Yo misma estoy pensando en buscar una excusa para desviarme hacia allí.
Y, tal como tú misma has señalado, la
Follacarne
se dirige hacia el Remolino
Inferior
, no el Superior.
ºº
Existe la posibilidad de un encuentro en esa dirección. ¿Hace falta que te lo deletree? Y la cuestión sigue siendo la misma: esos son los únicos tres itinerarios que se modifican en el mismo punto.
ªª
Se alteran en el transcurso de cinco horas. Yo no llamaría a eso un "punto". Y aunque fuera así, ¿qué pasa? ¿Y qué tiene de especial esa fecha, hace diecinueve o incluso diecinueve/dos días?
ºº
[punto estrecho intermitente, M32]
¿No te preocupa la posibilidad de que haya una conspiración en marcha en el seno de un comité de Contacto/CE, al máximo nivel? Lo que estoy insinuando es que podrían tener información anterior; que nuestros colegas no nos han transmitido algún detalle o dato. Eso es lo que tiene de especial la fecha; está más próxima que hace cincuenta y siete días, cuando ocurrió lo que quiera que ocurriese en las proximidades de la Excesión.
ªª
Sí sí sí. Pero: ¿Y QUÉ? Mi querida nave: ¿Cuál de nosotras no ha participado alguna vez en una conspiración, una estratagema o un plan secreto, un ardid o diversión, algo de naturaleza laberíntica y complicada y relacionado con cuestiones de considerable importancia? ¡Eso es lo que hace que merezca la pena vivir! ¿De modo que a algunos de nuestros colegas del Grupo Nuclear les da en la nariz que hay algo interesante en la región? ¡Me alegro por ellos! ¿Acaso nunca te has encontrado con alguna pista, algún secreto, algún atibo de algún entretenimiento, diversión, broma o foco de contemplación que mereciera alguna actuación por tu parte y te has reprimido por haber sentido reservas relativas a las complicaciones potenciales, el deseo de no parecer presumido o un sencillo afán de privacidad?
En serio, no creo que exista ninguna conspiración y, aun en el caso de que existiera, sería inofensiva. Aparte de todo lo demás, hay una cuestión que, creo, todavía no me has aclarado:
¿para qué
es esa conspiración? Si se trata meramente de un par de Mentes que se han enterado de que pasa algo raro en el Remolino Foliar Superior y están llevando a cabo una búsqueda allí, ¿merecen otra cosa que nuestra felicitación?
ºº
¡Pero es que nunca había sucedido algo tan importante como esto! Probablemente este sea nuestro primero PCE y puede ser que no estemos preparados para el desafío que representa. ¡Maldición, me hace sentir avergonzada! ¡Estoy angustiada! Durante milenios nos hemos congratulado de nuestra sabiduría y madurez y nos hemos solazado en nuestra independencia frente a los impulsos más elementales y frente a la ignominia de pensamiento y acción que produce la desesperación nacida de la indigencia. Mi miedo
–
¡mi terror!
–
es que la independencia de las preocupaciones materiales nos haya cegado a nuestra auténtica naturaleza subyacente: que nos hayamos comportado bien porque nunca hemos tenido que elegir entre eso y otra cosa.
¡El altruismo nos ha sido impuesto!
Ahora, de improviso, nos encontramos con algo que no podemos manufacturar ni aislar, algo que nos es tan preciado como eran los metales preciosos, las gemas o las tierras de los demás para los monarcas de antaño, y puede que descubramos que estamos tan preparados para engañar y mentir y maquinar y planear como cualquier tirano sanguinario y que contemplemos la posibilidad de adoptar cualquier medida, por muy reprobable que pueda parecer, para apoderarnos del el premio. Es como si hubiéramos sido niños hasta ahora, jugando con despreocupación, metidos en unos zapatos de adulto que nos venían demasiado grandes, asumiendo alegremente que cuando seamos mayores nos comportaremos como lo hemos hecho en la precipitada y despreocupada inocencia que nuestra vida ha sido hasta el momento.
ªª
¡Pero, mi querido amigo, nada de eso ha
ocurrido
aún!
ºº
¿Acaso tú no has realizado proyecciones? Seguí tu consejo de pasar más tiempo en proyectos metamáticos, modelando el curso de los acontecimientos posibles, tratando de adivinar la forma del futuro. Los resultados me preocupan. Lo que siento en mi interior me preocupa. Me pregunto hasta dónde no estaríamos dispuestos a llegar para alcanzar el premio que puede ofrecer esta excesión.
ªª
Yo me refería a que deberías pasar más tiempo disfrutando, como bien sabes. Además: simulaciones, abstracciones, proyecciones no son más que eso; no son la realidad de lo que pretenden representar. Dirige tu atención al curso real de los acontecimientos. Tenemos un fenómeno fascinante ante nosotros y estamos tomando todas las precauciones razonables para enfrentamos a él, o prepararnos para hacerlo. Algunos de nuestros colegas muestran una laudable capacidad de iniciativa mientras que otros
–
nosotros
–
exhibimos una prudencia no menos encomiable que su ambición
–
y, en suma, complementaria a ella
–
. ¿Qué hemos de temer en este caso salvo los productos de una imaginación desbocada que pueden perfectamente ser el resultado de apartar la mirada más de lo debido de la escala de lo relevante?
ºº
Supongo que tienes razón. Puede que sea cosa mía. Lo cierto es que veo señales preocupantes por todas partes. Me atrevo a decir que debo de ser yo. Todavía he de hacer algunas averiguaciones pero comprendo lo que quieres decir.
ªª
Haz todas las averiguaciones que debas pero, francamente, creo que es ese constante deseo de investigar lo que te provoca tanto dolor. Cuando uno posee la capacidad de investigar un asunto de forma tan exhaustiva como nosotros... y con tanta capacidad de llevar a cabo referencias cruzadas como nosotros, cuanto más detenidamente examina
cualquier cosa,
más coincidencias encuentra, por muy inocentes que sean.
¿Qué sentido tiene mirar las cosas tan de cerca que uno pierde la visión de la superficie iluminada por el sol?
Deja la lupa y levanta la copa, amigo mío.
¡Quítate la túnica de académico y ponte los pantalones de payaso!
ºº
Te agradezco el consejo. Estoy más tranquilo, pensaré en lo que has dicho. Mantente en contacto. Adiós por ahora.
[haz estrecho intermitente, M32, tra. @n4.28.862.3465]
º º Excéntrica
Liquídalos más tarde
ª ª VSL
Solo llamadas serias
ºº
Y yo creo que deberías informarlo. Ahora es casi seguro que sospecha que formas parte de la conspiración.
ªª
¡Tengo una imagen que mantener! Y me atrevo a señalar que sigue en la ignorancia. Aún no estamos seguros de que exista otra conspiración que los típicos duelos de astucia y engaños que a veces entablamos. ¿De qué serviría extender formalmente el círculo de nuestras preocupaciones? Nuestro detective está comportándose como si fuera uno de nosotros a pesar de que no está al tanto de nuestro escepticismo. En este momento no tenemos nada que ganar haciéndolo subir a bordo. Si es sincero, se aplicará en nuestro objetivo y si es descubierto, la sombra de la culpa no se proyectará sobre nosotros. Si es una prueba, podría
–
podrían
–
decidir tentarnos con más información de genuino interés, sin el menor coste para nuestra virtud. ¿Estamos de acuerdo? ¿Te he convencido? En cualquier caso, ya basta; ¿tenemos un plan? ¿Cuál ha sido el resultado de tus investigaciones?
ºº
Frustrantemente vago. Una búsqueda exhaustiva ha arrojado una posibilidad remota... pero sigue siendo una improbabilidad fundada sobre una incertidumbre.
ªª
Cuéntame, por favor.
ºº
Bueno... permite que te haga una pregunta. Según tú,
¿cuáles
han sido las consecuencias de la comunicación con nuestro mutuo amigo?
ªª
Bueno, pues que se nos permite participar de su inimitable objetividad. ¿Qué si no?
ºº
Eso forma parte del volumen general de mis preocupaciones. No diré nada más.
ªª
¿Qué? No seas ridículo. Explícate.
ºº
No. Ya sabes que lo que le has dicho a nuestra inconsciente camarada en la sospecha sobre no hacer públicas las líneas de investigación que podrían provocar desconcierto...
ªª
¡Es injusto! ¡Después de todo lo que yo te he contado!
ºº
Sí, incluida la excitante posibilidad de verme involucrada en el asunto, para empezar. Muchas gracias.
ªª
¿Me echas
eso
en cara? Ya te he dicho que lo
siento.
Ojalá nunca te hubiera dicho nada.
ºº
Sí, pero si
La impaciencia por la llegada de un nuevo amante
descubre quién transmitió la información que condujo a la búsqueda de
la Destino susceptible de cambio...
ªª
Lo sé, lo sé. Mira, estoy haciendo todo lo que puedo. He pedido que alguna nave comprensiva se desvíe a Miseria, por si acaso. Es allí donde
mis
predicciones sitúan posibles maniobras futuras.
ºº
¡Carne! Si llegamos a eso...
La asustada bolalada rebotó en el centro de la pared de máxima puntuación y salió despedida directamente hacia Genar-Hofoen. Las diminutas alas recortadas de la criatura batieron desesperadamente la atmósfera, tratando de enderezarla y liberarla. Uno de los nudosos miembros tenía un desgarrón y puede que estuviera roto. Empezó a curvarse mientras se aproximaba al humano. Este preparó el bate y golpeó con todas sus fuerzas a la pequeña criatura, que salió despedida, dando vueltas y aullando. Su intención había sido lanzarla contra la pared de máxima puntuación pero el batazo había errado por poco, lo que había hecho que girara sin control y que se dirigiera contra la esquina que separaba la pared de máxima puntuación y el amortiguador del lado derecho. Mierda, pensó. La bolalada sacudió las alas en la atmósfera y se desvió más aún hacia la zona de falta.
Cinco Mareas se adelantó sin perder un instante y, con un repentino y elegante movimiento del bate –y un resonante «¡Ja!»– volvió a enviar la bolalada contra el centro de la pared de máxima puntuación. Rebotó ruidosamente contra la rodela y salió despedida como un pedazo de metralla que Genar-Hofoen sabía que le sería imposible interceptar. Trató de alcanzarla de todos modos, pero la criatura pasó a más de medio metro de su bate extendido. Cayó y rodó por el suelo mientras el traje de gelcampo se tensaba con fuerza a su alrededor para absorber el impacto. Se sentó en el suelo y miró a su alrededor. Tenía la respiración entrecortada y el corazón le latía en el pecho con la fuerza de un martillo. Jugar a aquello contra otro ser humano no hubiera sido ninguna broma en gravedad Afrentadora. Hacerlo contra un Afrentador, aunque tuviera la mitad de los tentáculos atados a la espalda, era todavía más complicado.
–¡No tiene caso! –bramó Cinco Mareas mientras se acercaba a la bolalada, que yacía inmóvil cerca del fondo de la pista. Al pasar junto a Genar-Hofoen, metió un tentáculo bajo su barbilla y la levantó. Es casi seguro que el gesto pretendía ser amigable pero hubiera partido un cuello humano sin protección. Genar-Hofoen se vio impulsado como un proyectil de catapulta hacia el techo de la pista, sacudiendo los brazos.
~
¡Idiota!
–dijo el traje mientras Genar-Hofoen llegaba al cénit de su trayectoria. Este asumió que se refería a Cinco Mareas.
Un tentáculo se enroscó alrededor de su cintura con la rapidez de un latigazo.
–¡Ups! –dijo Cinco Mareas y lo bajó al suelo con sorprendente delicadeza–. Perdona por eso, Genar-Hofoen –gritó–. Ya sabes lo que dicen: "los chicos listos conocen sus propias fuerzas cuando se divierten", ¿eh? –Le dio al humano unas palmadas relativamente suaves en la cabeza y se acercó al cuerpo inmóvil de la bolalada. La empujó con el bate.
»Ya no las crían como antes –dijo y emitió un sonido que Genar-Hofoen tuvo que interpretar como un suspiro.
~
Montón de mierda con tentáculos
–dijo el traje.
~ ¡Pero bueno, traje! –pensó, divertido.
~
Vaya...
El traje no estaba de buen humor. Últimamente estaban pasando mucho tiempo juntos. No confiaba en el sistema de contención que rodeaba los aposentos de Genar-Hofoen y había insistido en que el humano lo llevara puesto incluso mientras estuviera durmiendo. Genar-Hofoen había refunfuñado, pero no mucho. Había demasiados olores raros en sus aposentos como para que tuviera una fe completa en lo que los Afrentadores pudieran ofrecerle a un humano en términos de soporte vital. Lo máximo que el traje de gelcampo estaba dispuesto a hacer durante la noche era quitarle la sección facial para que pudiera dormir con la cara destapada. De este modo, aun en el caso de que el medio se colapsara inesperada y completamente, el traje podría protegerlo.
Cinco Mareas levantó la bolalada con el extremo del bate y la arrojó contra el muro transparente de la pista, donde se encontraban los asientos de los espectadores. A continuación golpeó el muro con fuerza, lo que despertó al joven que dormitaba al otro lado.
–¡Despierta,
pellejo
vago! –rugió–. ¡Otra bolalada, imbécil!
El adolescente Afrentador se levantó de un salto sobre las puntas de los tentáculos, sacudió violentamente los apéndices oculares de un lado a otro y a continuación introdujo un tentáculo en una pequeña jaula que había a su lado mientras con otro abría la puerta de la pista. Escogió una de las doce bolaladas que contenía la jaula y le entregó la temblorosa criatura al Afrentador adulto, quien la aceptó y a continuación se acercó con un movimiento brusco al adolescente y emitió un siseo que hizo que se encogiera. Se apresuró a cerrar la puerta.