KOHAN, SILVIA ADELA (7 page)

BOOK: KOHAN, SILVIA ADELA
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El avión dio una voltereta más allá de las nubes. Al instante, una estela de humo se aproximaba, los transeúntes pegaron un grito. Un instante más y se esparcían numerosos objetos de todo tipo a nuestro alrededor, entre los que sobresalía un biberón.

 

7) De lo real a lo imaginario.

 

Ejemplo:

Es un libro de tapas negras plastificadas. Tiene cien páginas y seis ilustraciones. De una ilustración salió un anciano de enormes orejas que mueve los ojos como si no pudiera adaptarse a la luz exterior.

 

8) De lo imaginario a lo real.

 

Ejemplo:

Tiene dos cabezas y dos bocas que hablan a la vez o eso me parece a mí hasta que se ilumina la escena y es una mujer con un sombrero que imita su propia cara para crear el engaño.

 

9) Topográfica.

Se describe un objeto inmóvil visto por un sujeto inmóvil.

 

Ejemplo:

Estoy bajo el paraíso y no sopla el viento que enfríe la luz del mediodía. La fronda del paraíso es atravesada por la luz y sobre el libro y el cuaderno abierto con la frase a medio terminar, escrita en tinta azul, se proyectan unos círculos solares, de distinto tamaño.

Juan José Saer,
Fresco de mano
.

 

10) Cinematográfica.

Se describe un objeto móvil.

 

Ejemplo:

Es bueno contemplar alguna vez la cancha desde aquí, desde lo alto. (...)

Ahora se levanta un viento arisco y las gradas de cemento son recorridas por vasos de plástico, hojas de diario, talones de entradas, almohadillas, pelotas de papel. Remolinos casi fantasmales dan la falsa impresión de que las gradas se mueven, giran, bailotean, se sacuden por fin el sol de la tarde. Hay papeles que suben las escaleras y otros que se precipitan al vacío.

Mario Benedetti,
El césped
.

 

11) Fotográfica.

Se seleccionan elementos muy específicos que componen un ambiente.

 

Ejemplo:

Ahora, la sombra de la pilastra -la pilastra que sostiene el ángulo oeste del tejado- divide en dos partes iguales el ángulo correspondiente a la terraza. Esta terraza es una ancha galería cubierta que rodea la casa por tres de sus lados...

Alain Robbe-Grillet,
La celosía
.

 

 

La técnica de descripción topográfica te permite describir algunos detalles; la cinematográfica te permite describir todo y conseguir un efecto vivido.

 

Conviértete en un gran observador

 

Los especialistas han señalado que lo que diferencia a los jugadores expertos de ajedrez de los principiantes es su modo de percibir. Se calcula que un experto ajedrecista debe tener un repertorio de cincuenta mil jugadas en el tablero, desde este conjunto percibe las jugadas y extrae la información. Se dice que un jugador de ajedrez no es un pensador profundo, sino un gran perceptor.

Éste es también el secreto para lograr la mejor descripción: recurrir a la observación como actitud esencial, usar los cinco sentidos para que la percepción sea total. Cuantos más aspectos recojas, contarás con más recursos para trabajar. La buena percepción es la base de la descripción.

Durante el proceso créate tu propio orden, enumera los elementos siguiendo un orden y delimitando cada observación. Puedes ir de lo general a lo particular. Por ejemplo: si observas un lugar, establece primero las características generales y a continuación describe los objetos, las personas, el momento, las condiciones atmosféricas, respondiendo a preguntas como las siguientes:

 

a) ¿Cómo es? (cualidad).

b) ¿Cómo está? (posición).

c) ¿Dónde está? (situación).

d) ¿Se ven animales, personas, coches? (complementos).

e) ¿Que hora del día se refleja? (tiempo).

j
)
¿Qué colores predominan? (atmósfera).

g) ¿Qué ruidos se oyen? (atmósfera).

h) ¿Qué olores se aprecian? (atmósfera).

 

Recuerda que, una vez rellenado el cuestionario, del material observado deberás elegir aquellos datos que te permitan conseguir la narración que tienes programada y eliminar los innecesarios.

Si el lugar observado es una casa antigua, con una sala dividida en dos partes por un arco, una habitación estrecha y oscura, un baño sin ningún espejo, una cocina con las paredes deterioradas, olor a lejía, cuyos objetos son una mesa de pino, sillas de plástico, una moqueta con una mancha granate, ocho platos desiguales, innumerables vasos, una papelera de metal, dos ceniceros publicitarios, una reproducción de Jesucristo, un reloj detenido, puedes efectuar distintas elecciones que producirán distintos efectos o sugerirán distintos tipos de narración:

· La habitación estrecha y oscura, las sillas de plástico y los ceniceros publirítarios, la moqueta con una mancha granate, el reloj detenido. (Narración policíaca.)

· Una sala dividida en dos partes por un arco, la mesa de pino, los platos desiguales, el olor a lejía, (Narración de familia.)

 

Elige los datos adecuados al efecto que pretendes crear en tu narración. Potencia unos aspectos y no menciones otros.

Plantéate:

a) ¿Qué muestro?

b) ¿Por qué necesito mostrarlo?

c) ¿Cómo lo muestro?

 

 

 

 

 

 

 

5

 

La voz que narra

 

Autor eres tú, que escribes el libro. Narrador es la voz que habla en tu libro. Esta es una diferencia fundamental: el tipo de narrador condicionará el tipo de relato. Elige tu narrador sabiendo por qué lo haces y te será más fácil avanzar en el relato, lograr una historia convincente.

Por ejemplo, en
Otra vuelta de tuerca
, de Henry James. No son pocos los que creen que el narrador es la institutriz. Otros opinan que el narrador es Douglas, pero el verdadero narrador es el sujeto que habla en primera persona (a veces del plural y otras del singular), que incluye en su relato la voz de Douglas y de la institutriz. La voz en primera persona con la que se inicia Otra vuelta de tuerca, y que no dice su nombre, es el único narrador de la historia, un «yo» sin nombre, que apenas hace preguntas y que se dedica a observar y a escuchar. Informa cómo un sujeto llamado Douglas les leyó un texto a su vez escrito por una institutriz a la que Douglas conoció y que murió veinte años antes.

 

Qué hace el narrador

 

Al narrador le competen una serie de funciones:

1) Narra la historia.

2) Organiza los hechos en un orden y con un sentido.

3) Testimonia, informa sobre la veracidad de los hechos, su procedencia, sus condiciones de aparición.

4) Proyecta un esquema de valores, una mirada del mundo desde una perspectiva determinada.

5) Expresa a través de un tono de voz.

6) Establece una relación con los personajes: por detrás, con o desde fuera de los mismos.

7) Establece una relación con los acontecimientos: participa de los acontecimientos como protagonista o como testigo, o se sitúa al margen de los mismos, es omnisciente.

 

El narrador protagonista

 

Si el narrador es el protagonista, cuenta su historia en primera persona, a él le pasan las cosas, sufre los hechos, es el encargado de la narración de la historia que vive, actuando o mirando. Algunas de las formas que puede adoptar son las siguientes:

 

1) No conoce del todo los hechos. Sentimentaloide. La culpa es su motor.

 

Estaba tan apurada de dinero que me había
presentado a las pruebas para aquella película po
rn
o dos días antes y me había quedado atónita al ver cuánta gente aspiraba a uno de esos papeles sin diálogo, o, bueno, sólo con exclamaciones. Había ido hasta
al
lí con el ánimo encogido y avergonzado, diciéndome que la niña tenía que comer, que tampoco importaba tanto y que era improbable que esa película la fuera a ver nadie que me conociese, aunque sé que siempre todo el mundo se acaba enterando de todo lo que sucede. Y no creo que nunca llegue a ser nadie para que en el futuro quieran hacerme chantaje con mi pasado. Por otra parte ya hay bastante.

Al ver aquellas colas en el chalet, en las escaleras y en la sala de espera (las pruebas, como el rodaje, se hacían en un chalet de tres pisos, por Torpedero Tucumán, por esa zona, no la conozco), me entró miedo a que no me cogieran, cuando hasta aquel momento mi verdadero temor había sido el contrario, y este otro mi esperanza: que no les pareciera lo bastante guapa, o lo bastante opulenta
.

Javier Marías,
Estaba tan apurada de dinero
.

 

2) Protagonista grupal. Alevoso. Necesita alterar, llamar la atención. La agresión es su motor.

 

Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.

Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos llenos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.

Mario Benedetti,
La noche de los feos
.

 

3) Evocativo y analítico. Se desdobla. Necesita explorar. La duda es su motor.

 

He apreciado con frecuencia que después de haber conferido a los caracteres de mis novelas alguna prenda atesorada de mi pasado, ésta languidecía en el artificial mundo donde la había situado tan abruptamente. Aunque persistía en mi mente su ardor personal, su estímulo retrospectivo había desaparecido y, luego, se identificaba más estrechamente con mi novela que con mi anterior yo, donde parecía estar a salvo de la intrusión del artista. Las casas se han desmoronado en mi memoria tan silenciosamente como lo hacían en las películas mudas de antaño; y el retrato de mi vieja institutriz francesa, a la que presté una vez a un chico en uno de mis libros, se desvanece rápidamente, ahora que está sumergida en la descripción de una infan
ci
a que no tiene ninguna relación con la mía. El hombre que hay en mí se rebela contra el novelista y es ahí donde está mi desesperado intento por salvar lo que ha quedado de la pobre Mademoiselle.

Vladimir Nabokov,
Mademoiselle O

 

4) Observador, desconfiado. Necesita probar. La desconfianza es su motor.

 

La vi desde la puerta del diario, apoyado en la pared, bajo la chapa con el nombre de mi abuelo, Agustín Malabia, fundador. Había venido a traer un artículo sobre la cosecha o la limpieza de las calles de Santa María, una de esas irresistibles tonterías que mi padre llama editoriales y que una vez impresas quedan macizas, apenas ventiladas por
ci
fras, pesando sensiblemente en la tercera página, siempre arriba y a la izquierda.

Era un domingo a la tarde, húmedo y caluroso en el principio del invierno. Ella venía del puerto o de la ciudad con la valija liviana de avión, envuelta en un abrigo de pieles que debía sofocarla, paso a paso contra las paredes brillosas, contra el
cie
lo acuoso y amarillento, un poco rígida, desolada, como si me la
fueran acercando el atardecer; el río, el vals resoplado en la plaza por la banda, las muchachas que giraban emparejadas alrededor de los árboles pelados.

Ahora caminaba por el costado del Berna, más joven, más pequeña dentro del abrigo desprendido, con una curiosa agilidad de los pies que no
er
a transmitida a las piernas, que no alteraba su dureza de estatua de puebl
o
.

Juan Carlos Onetti,
El álbum

 

 

 

El narrador testigo

 

El testigo interviene en la historia como observador. Narra lo que ve o escucha. No conoce el pasado y el mundo interior de los personajes, salvo que éstos se lo confíen.

Algunas de las formas que puede adoptar son las siguientes:

 

1) Testigo que se instala en la piel de un personaje que está dentro de la situación (Jorge). Emplea la descripción como parte de la narración:

 

La pu
er
ta del bodegón de Enrique se abrió y entraron dos hombres. Se sentaron al mostrador... Afuera estaba oscureciendo. La luz de la calle entraba por la ventana... Ambos salieron a la puerta. Jorge los observó por la ventana, al pasar bajo la luz del alum
br
ado y a través de la calle. Con sus sobretodos ajustados y sus galeras hongo parecían una pareja de vodevil. Jorge se volvió por la puerta vaivén a la cocina y desató a Nick y al cocinero...
Afuera, la luz del alumbrado brillaba a través de las ramas desnudas de un árbol. Nick subió la calle junto a las huel
l
as de los autos y dobló en el siguiente farol de alumbrado hacia una calle, lateral. Tres casas más arriba estaba el hospedaje de Hirsch.

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