Read La guerra interminable Online
Authors: Joe Haldeman
—Me gustaría saber qué informe presentó el viejo Stott sobre mí —comenté, abriéndola en la primera página.
Adherida a ella había una pequeña hoja cuadrada. Las otras eran de un blanco inmaculado, pero ésa mostraba el amarillo del tiempo y el desgaste en los bordes. La escritura me resultó conocida, demasiado conocida, a pesar del tiempo transcurrido. Estaba fechada doscientos cincuenta años atrás.
Los ojos se me llenaron súbitamente de lágrimas. No tenía la menor esperanza de que estuviera viva, pero al ver aquella fecha sentí la confirmación de su muerte.
—William, ¿qué…?
—Déjame solo, Charlie. Un minuto, ¿quieres?
Me sequé los ojos y cerré la puerta. No quería siquiera leer esa maldita nota. Si pensaba comenzar una vida nueva debía dejar atrás a todos los fantasmas antiguos. Pero hasta un mensaje proveniente de la tumba era en cierto modo un contacto. Volví a abrirla.
11 de octubre de 2878
William:
Todo esto figura en tu ficha personal, pero como te conozco no me extrañaría que la tiraras sin leerla. Por eso me aseguré de que recibieras esta nota.
No hace falta decirlo: sobreviví. Si tú también estás vivo, ven a buscarme.
Sé por los registros que estás en Sade-138 y no volverás al menos en un par de siglos. No importa. Voy a una planeta que llaman Dedo Medio, el quinto desde Mizar. Está a dos saltos colapsares; diez meses subjetivos. Dedo Medio es una especie de Coventry para heterosexuales. Lo llaman «base de verificación eugenésica».
No importa. Aunque tuve que invertir en ello todo mi dinero y el de otros cinco antiguos compañeros, hemos comprado un crucero a la FENU, para usarlo como máquina del tiempo.
Eso significa que estoy en un vehículo relativista; allí te esperaré. No haremos más que alejarnos cinco años-luz y regresar a Dedo Medio a toda velocidad. Cada diez años envejezco más o menos un mes. Si todo marcha bien, tendré sólo veintiocho años cuando llegues. ¡Date prisa!
Nunca encontré a otro que me gustara; tampoco quiero encontrarlo. No me importa si tienes treinta años o noventa. Si no puedo ser tu amante seré tu enfermera.
Marygay
—¿Oiga, encargado?
—¿Sí, mayor?
—¿Conoce un planeta llamado Dedo Medio? ¿Está todavía allí?
—Por supuesto. ¿Dónde quiere que esté? —La pregunta era razonable—. Es un sitio muy bonito; un planeta edénico. A algunos no les parece muy divertido.
—¿Qué significa todo esto? —preguntó Charlie interesado.
Tendí al encargado el vaso vacío y respondí:
—Acabo de descubrir adonde vamos a ir.
De La Nueva Voz, Paxton, Dedo Medio 24-6 14/2/3143
NACE EL PRIMOGÉNITO DE UN VETERANO
Marygay Potter de Mandella (calle Post 24, Paxton) dio a luz el viernes pasado a un hermoso varón de 3,100 kilos.
Marygay afirma ser la segunda en edad entre los residentes de Dedo Medio, pues nació en 1977. Combatió durante la mayor parte de la Guerra Interminable y finalmente aguardó a su esposo durante doscientos sesenta y un años, en el vehículo cronológico.
El bebé, que aún no ha sido bautizado, nació en su domicilio bajo la atención médica de la doctora Diana Alsever de Moore, amiga de la familia.
FIN
[1]
En castellano en el original. (N. de la T.)
[2]
En castellano en el original. (N. de la T.)
[3]
Juego de palabras basado en la similitud fonética de under way («en marcha») y under weight («bajo efectos del peso»). (N. de la T.)