimientos en los años 1815-1818 [Contiene: Diario; Notas y opiniones; Noticia sobre las islas de coral del gran Océano]
1864 -
Aufsätze
[Contiene:
Memoire über die ereignisse bei der kapitulation von Hameln
;
Zur geschichte der zensur
;
Über zensur und pressfreiheit
;
Keine kritik, eine hinweisung
;
Über die hawaiische sprache
;
Rechenschaftsbericht von den fortgesetzten studien der hawaiischen sprache
;
Gedichte von Ferdinand Freiligrath
[57]
] - Artículos [Contiene: Memoria sobre lo sucedido en la capitulación de Hameln; Sobre la historia de la censura; Sobre la censura y la libertad de prensa; La falta de crítica; Sobre el lenguaje hawaiano; Comunicación sobre estudios de la lengua hawaiana; Las poesías de Ferdinand Freiligrath]
ADELBERT VON CHAMISSO nació el 30 de enero de 1781 en la región de Champagne, en Francia, y falleció en Berlín, Alemania, el 21 de agosto de 1838. De padres acaudalados, su familia huyó de Francia por la Revolución Francesa cuando él era un niño, se asentaron en Berlín, y aunque su familia con el tiempo pudo regresar a su país natal, él prefirió permanecer en Alemania, donde hizo carrera militar al mismo tiempo que se instruía en la literatura y la ciencia de forma autodidacta. Tras su experiencia militar y varios años dedicándose a la docencia, se enrola en un proyecto botánico para viajar alrededor del mundo a bordo del buque Rurik, viaje que narró en su
Reise um die Welt mit der Romanzoffischen Entdeckungs-Expedition (Viaje alrededor del mundo)
, y que le sirvió para documentar el tomo científico «Notas y opiniones sobre un viaje de exploración» bajo la dirección de Kotzebue. Como poeta llegó a ser una figura importante del Romanticismo alemán, formando parte del exclusivo círculo de Madame de Stäel, pero también es notoria su actividad como botánico, ya que identificó y catalogó numerosas especies vegetales en sus múltiples viajes. En 1813 escribió su relato más conocido:
Peter Schlemihl, el hombre que vendió su sombra
.
[1]
Esta «mirada inocente» no es otra que la del pícaro.
<<
[2]
Soy viejo ya, el curso de los tiempos me reclamaa menudo historias ocurridas hace mucho,
y yo las cuento, aunque nadie las escuche.
Sé, por ejemplo, por la crónica y por poemas,
lo que ocurrió en Ferrara durante la peste,
y de ello voy a contar un episodio.
<<
[3]
Tengo los ojos turbios, está muda mi boca,me dices que te cuente la razón.
Tus ojos son claros, tu boca es roja,
y lo que tú desees, es para mí un precepto.
Mis cabellos son grises, mi corazón está herido,
tú eres tan joven y tan sana.
Me dices que te lo cuente, y me lo pones tan difícil,
te miro y tiembla todo mi ser.
<<