De cómo un rey perdió Francia (36 page)

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Authors: Maurice Druon

Tags: #Novela, Histórico

BOOK: De cómo un rey perdió Francia
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Lo más sorprendente, y lo injusto, es que este rey absurdo, obstinado en arruinar sus posibilidades, a quien antes en Poitiers nadie amaba, muy pronto se convierte, porque es el vencido, porque sufre cautividad, en objeto de admiración, de compasión y del amor de su pueblo, para una parte del cual en adelante será Juan el Valiente, Juan el Bueno.

Y esto comienza durante la cena del príncipe. Aunque podían reprochar mucho a este rey que los había llevado al infortunio, los barones y los caballeros prisioneros exaltaban su coraje, su magnanimidad... qué sé yo. De ese modo, los vencidos se afirmaban en su virtud y su honra.

Cuando regresaran, después de sangrar a sus respectivas familias y a los campesinos para pagar el rescate, seguramente dirían con soberbia:

«Vosotros no estuvisteis como yo cerca de nuestro rey Juan.» ¡Sí, sin duda aprovecharán a fondo su presencia durante la jornada de Poitiers!

En Chauvigny, el delfín, que cenaba tristemente en compañía de sus hermanos, rodeado por unos pocos servidores, fue informado de que su padre estaba vivo pero había caldo prisionero. Saint-Venant le dijo: «Mi señor, ahora os corresponde gobernar.»

Por lo que sé, el pasado no nos Ofrece ejemplos de príncipes de dieciocho años que tengan que aferrar el timón en una situación tan lamentable. El padre prisionero, la nobleza disminuida por la derrota, dos ejércitos enemigos acampando en el país, pues había que recordar la presencia del Lancaster allende el Loira... varias provincias asoladas, las finanzas maltrechas, los consejeros codiciosos, divididos y odiados, un cuñado en prisión pero con partidarios activos que levantan la cabeza con más energía que nunca, una capital inquieta e incitada a la revuelta por un puñado de burgueses ambiciosos... Agregad a todo eso que el joven tiene mala salud y que su conducta durante la batalla no ha consolidado su reputación.

Esa misma tarde en Chauvigny, como se había decidido regresar cuando antes a París, Saint-Venant le preguntó:

—Mi señor, ¿qué tratamiento deberán otorgar a vuestra persona quienes hablen por vos?

Y el delfín contestó:

—El que tengo, Saint-Venant, el que Dios me ha otorgado: teniente general del reino.

Una respuesta muy sensata...

Han pasado tres meses. Nada se ha perdido totalmente, pero tampoco puede afirmarse que nada haya mostrado indicios de mejoría; todo lo contrario: Francia se descompone. Y en menos de una semana volveremos a Metz; y os confieso que de lo que allí se resuelva sólo el emperador podrá beneficiarse. Tampoco pienso que quepa esperar mucho de lo que resuelvan un teniente del reino, que no es el rey, y un legado pontificio, que no es el Papa.

¿Sabéis lo que acaban de decirme? La estación es tan benigna y los días son tan cálidos en Metz, donde van a reunirse más de tres mil príncipes, prelados y señores, que si este tiempo tan amable se mantiene, el emperador ha decidido que ofrecerá el festín de Navidad al aire libre, en un jardín cerrado.

En Lorena, la cena de Nochebuena al aire libre: ¡Eso es algo que nadie había visto jamás!

Maurice Druon (París, 23 de abril de 1918 - 14 de abril de 2009) fue un escritor francés y miembro de la Academia francesa. Fue sobrino del escritor Joseph Kessel, junto a quien escribió el Canto de los Partisanos (Chant des Partisans), que con música compuesta por Anna Marly, fue utilizado como himno por la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Pasó su infancia en Normandía y realizó sus estudios secundarios en el Liceo Michelet. Comenzó a publicar, a la edad de dieciocho años, en revistas y periódicos literarios mientras cursaba la carrera de Ciencias políticas (1937-1939).

En 1940 lucho frente a las tropas del III Reich y tras la caída de Francia, escapó a Londres y se sumó allí a la Francia libre de De Gaulle. A partir de 1946 se consagró a su carrera literaria y recibió en 1948 el Premio Goncourt por su novela Las Grandes Familias (Les grandes familles), la primera parte de la célebre trilogía que completaría con La Chute des Corps y Rendez-vous aux enfers. El 8 de diciembre de 1966 fue elegido miembro de la Academia francesa, sucediendo a Georges Duhamel. Fue Ministro de Cultura en 1973 y 1974, y diputado de París desde 1978 a 1981. Es conocido por su serie de novelas históricas titulada Los Reyes Malditos (Les Rois Maudits), publicada entre los años 1955 y 1977.

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