Historia Verdadera de la conquista de la Nueva España (106 page)

BOOK: Historia Verdadera de la conquista de la Nueva España
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[63]
Testado en el original: «porque era muy buen cristiano y de virtudes muy cumplido».
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[64]
Testado en el original: «que había ido a comprar yeguas y becerras, según lo tengo ya dicho».
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[65]
Tachado en el original: «y en muchas partes de la cristiandad».
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[66]
Tachado en el original: «y aun hicieron escribir al religioso que venía por provincial de Santo Domingo, que había venido de Castilla con el Luis de Ponce de León, que se decía fray Tomás Ortiz».
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[67]
Testado en el original: «y demás desto enviaron con las cartas unos renglones de libelos infamatorios que hallaron a un Gonzalo de Campo contra Cortés, en que decía en ellos:

¡Oh, Fray Hernando, provincial:

más quejas van de tu persona

delante Su Majestad,

que fueron del duque de Arjona

delante tu general!

e dejo yo describir otros cinco renglones que le pusieron, porque no son de poner de un capitán valeroso como fue Cortés».
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Testado en el original: «porque si mucho duraran en el cargo, la Nueva España se destruyera».
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[69]
Tachado en el original: «muchos días; en ello».
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[70]
Testado en el original: «por fuerza o de grado».
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[71]
Tachado en el original: «ni sé lo que más pasó».
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Testado en el original: «se iban riendo dello».
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[73]
Tachado en el original. «que no se me acuerda bien qué año fue».
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[74]
Testado en el original: «de lo cual tomó codicia el Nuño de Guzmán, y para saber si era ansí que había perlas, en el mismo navío que vinieron a dalle aquella nueva lo armó muy bien ansí de soldados y capitán y bastimento y envió a la misma tierra a saber qué cosaera. El capitán y soldados que envió tuvieron voluntad de se volver, porque no hallaron las perlas ni cosa ninguna de lo que los marineros dijeron, y se tornaron a Jalisco por se estar en los pueblos de su encomienda, que nuevas ninguna le habían dado al Nuño de Guzmán, y porque en aquella sazón se descubrieron buenas minas de oro en aquella tierra, agora sea por lo uno o por lo otro, no hicieron cosa que de Provecho fuese».
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[75]
Tachado en el original: «como de que Nuño de Guzmán le tomase el navío».
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Tachado en el original: «e conquistadores de la Nueva España».
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[77]
Testado en el original: «a Cortés».
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[78]
Testado en el original: «ciento y cincuenta».
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[79]
Tachado en el original: «y por capitán dellos el marqués del Valle, rey dellos».
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[80]
Testado en el original: «fueron diferenciados los muchos manjares».
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Testado en el original: «y luego mazapanes y almendras y confites y de acitrón y otros géneros de cosas de azúcar».
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[82]
Tachado en el original: «y aun algunos dellos borrachos, que decían lo suyo y lo ajeno, hasta los tomaron por fuerza y los llevaron de allí por que callasen».
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[83]
Testado en el original: «salvo, como había muchos borrachos, dieron en ella, en el suelo y las descompusieron, que no pudo más salirse vino dellas».
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Tachado en el original: «de indios».
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[85]
Tachado en el original: «Alo Gasca de Herrera, vecino que agora es de Guatimala».
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[86]
Presenta aquí el original un gran espacio en blanco, y luego esta nota: «No se ha de leer esto que va borrado, ni de esotra parte, hasta el capítulo duzientos y cincuenta y tres» (sic). Lo testado en una y otra parte es el siguiente borrador, al cual falta un folio, que acaso fue destruido por el mismo autor:

«Capítulo CCLII De una muy grande armada que hizo el adelantado don Pedro de Alvarado en el año de quinientos y treinta y siete.

Razón es que se traiga a la memoria y no quede por olvido una buena armada quel adelantado don Pedro de Alvarado hizo en el año de mill e quinientos y treinta y siete en la provincia de Guatimala, donde era gobernador, y en un puerto que se dice Acaxutla, en la banda del Sur, y fue para cumplir cierta capitulación que ante Su Majestad hizo la segunda vez que volvió a Castilla y vino casado con una señora que se decía doña Beatriz de la Cueva; y fue el concierto que se capituló con Su Majestad quel adelantado pusiese ciertos navíos y pilotos y marineros y soldados y bastimentos y todo lo que hubiese menester a su costa para enviar a descubrir por la vía del Poniente a la China o Malucos y otros cualesquier islas de la Especería; y para lo que descubrirse, Su Majestad le prometió en las mesmas tierras que le haría ciertas mercedes y daría renta en ellas; y porque yo no he visto lo capitulado, me remito a ello, y por esta causa le dejo de poner en esta relación. Y volviendo a nuestra materia, y es que como siempre el adelantado fue muy servidor de Su Majestad, lo cual se pareció en las conquistas de la Nueva... muy noble y muy leal ciudad de Guatimala dos sepulcros junto al altar de la santa iglesia mayor para traer los huesos del adelantado don Pedro de Alvarado questán enterrados en el Pueblo de Chiribitio y enterrallos en el un sepulcro, y en el otro sepulcro es para que desque Dios Nuestro Señor sea servido llevar desta presente vida a don Francisco de la Cueva y a doña Leonor de Alvarado, su mujer, e hija del mismo adelantado, enterrarse en ellos, porque a su costa trae los huesos de su padre; y mandaron hacer el sepulcro en la santa iglesia, como dicho tengo. Dejemos esta materia y volveré a decir lo que sucedió en la armada del adelantado, y es que después que murió, como dicho tengo, dende a un año, poco más o menos tiempo, el virrey don Antonio de Mendoza mandó que tomasen ciertos navíos, los mejores y más nuevos de los trece que enviaba el adelantado a descubrir la China por la banda del Poniente, e envió por capitán de los navíos a un su deudo que se decía Fulano de Villalobos, y que se fuese la mesma derrota que tenía concertado de enviar a descubrir. Y en lo que paré este viaje yo no lo sé bien, y a esta causa no doy más relación dello; y también he oído decir que nunca los herederos del adelantado cobraron cosa ninguna, así de navíos como de bastimentos. sino que todo se perdió. Dejemos esta materia, pues no me hallé en ello. no In sé bien; otros caballeros lo dirán más por extenso».
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[87]
Testado en el Original: «como se suele decir para no menester».
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[88]
Tachado en el original. «millares de».
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[89]
Tachado en el original: «de Santo Domingo».
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[90]
Testado en el original: «de plata».
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[91]
Tachado en el original: «vesitas o convidados».
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[92]
Testado en el original: «Pedro de Alvarado».
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Testado en el original: «sus indias».
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[94]
Tachado en el original: «hubo muchas pláticas e sospechas que se tuvo dende su casamiento a esta causa, pues yo no lo sé ni toco más en esta tecla; ayuúdelo Dios y a mi me perdone mis pecados, amén. Supe que el fraile hermano de la marquesa era muy codicioso e tenía mala cara y peores ojos usturnios».
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[95]
Tachado en el original: «e Honduras y Chiapa».
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[96]
Testado en el original: «y convocallos para ir a cualquier parte aunque fuese muy peligroso».
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[97]
Tachado en el original: «yendo que iba a pleitos y negocios».
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[98]
Testado en el original: «y los negocios que entonces llevó fue acerca de la manera que se había de tener de nuestras conquistas y en el herrar por esclavos los Indios que hubiesen dado primero la obidiencia a Su Majestad y después de dada se volviesen o hubiesen vuelto a levantar, y en las paces haber muerto cristianos por traición, de lo cual desque vino el Alonso de Ávila de la Española, y viendo que traía buenos despachos, le volvió a enviar a Castilla, porque ya teníamos conquistado a Méjico, porque entre tanto que estábamos conquistando la Nueva España y ganando a Méjico el Alonso de Ávila no se halló en ninguna conquista más de la entrada que primero fuimos a Méjico y después que salimos huyendo, porque, como dicho tengo, estaba en la Española, y entonces por más le contentar y apartarlle de sí le dio un buen pueblo que se dice Guatitán y barras de oro por que hiciese bien los negocios y dijese de su persona de Cortés ante Su Majestad mucho bien; y entonces también don Hernando Cortés envió en su compañía del Alonso de Ávila a un Hulano de Quiñones, natural de Zamora, capitán que fue de la guarda de don Hernando Cortés, y les dio poder para que procurasen las cosas de la Nueva España, y con ellos envió la gran riqueza del oro y plata y joyas y otras muchas cosas que hubimos en la toma de Méjico, y la recámara del oro que solía tener Montezuma y Guatemuz, los grandes caciques de Méjico. Y quiso la ventura que al Quiñones acuchillaron en la isla de la Tercera sobre amores de una mujer, y murió de las heridas, e yendo el Alonso de Ávila su viaje cerca de Castilla le topó una armada de franceses, en que venía por capitán della un Juan Florín, y le robó el oro y plata y navío y le llevó preso a Francia, y estuvo preso cierto tiempo, y a cabo de dos años le soltó el francés que le tenía y se vino a Castilla; y en aquella sazón estaba en la corte don Francisco de Montejo, adelantado de Yucatán, y se vino con él con cargo de contador de Yucatán; y entonces, o poco tiempo antes, había venido a Méjico un Gil González de Benavides, hermano de Alonso de Ávila. el cual solía estar en la isla de Cuba, y como el Alonso de Ávila estaba en Yucatán y el Gil González en Méjico, envió poder a su hermano Gil González de Benavides para que tuviese en sí y se sirviese del pueblo de Guatitán: y como el Gil González fue con nosotros en aquel tiempo a las Higueras, porque nunca fue conquistador de la Nueva España, y se pasaron ciertos años que se servía y llevaba los tributos del dicho pueblo y, según paresció, sin tener título dél sino más del poder quel hermano le envió, y en aquel tiempo murió el Alonso de Ávila y, según paresció, el fiscal de Su Majestad puso demanda para que se diese aquel pueblo a Su Majestad, pues el Alonso de Ávila era fallecido, y sobre este pleito hobo los alborotos y rebeliones y muertes que en Méjico se hicieron, y desterrados que hubo y otros con mala fama, y si todo esto bien se nota, hobo mal fin, y en peor acabó. El Quiñones que iba a Castilla murió acuchillado en la Tercera; el oro y plata, robado por la armada de Juan Florín, francés; el Alonso de Ávila, preso en Francia; el mismo Juan Florín que le robó fue preso en la mar por vizcaínos y ahorcado en el puerto del Pico; el pueblo de Guatitán se quitó a los hijos del Gil González de Benavides, y sobre ello fueron degollados, porque según se halló, no tuvieron la lealtad que eran obligados al servicio de Su Majestad, y con ellos justiciaron y desterraron otras personas, y otros quedaron con mala fama. He querido poner esto en esta relación, aunque creo que no había necesidad, para que se vea sobre qué fue el desasosiego de Méjico. Harto estarán de haber oído estos sucesos. Pasemos adelante y volvamos a decir de nuestra materia».
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[99]
Tachado en el original: «sangrienta».
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[100]
Testado en el original: «y pasó un buen soldado que se dice Francisco de Olmos; es persona rica y vive en Méjico».
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[101]
Tachado en el original: «de los primeros».
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[102]
Testado en el original: «e perdóneme».
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[103]
Aquí hay un espacio en blanco. Remón lo llena en su edición con el nombre de Sancho de Ávila. Fol. 242 vto.
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[104]
Tachado en el original: «muy reverendo».
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[105]
El autor mencionó ya a este mismo Cárdenas.
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[106]
Testado en el original: «seis».
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[107]
Tachado en el original: «y grave cuando era menester».
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[108]
Tachado en el original: «y muy esforzado».
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[109]
Testado en el original: «ocho o treinta».
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[110]
Tachado en el original: «no sabía leer».
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[111]
Testado en el original: «muchos valerosos».
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[112]
Tachado en el original: «sin contar en ellos hombres de la mar».
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[113]
Tachado en el original: «y minción».
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[114]
Tachado en el original: «y cuán lleno de heridas he estado».
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[115]
Testado en el original: «y quinientas».
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[116]
Tachado en el original: «y cristiandad de los naturales».
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[117]
Tachado en el original: «y aun en lugares tienen perlas».
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[118]
En el original aparece testado: «que se dicen», Y queda luego un espacio en blanco.
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[119]
Tachado en el original: «dos, tres, cuatro».
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[120]
Testado en el original: «reputado por razonable soldado».
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[121]
Tachado en el original: «o veinte».
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