Authors: Margaret Weis,Tracy Hickman
Por ejemplo, un hechicero se enfrenta en un campo de batalla a un gran caballero. El mago, armado sólo con sus ropas, está a merced del caballero, más poderoso y protegido por su armadura. Sin embargo, el mago conoce, por sus estudios previos, dónde existe la posibilidad (el efecto deseado) de un escudo protector en alguna de las incontables ondas de posibilidades.
El hechicero produce una onda armónica de posibilidades mediante sus movimientos, pensamientos, palabras, signos y otros recursos. La magia altera la onda de posibilidades de modo que lo que antes era la posibilidad de un escudo mágico quede entretejido en la urdimbre de la realidad. La nueva realidad incluye el efecto deseado y, de este modo, el escudo mágico pasa a proteger al brujo.
Aunque para un observador externo el escudo protector parezca surgir de la nada en torno al hechicero, sería más exacto decir que la posibilidad de tal escudo ha sido incorporada a la realidad de entre las infinitas posibilidades de la Onda Total.
Para utilizar la magia, uno debe ser capaz de encontrar y entretejer en alguna medida la porción adecuada de la Onda Total. Esto queda lejos de la omnipotencia y de la omnisciencia, incluso para aquellos que ven una gran porción de la Onda. La capacidad de actuar en las disciplinas mágicas no explica la razón de la existencia de la magia, ni sus orígenes. Esa capacidad de acción no conduce a explicar la razón de la existencia. Igual que el conocimiento de que una roca caerá si la soltamos en el aire no nos dice por qué existe la gravedad ni qué inteligencia estableció tal orden a partir del caos, lo mismo sucede con la magia.
Sólo los sartán y los patryn comprendimos la magia en toda su complejidad. Habiendo visto la magia desde el centro de la Onda Total, dominamos ese arte en su forma más elemental y poderosa. Nadie más ha visto tanto de la Onda Total como nuestros dos pueblos.
Las relaciones fundamentales de la magia se observan en este grabado. Cuanto más cerca del centro está la magia, mayor es su poder. La magia de las runas, la más fundamental y centrada de todas las magias, es por tanto la más poderosa y consigue los efectos de mayor alcance.
Cada gran nivel de comprensión es denominado una Casa. Estas casas deben entenderse como la cantidad de la Onda Total que percibe el usuario de tal nivel de magia. Cuanto más próxima al centro está la Casa, más longitud de la Onda Primera puede percibir y utilizar su usuario.
La mayor de todas las fuerzas es la magia de la Runa de la Casa, que combina las ondas de la Vida, el Poder, la Mente y la Muerte para proporcionar una comprensión de la urdimbre central de la realidad y una clara imagen de las infinitas posibilidades de la Onda Total. De aquellos que dominan la magia de las runas se dice que han alcanzado el Noveno Poder, o Ultimo Poder. El conocimiento y la potencia de las Disciplinas Rúnicas están directamente vinculados a los signos mágicos o runas que se utilizan en la realización de tales hechizos. Sin embargo, con la Separación del Tiempo, sólo nosotros (los sartán) y los patryn (si aún existe alguno) poseemos el conocimiento de la magia de las runas.
La magia unificada de la Runa de la Casa se divide, pues, en las cuatro Casas Menores del Firmamento (Aire), el Sol (Fuego), la Fuente (Agua) y la Oscuridad (Tierra). En conjunto, se las conoce como los Poderes Soberanos. Estos Poderes Soberanos representan el Octavo Poder y sólo los supera en poder la magia de las runas. Cada uno de los Poderes Soberanos se divide a su vez, igualmente, en Poderes Espirituales y Poderes Físicos. Los Poderes Espirituales tienden a la manipulación mental y emocional del mundo que rodea al mago. Los Poderes Físicos tienden a utilizar los objetos físicos del mundo que rodea al hechicero.
Tanto los Poderes Espirituales como los Poderes Físicos se dividen en las Disciplinas Mayores y Menores de cada Casa. Las Disciplinas Mayores son conocidas como el Abogado de la Casa, mientras que las Disciplinas Menores reciben el apelativo de el Servidor de la Casa. El Abogado de la Casa comprende del Quinto al Séptimo Poderes, mientras que el Servidor de la Casa abarca del Primero al Cuarto Poderes. Los términos «mayores» y «menores» son un tanto engañosos, por cuanto las Disciplinas Menores constituyen la magia de efectos más amplios y la más utilizada. Las Disciplinas Mayores, aunque más poderosas, también tienden a ser más especializadas.
Tras la Separación del Tiempo, los patryn desaparecieron y los sartán guardaron celosamente la magia de las runas, impidiendo su difusión entre los mortales. Esto provocó la desaparición de cualquier magia superior al Séptimo Poder en los reinos tal como están ahora constituidos. La magia de las runas es hoy desconocida para todos los pueblos mortales de cualquiera de los reinos. Y sigue siendo un secreto minuciosamente protegido.
LA MAGIA DE LAS RUNAS
La magia de las runas es la manifestación más poderosa de todas las magias presentes en los reinos. La magia de las runas entreteje todos los elementos de los Poderes Soberanos en un único conjunto mágico. Como tal, está en contacto con el tejido de toda la creación. Fue esta magia de las runas el instrumento mediante el cual la creación unificada experimentó la Separación en sus partes actuales.
La clave de la magia de las runas (o magia rúnica) es que la onda armónica que entreteje una posibilidad en la existencia real debe crearse con la máxima simultaneidad posible. Esto significa que los diversos movimientos, signos, palabras, pensamientos y elementos que participan en la elaboración de la onda armónica deben llevarse a cabo lo más juntos posible. Cuanto más simultáneamente se estructura la onda armónica, más equilibrio y armonía se consigue en la onda y más potente resulta la magia.
Es bastante parecido a la diferencia entre lanzar una bola de guerra
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directa y otra con efecto de rotación. Un aro que se lanza recto llega más lejos que uno torcido.
Para conseguir esta simultaneidad, tanto los sartán como los patryn han desarrollado sendos lenguajes mágicos y unas estructuras que dieran cauce a su magia. Este lenguaje, utilizado sólo para la magia, es distinto de todos los empleados en cualquiera de los reinos. Un segundo lenguaje más tradicional se utiliza para la comunicación normal por ambas razas. El lenguaje de las runas, más que hablarse (aunque la expresión oral es uno de sus elementos), se lleva a cabo con gestos.
El elemento común a ambos lenguajes es su simultaneidad. Los idiomas tradicionales tienen una estructura secuencial que sigue unas pautas lineales a lo largo de un único canal. Cuando uno lee un texto, lee una letra detrás de otra, una palabra detrás de otra, una frase a continuación de la anterior, hasta obtener el sentido completo del texto. Esto significa que se está asimilando el mensaje a través de un único canal o fuente de experiencia en cada momento. En cambio, los espectadores de una obra teatral asimilan el mensaje por varios canales a la vez (las palabras habladas, los gestos y actitudes del actor, la iluminación del escenario). Uno también puede recibir a la vez múltiples mensajes por un único canal (ver al actor, la silla de éste y el telón de fondo del escenario, todo al mismo tiempo). Todos los mensajes de la obra inciden sobre el público simultáneamente. Por esta razón se dice que la obra de teatro posee simultaneidad en su comunicación de ideas.
La complejidad, el equilibrio y la armonía de la magia requiere la perfección en la comunicación simultánea de las ondas armónicas del brujo. Normalmente, esto se logra mediante la realización de la magia a través de las palabras, tonos, gestos y movimientos del hechicero. En la magia rúnica, la simultaneidad se vincula al concepto de un lenguaje escrito no lineal.
Los lenguajes rúnicos han evolucionado en dos ramas distintas siguiendo el patrón de las culturas sartán y patryn. Ambas se basan en los principios rúnicos del universo, pero la estructura y los métodos de cada una son algo distintas.
LA MAGIA RÚNICA DE LOS SARTAN
Los sartán utilizan una estructura hexagonal que generalmente se transmite a través de seis canales de comunicación al mismo tiempo. Esto implica el uso de runas que, o bien son dibujadas en el objeto, o se crean en el aire mediante el arte de la actuación. En este último caso, el hechicero que realiza el encantamiento está limitado a tres canales que son el sonido (auditivo con armónicos complejos), la forma (gestos y posiciones de danza) y la mente (proyecciones telepáticas). El uso simultáneo de runas estructuradas (signos mágicos representados en objetos como bastones, varitas, anillos, ropas o cualquier otro adecuadamente dispuesto) puede comunicar los restantes tres elementos del modelo.
Todas las estructuras rúnicas de los sartán están construidas en un modelo hexagonal procedente de la Runa Fuente, o Raíz. Esta runa es el origen de la magia que se utiliza y el punto del que surge toda la estructura mágica. La Runa Fuente determina la energía de la estructura del hechizo. En la magia rúnica, esta Runa Fuente puede ser de cualquier tipo y proceder de cualquiera de las Casas de la magia. Por eso, en los hechizos complejos, es fundamental que uno identifique en su lectura cuál de las runas es la Runa Fuente. Dos encantamientos distintos que empleen idénticas runas en idénticas posiciones pueden tener efectos muy diferentes si tienen distintas Runas Fuente.
ESTRUCTURAS RADICALES>
Las estructuras radicales aportan el poder de la magia al complejo de un hechizo rúnico. Estas estructuras empiezan en la propia Raíz, una runa que indica si la fuente de la magia procede del Poder, de la Mente, de la Vida o de la Muerte.
Esta Runa Raíz —o Runa Fuente, como es denominada la mayoría de las veces—, está flanqueada abajo y a la izquierda por su Patriarca (la runa precedente como se observa en la ilustración). Abajo y a la derecha, la flanquea su Matriarca (la runa que sigue al Patriarca en esa raíz). Estos dos sostienen la raíz y proporcionan una dirección y un propósito al poder que rebosa de las runas que tiene debajo.
Justo debajo de la Raíz está el Dom, o Amo. La parte superior del Dom roza la línea inferior de la Raíz y toca tanto al Patriarca como a la Matriarca. Esta runa determina si la naturaleza del poder que se invoca será de naturaleza Espiritual o Física, y completa la Estructura Radical. Casi siempre, por la parte inferior del Dom se conectan a éste nuevas runas para definir mejor y ampliar el poder de la magia que se emplea.