La máquina del tiempo (22 page)

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Authors: H. G. Wells

Tags: #ciencia ficción

BOOK: La máquina del tiempo
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“Ben Azul en la sexta, 4/4/72.”

¡Pero desde nuestro punto de vista, nosotros empezamos encontrando un mensaje y acabamos borrándolo! Y si saliera mal... Nosotros encontraríamos un mensaje:

“Ben Azul en la sexta, 4/4/72.”

Nosotros le apostamos, y él pierde. ¿Y ahora que? ¿Podemos desescribir un mensaje diferente? ¿O simplemente se niega a borrarse en absoluto?

Pero si funcionara, podríamos hacer una fortuna. ¡Y prácticamente no viola ninguna Ley física conocida!.

Entretanto, Roth y Overseth y varios más están todos convencidos que debe haber excepciones a la simetría del tiempo. Si ellos lo encuentran, todo ha terminado.

La defensa del viaje temporal # IV:

La más vieja de todas, regresando a los tiempos griegos. Los filósofos lo llaman fatalismo o determinismo. Un fatalista cree que todo lo que pasa esta predeterminado hasta el fin del tiempo; que cualquier esfuerzo por cambiar el futuro predeterminado está predestinado, y es una parte del propio futuro predeterminado.

Para un fatalista, las vistas del futuro son exactamente como el tradicional cuadro del pasado. Ambos son rígidos, inflexibles. La introducción de viaje temporal no alteraría el cuadro en absoluto, cualquier esfuerzo por parte de un viajero del tiempo por cambiar el pasado ha sido ya hecho, y es ya una parte del pasado.

El fatalismo ha sido la base para muchos de los cuentos de frenéticos viajeros en el tiempo atrapados en una telaraña de circunstancias tales que cada movimiento que hacen solo provoca actos que lo llevan a la calamidad que está intentando evitar. El boceto del argumento normal es el clásico de
Edipo Rey
; de hecho es el hombre batallando contra el Destino heroicamente y perdiendo.

Note cómo el fatalismo resuelve la
Paradoja del abuelo
.

No puede matar a su abuelo, porque no lo hizo. Matará al hombre equivocado si lo intenta; o su arma no disparará.

El fatalismo estropea el aspecto del deseo-cumplimiento del viaje en el tiempo. Cualquiera que evita la
Paradoja del abuelo
hará eso. La
Paradoja del abuelo
es lo fundamental del deseo-cumplimiento.

Haga como que no ocurrió

El modo de conseguir lo más divertido del viaje temporal es aceptarlo como es. Olvide la
relatividad
y las
Leyes de la conservación
. Permita los cambios en el pasado, presente y futuro, inversiones en el orden de causa y efecto, efectos cuya causa nunca pasan...

El viaje en el tiempo fatalista también permite estas vueltas causales, pero ellos siempre son simples lazos cerrados sin partes perdidas. La aparición de una máquina del tiempo en alguna parte siempre implica su desaparición en otra parte y otro tiempo.

Pero con esta nueva y libre manera de viajar en el tiempo...

Nosotros asumimos que hay sólo una realidad, un pasado y un futuro; que puede cambiarse a voluntad vía la máquina del tiempo. La causa y efecto pueden desviarse hacia el pasado; y a veces un lazo puede eliminarse, desaparecer del río del tiempo. El viajero que mata a su abuelo de seis años de edad elimina la causa de sí mismo, pero él y su maquina del tiempo permanecen hasta que incluso alguien más vuelva a cambiar el pasado.

Entre los estilos determinista y de libre albedrío, el viaje en el tiempo cae en una clase de compromiso:

Asumimos un tipo de inercia, o efecto de histéresis, o
Ley de conservación especial para el viaje temporal
. El pasado se resiste al cambio. Los cambios en el tiempo tienden a restaurarse. Mate a Carlomagno y alguien ocupara su lugar, conquiste su imperio, cásese con sus esposas, engendre sus hijos. Los cambios serán menores y locales.

Fritz Leiber usó la
Conservación de Eventos
con éxito en los relatos de la
Guerra del Cambio
. En
Intenta cambiar el pasado
[32]
, su protagonista recorre distancias enormes para impedir que una bala perfore la cabeza de un hombre.

Él era sincero. Era su propia cabeza. Al final tiene éxito pero ve como un meteorito perfora al igual que una bala la cabeza de su otro yo.

Las probabilidades cambian para proteger la historia. En este aspecto esta es la forma más segura de viaje en el tiempo. Pero uno tiene que recordar que las probabilidades han cambiado.

Intente salvar a Jesús con una ametralladora, y de seguro esta se bloqueará

Pero si tuviera éxito matando a su propio abuelo de seis años de edad, ciertamente tendría una buena oportunidad de ocupar su lugar. La
Conservación de Eventos
exige que alguien ocupe su lugar; y todos los demás están ocupando su lugar. Excepto, una figura extraña de otro tiempo, ¡Tu!. ¡Ahora la
Conservación de Eventos
trabaja para protegerlo en su nuevo papel!

Además, ya estás llevando los genes del abuelo.

Ciertos tipos de viaje en el tiempo pueden ser posibles; pero cambiar el pasado no lo es. Y puedo demostrarlo.

DADO: Que el Universo permite viajar en el tiempo como cambiar el pasado.

ENTONCES: Una máquina del tiempo no se inventará en ese Universo.

Pero, si una máquina del tiempo se inventa en ese Universo, alguien cambiará el pasado de ese Universo. Hay simplemente demasiados futuros subsiguientes a la invención de una máquina del tiempo: demasiadas personas con demasiados buenos motivos para entrometerse en demasiados eventos que ocurren en demasía en el pasado.

Si asumimos que no hay ninguna inercia histórica, ninguna
Conservación de Eventos
, entonces cada cambio origina un nuevo Universo entero. Cada viaje al pasado nos obliga a volver a tirar todos los dados. Cada mínimo cambio reescribe todos los libros de historia, hasta por azar y el interminable cambio nos lleva a un Universo dónde no se inventa ninguna máquina del tiempo, nunca, de ninguna especie.

Entonces ese universo no cambiaría.

Ahora asuma que hay una inercia histórica; que el pasado tiende a permanecer inalterado; las probabilidades cambian para proteger el tejido de eventos. ¿Cuál es el cambio más simple en la historia que protegerá al pasado de la interferencia?

Correcto. ¡No maquinas del tiempo!

Ley de Niven: Si el Universo permite la posibilidad del viaje en el tiempo y de cambiar el pasado, ninguna maquina del tiempo se inventará en ese Universo.

¿Si el viaje en el tiempo es tan evidentemente imposible, por qué cada escritor de ciencia ficción bueno o malo quiere escribir un relato nuevo y fresco sobre el viaje en el tiempo?

Es una forma de competencia. Ningún escritor cree que un campo este completamente agotado. Y ningún campo alguna vez lo está. Hay siempre algo nuevo que decir, si puede encontrarlo.

El viaje en el tiempo puede ser un vehículo, como un dispositivo para ir más-rápido-que-la-luz. Las mejores evidencias nos dicen que nada puede viajar más rápidamente que la luz. Pero los tercos escritores de ciencia ficción constantemente usan la nave espacial más-rápida-que-la luz. Si un personaje debe alcanzar la Nebulosa del Velo, y si el argumento demanda que su novia aun sea una jovencita cuando él vuelva, entonces él necesita viajar más rápido que la luz. Similarmente, tome el viaje en el tiempo para enfrentar a un hombre contra un dinosaurio, o para hacer coincidir a un hombre moderno contra los caballeros del Rey Arturo.

Hay cosas que un escritor no puede decir sin usar el viaje en el tiempo.

Porque, el viaje en el tiempo es tan encantadamente abierto al razonamiento tortuoso. Debería ya estar convencido de eso ahora.

El cerebro necesita ejercitarse con historias en Universos dónde los efectos pasan antes de sus causas; donde el héroe y su enemigo pueden estar trabajando cada uno para prevenir el nacimiento del otro; donde una pared de ladrillo no puede ser nada más sólido que un sueño, si uno puede eliminar al arquitecto de la historia.

¿Si uno pudiera viajar en el tiempo, qué deseo no podría conseguir? Todos los tesoros del pasado caerían ante un hombre con una ametralladora. Cleopatra y Elena de Troya podrían compartir su cama, si las soborna con un cofre lleno de cosméticos modernos. El muerto regresaría a la vida, o cesaría absolutamente de existir.

¿Molesto por la contaminación? Podría detener a tiempo a Henry Ford, a tiempo...

No. Nosotros ya enfrentamos bastante inseguridad. Lea su periódico, y alégrese de que por lo menos su pasado está seguro.

Anexo 2: La máquina del tiempo

Paul Davies

Difícil sería construir una, pero quizá no imposible

El viaje en el tiempo ha sido un tema recurrente de la ciencia ficción desde que H. G. Wells escribiera su célebre novela
La máquina del tiempo
allá por 1895. Pero, ¿es posible construir una máquina que transporte un ser humano al pasado o al futuro?

Durante decenios, el viaje en el tiempo estuvo proscripto por la ciencia respetable. En los últimos años, sin embargo, parece como si los físicos teóricos se recrearan en ello. ¿No es acaso divertido cavilar sobre viajes en el tiempo? Pero la investigación tiene también una vertiente seria. Es capital comprender la relación entre causa y efecto si se quiere elaborar una
Teoría unificada de la física
. Caso de ser posible el viaje en el tiempo sin restricciones, aunque sólo fuera en principio, la naturaleza de tal
Teoría unificada
se vería radicalmente afectada.

Nuestro más penetrante conocimiento del tiempo proviene de las
Teorías de la relatividad
de Einstein. Antes de su formulación, se creía que el tiempo era absoluto y universal, idéntico para todos, sin importar cuáles fuesen las circunstancias físicas. En su
Teoría de la relatividad especial
, Einstein enunció que el intervalo medido por los relojes de un sistema de referencia entre dos sucesos dependía de su movimiento. Los relojes de dos sistemas de referencia que se muevan de manera diferente registrarán lapsos de tiempo distintos entre dos sucesos que ocurran en el mismo momento.

Es habitual describir ese efecto mediante
La Paradoja de los gemelos
. Supongamos que Lola y Luis son gemelos. Lola se monta en una nave espacial y viaja a elevada velocidad hasta una estrella cercana, da media vuelta y regresa a la Tierra, donde le espera Luis. Para Lola la duración del periplo podría ser de un año, pongamos por caso, pero cuando desciende de la nave espacial se encuentra con que en la Tierra han transcurrido diez años. Su hermano es ahora nueve años mayor que ella. Lola y Luis ya no tienen la misma edad, a pesar de haber nacido el mismo día. Este ejemplo ilustra una clase limitada de viaje en el tiempo. En efecto, Lola ha avanzado nueve años hacia el futuro de la Tierra.

Desfase horario

El efecto, conocido como dilatación del tiempo, tiene lugar siempre que dos sistemas de referencia se mueven uno respecto al otro. En la vida corriente no percibimos extrañas distorsiones del tiempo, porque el efecto sólo resulta palmario cuando el movimiento se realiza a velocidades cercanas a la de la luz. Incluso a la velocidad de un avión, la dilatación del tiempo en un viaje asciende sólo a unos pocos nanosegundos. Con todo, los relojes atómicos son tan precisos, que registran la deriva y confirman que realmente el tiempo se estira con el movimiento. De modo que el viaje hacia el futuro es un hecho probado, aun cuando sólo se haya experimentado en cuantía poco apasionante.

Para observar distorsiones del tiempo espectaculares hay que escudriñar más allá del ámbito de la experiencia ordinaria. Los grandes aceleradores impulsan las partículas subatómicas a una velocidad cercana a la de la luz. Algunas de estas partículas, como los muones, contienen un reloj intrínseco: se desintegran con una vida media determinada. En conformidad con la
Teoría de Einstein
, se observa que los muones que se mueven rápidamente en los aceleradores se desintegran a cámara lenta. Algunos rayos cósmicos también experimentan portentosas distorsiones del tiempo. Estas partículas se mueven a una velocidad tan próxima a la de la luz que atraviesan la galaxia en minutos, a pesar de que en el sistema de referencia de la Tierra parezca que les lleva decenas de miles de años. Si no ocurriera la dilatación del tiempo, esas partículas nunca hubiesen llegado aquí.

La velocidad es una manera de avanzar en el tiempo. La gravedad es otra. En su
Teoría general de la relatividad
, Einstein predijo que la gravedad retarda el tiempo. Los relojes avanzan un poco más rápido en el ático que en el sótano, que al estar más cerca del centro de la Tierra se halla inmerso más profundamente en el campo gravitatorio. De modo similar, los relojes avanzan más rápido en el espacio que en la Tierra. De nuevo el efecto es minúsculo, pero se ha medido directamente con relojes precisos. Para el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) hubo que tener en cuenta estos efectos de distorsión temporal. Si no, marinos, taxistas y misiles crucero se apartarían muchos kilómetros de su ruta.

En la superficie de una estrella de neutrones, la gravedad adquiere tal intensidad, que el tiempo se retrasa un 30 por ciento con respecto al de la Tierra. Vistos desde esa estrella, los sucesos de aquí parecerían una película a cámara rápida. Un agujero negro representa la máxima distorsión del tiempo; en la superficie del agujero, el tiempo se detiene respecto al de la Tierra. Eso significa que, si cayésemos en un agujero negro desde sus alrededores, en el breve intervalo que nos llevaría alcanzar la superficie habría transcurrido para el resto del Universo una eternidad. El seno del agujero negro está por tanto más allá del final del tiempo, en lo que concierne al Universo exterior. Si un astronauta pasase a toda velocidad muy cerca de un agujero negro y regresara indemne, daría un gran salto hacia el futuro.

Solución de Gödel

Hasta ahora hemos tratado del Viaje en el tiempo hacia delante. ¿y para volver hacia atrás? Eso es mucho más problemático. En 1948 Kurt Gödel, por entonces en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, obtuvo una solución de las ecuaciones del campo gravitatorio de Einstein que describían un Universo en rotación; en él, un astronauta podría viajar a través del espacio hasta alcanzar su propio pasado. Se debería ello a la manera en la que la gravedad afecta a la luz en esa solución. La rotación del Universo arrastraría consigo la luz (y por tanto las relaciones causales entre los objetos), permitiendo que un objeto material viajara en una trayectoria cerrada en el espacio, que también se cerraría en el tiempo, sin que en ningún momento se sobrepasara la velocidad de la luz en la vecindad inmediata de la partícula. La solución de Gödel se dejó de lado como una curiosidad matemática; después de todo, las observaciones no muestran signo alguno de que el Universo en su conjunto esté girando. Su resultado sirvió, eso sí, para demostrar que la
Teoría de la relatividad
no proscribía el viaje hacia atrás en el tiempo. Efectivamente, Einstein confesó que le turbaba la idea de que su teoría permitiera viajar al pasado bajo algunas circunstancias.

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