El Periquillo Sarniento (118 page)

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Authors: José Joaquín Fernández de Lizardi

Tags: #clásico, humor, aventuras

BOOK: El Periquillo Sarniento
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[133]
No podía
ladrar y así sólo gemía.
<<

[134]
En el día
con gran dolor vemos lo poco usado de esta loable práctica de
recibir aprendices con escritura; pero cuando estaba en uso se
recibían los aprendices bajo las obligaciones y condiciones
siguientes: el maestro se obligaba a enseñar al aprendiz su
oficio sin ocultarle nada, dentro de un tiempo determinado, que
regularmente eran cuatro años, pudiendo a este efecto
castigarle con prudencia y moderación sin herirlo ni lastimarlo
gravemente; a darle alimentos, ropa limpia y cama; a que si no estuvo
hábil en el dicho tiempo, pagar a otro maestro de la misma
profesión o arte el trabajo de enseñarlo; y si esto no
quería, a tener en su casa al aprendiz en clase de oficial
pagándole salario de tal todos los días. El otorgante,
padre, pariente, etc., del aprendiz se obligaba a que éste
había de servir dicho tiempo no sólo en lo concerniente
al oficio, sino en lo que se le ofreciera a su maestro, siendo cosa
decente y no impidiéndole el tiempo de aprender. Éstas y
otras condiciones igualmente justas pueden verse en el
Febrero
, ilustrado por don Marcos Gutiérrez, part. I,
tom. 2, cap. 26.
<<

[135]
Tatita
,
diminutivo de
Tata
, que entre la gente vulgar sustituye al
nombre de
padre
, como el de
nana
al de
madre
, así como entre la gente decente se dice:
Papá
,
Mamá
. E.
<<

[136]
Esta voz es en
castellano sinónima de
chinela
, pero entre nosotros
significa el zapato que, por viejo o de intento, tiene doblado para
adentro el talón, con cuyo motivo hace un ruido desagradable al
andar con él. E.
<<

[137]
Esta
locución tuvo origen de que, pidiéndose una poca de agua
en el cuarto o accesoria de la gente muy pobre, se daba un jarro de
barro común; pero los que siendo algo más acomodados
vivían en estas accesorias con su altito, presentaban el agua
en una taza poblana sobre un plato, porque el precio alto de los vasos
de cristal en aquella época remota no estaba al alcance sino de
los ricos y gente bien acomodada. E.
<<

[138]
Un recodo que al
lado de un puente hace la acequia principal por el barrio de San
Pablo, donde sin pagar se lavan los muy pobres. E.
<<

[139]
Así se
llamaba un tribunal especial compuesto de doctores en medicina que
conocía en los negocios de su facultad. E.
<<

[140]
[«padecer» en el original (N. del E.)]
<<

[141]
Para inteligencia de algunos lectores
pareció conveniente poner en castellano los latinajos que
ensarta el doctor, como otros que se hallan esparcidos en toda la
obra; y se han intercalado en ella las traducciones evitando la
fastidiosa aglomeración de notas y llamadas que
interrumpirían su lectura. Esta advertencia es aquí
necesaria para que no se extrañe en la página siguiente
que diga Periquillo que
no entendió muchos de estos
terminotes
. N. del E.
<<

[142]
Dios nos remediará.
<<

[143]
Como medio necesario para la salvación
y por la obligación de cumplir el precepto en artículo
de muerte. Pero es así que etc. N. del E.
<<

[144]
Resucitó a Lázaro ya corrompido
el sepulcro. N. del E.
<<

[145]
Yo soy la resurrección y la vida, y el
que cree en mí vivirá, aunque ya esté
muerto. N. del E.
<<

[146]
Voz de que se usaba en los trucos, y
después en el juego del billar, para dar a entender que un
lance salió bien por casualidad, y no por destreza del
jugador. N. del E.
<<

[147]
Scribere conavar verba soluta modis,

Sponte sua carmen numeros veniebat ad aptos.
<<

[148]
Por no ser muy comunes las obras de Sor
Juana, se pone aquí su contestación, que está en
el tomo 2 de sus obras. N. del E.

Señora, aquel primer pie
Es nota de posesivo,
Y es inglosable, porque
Al caso de genitivo
Nunca se pospone el
de
.
Y así el que apuesta Quinti-
lla hizo y quedó tan ufa-
no, pues tiene buena ma-
no, glose esta redondi-
lla
-no el sentido no topo,
Y no hay falta en el primor,
Porque es pedir a un pintor
Que copie con un hisopo.
Cualquier facultad enseña
Si es el medio desconforme,
Pues no hay músico que forme
Harmonía en una peña.
Perdonad, si fuera del
Asunto ya desvarío
Porque no quede vacío
Este campo de papel.
<<

[149]
No es traducción literal, sino
alusión a la oda 22 de Horacio que comienza:
Integer vitae
scelerisque purus
etc.
<<

[150]
Aunque vulgarmente llaman así a las
escalerillas de tablas para cargar algo a cuestas, es con
equivocación, pues su nombre en idioma mexicano es
cacaxtli
. N. del E.
<<

[151]
En el modo común como los indios se
cortan el pelo, les queda un trozo de éste delante de cada
oreja que llaman
barcarrota
, y aludiendo a esto se les dice
por apodo
cuatro-orejas
. N. del E.
<<

[152]
Se entienden los del tramposo:
tarde,
mal o nunca
. N. del E.
<<

[153]
Son dignas de notarse las palabras de don
Marcos Gutiérrez en su ilustración al
Febrero
,
part. I., tom. I., cap. 7. La ignorancia (dice), que ha adoptado
tantas veces como verdades inconcusas los errores más funestos
para la humanidad, ha permitido y aun fomentado los vínculos y
mayorazgos creyéndolos útiles al estado, sin embargo de
ser muy contrarios a la población. Ésta es en toda
sociedad proporcionada a su subsistencia, la cual disminuyen sobre
manera las vinculaciones por destinar a uno sólo lo que
corresponde y debe distribuirse entre muchos. Cáusame
admiración ver propagada por casi toda la Europa una tan fatal
institución como los mayorazgos, cuando a primera vista choca y
ofende a todo corazón humano y sensible que muchos hijos
menores hayan de ser sacrificados a un hijo mayor, y que
aquéllos hayan de pasar su vida en la miseria e indigencia para
que éste pueda hacer ostentación de su lujo, de sus
facultades y aun tal vez de sus vicios. No es lo que importa al estado
el que unas pocas familias conserven su lustre y esplendor a costa de
infinitas sumergidas en la desdicha y obscuridad, sino el que por
medio de la mejor distribución de las riquezas puedan todos los
ciudadanos vivir con desahogo y comodidad. Estas verdades que los
escritores económicos nos han demostrado con la mayor
evidencia, y que debieran ser más conocidas del vulgo, no se
han escapado de los ojos perspicaces de nuestro ilustrado gobierno,
quien al mismo tiempo ha conocido otros perjuicios considerables que
han hecho y hacen al estado las vinculaciones. Prueba manifiesta de
todo esto son las varias reales órdenes que, oponiendo
diferentes obstáculos a la institución de mayorazgos y
vínculos, y concediendo ciertas facultades para la
enajenación de sus bienes, conspiran sabiamente a impedir su
aumento, y aun a disminuir el número de los ya establecidos.
<<

[154]
El autor citado dice irónicamente
que es cosa de la mayor importancia para el estado y para los mismos
fundadores de mayorazgos que se conserve su memoria hasta la
más remota posteridad, por la grande hazaña y heroica
acción de haber vinculado sus riquezas y motivado, como
regularmente sucede, muchos y dilatados pleitos tan conducentes para
el bienestar y tranquilidad de las familias.
<<

[155]
Ses. 25, cap. 18. Excomulga el Santo
Concilio en este lugar a todas y cualesquiera personas, de cualquiera
calidad que sean, tanto clérigos como legos, seculares o
regulares, gocen de la dignidad que gozaren, si de cualquiera manera
obligaren a alguna doncella, viuda u otra mujer… a entrarse en
monasterio, a recibir el hábito de cualquiera religión o
a profesar en ella. Excomulga también a todo el que para ello
diere consejo, auxilio o favor, y lo que es más, a cuantos
sabiendo que el ingreso al monasterio, la toma de hábito o la
profesión, es a fuerza, interpusieren para el acto su autoridad
o su presencia. De suerte que, como dice el señor Boneta, en
sentir del eximio Suárez, los agresores de esta violencia
incurren en tres excomuniones: en la primera, por el ingreso al
monasterio; en la segunda, por la recepción del hábito;
y en la tercera, por el acto de profesión. Hay casos, dice este
autor, en que se justifica el tomar lo ajeno o el matar a otro; pero
el violentar a una hija a que sea monja, no hay caso que lo justifique
ni lo pueda justificar (En su libro
Gritos del Infierno
,
pág. 211-12).
<<

[156]
Hasta hoy conserva este nombre el edificio
destinado anteriormente a la corrección de mujeres malas; pero
ya hace mucho tiempo que por falta de fondos no ha servido a los
objetos de su institución, sino muchas veces de cuartel, y
ahora últimamente se ha establecido en él la
fábrica de puros y cigarros. N. del E.
<<

[157]
Bien conocido es de los eruditos el toro de
Falaris. Éste era un buey grande y hueco, hecho de bronce,
dentro del cual dicho tirano hacía meter a los que
quería atormentar extrañamente, y estando encerrados
hacía poner fuego alrededor del toro, el que penetrando a los
infelices los hacía morir entre las más terribles
ansias, crujiendo el aire sus ayes que parecían bramidos de la
infernal máquina.
<<

[158]
Nada tiene de violento ni fabuloso este
pasaje, mil han sucedido por su tenor. El doctor Boneta, en su librito
ya citado,
Gritos del Infierno
, a la pág. 210 refiere
que «una de estas forzadas, estando para morir, preguntó al
confesor:
Padre, si me muero, ¿dejaré de ser monja?
, y
respondiéndola que sí, empezó ella misma a
cerrarse los ojos y a hacer los esfuerzos más rabiosos para
adelantarse la muerte». Hasta aquí el autor citado. Y ¿que
será esto lo más ni lo único que se ha visto con
estas pobres que han sido monjas contra su voluntad? ¡Quiéralo
Dios! Pero México mismo ha visto casos funestísimos
tejidos de la propia tela, que no referimos porque algunos son muy
recientes y privados para muchos. ¡De cuántos crímenes
son reos ante el cielo los que violentan a sus hijas a ser monjas, y
de cuántos modos puede hacerse esta violencia! Lo conciso de
una nota no permite hacer una completa explicación; pero los
padres timoratos y amantes de sus hijas ya se guardarán de
forzarles su inclinación ni con amenazas, ni con ruegos, ni con
promesas, ni con halagos, ni con persuasiones, ni con nada que huela a
fuerza física o virtual, si no quieren comparecer reos de la
más rigorosa responsabilidad ante el más justo de los
jueces.
<<

[159]
Aut. 4, tít. 12, lib. 7 de la
Recopilación
en el § 26.
<<

[160]
Don Marcos Gutiérrez en su
Febrero
reformado en comprobación de esta
decisión legal trae el caso ejecutoriado entre don Antonio
Zorraquín, mercader, y don Eugenio Cachurro, su deudor de
más de doce mil reales que le prestó para su boda. El
citado mercader puso pleito ejecutivo al segundo el año de 1760
exigiéndolo de paga, el juez declaró por nula la
escritura de obligación como hecha contra ley expresa, y el
consejo confirmó la sentencia en
apelación.
Febrero
, P. 1, tom. 2, cap, 18 § 25.
<<

[161]
Esto se entiende
cuando no humea
por holgazanería, inutilidad o mala versación del
marido, como en el caso de Perico; pero cuando no humea por su
pobreza, entonces la mujer siempre debe ser fiel, y aun ayudarle a su
marido; porque Dios, cuando crió la mujer al primer hombre, no
dijo: hagámosle una ama a quien sirva, ni una ociosa a quien
mantenga, sino una mujer que le ayude como a su
semejante.
Faciamus ei adjutorium simile sibi
.

Otra
: La moral del lugar anotado y de la nota
anterior no es pura. Por más pícaro y abandonado que sea
uno de los consortes en el cumplimiento de sus obligaciones, no por
esto se exime el otro del deber de cumplir con las suyas; y así
es que en ningún caso la mujer debe ser infiel a su marido, ni
éste tampoco a su mujer. N. del E.
<<

[162]
Hay parteras tan ignorantes que creen
facilitar los partos con las uñas, y hay otras que sustituyen a
las naturales unas uñas de plata u otro metal para el mismo
efecto. ¡Cuidado con las parteras!
<<

[163]
No hay que hacer: los hombres mil veces
tienen la culpa de que sus mujeres sean malas. Las mujeres, y
más las mujeres que se casan muy niñas, regularmente
están en disposición de ser lo que los maridos quieren
que sean.
<<

[164]
Eclesiást., cap. 6, vs. 8, 10, 14,
15 y 17; cap. 22, vs. 28 y 31; cap. 26, vs. 12 y 23.
<<

[165]
Con este nombre suele designarse la amiga o
mujer con quien se vive en amistad ilícita. N. del E.
<<

[166]
Lo mismo que manceba, amiga o
barragana. N. del E.
<<

[167]
Los que hayan tenido la paciencia de
atender a muchas relaciones de mendigos sabrán que no hay
aquí nada de falso.
<<

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