La CIA en España (35 page)

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Authors: Alfredo Grimaldos

BOOK: La CIA en España
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3.
No obstante, dada la oposición implacable de varios países europeos al ingreso del régimen franquista en la estructura de la OTAN, Washington sólo encuentra la formula de los acuerdos «bilaterales» de cooperación hasta después de la muerte del dictador. En otro memorándum secreto, este fechado el 5 de octubre de 1960, se marcan, claramente los objetivos estadounidenses en relación con nuestro país:

El acceso a las estructuras militares en España que requieren los Estados Unidos y la aceptación, por parte de España, del concepto de «Seguridad Colectiva». Mantenimiento de la orientación anticomunista de España y desarrollo de relaciones de mayor proximidad con Estados Unidos. Mejora de las relaciones entre España y las naciones de la OTAN para atar a España tan firmemente como sea posible a los planes occidentales de defensa regional y obtener la participación de España en la OTAN tan pronto como sea apropiado, sin comprometer a los Estados Unidos en este momento para traer a las fuerzas españolas a los estándar de la OTAN en caso de que España sea admitida. Y mantenimiento de la estabilidad interna, necesaria para cumplir estos objetivos.

1. La transición de Langley

1.
Entrevista personal con el general Manuel Fernández Monzón.

2.
Vernon Walters, Misiones discretas, Planeta, Barcelona, 1981.

3.
«Cuando, por ley natural, mi Capitanía llegue a faltar, que inexorablemente tiene que faltar algún día, es aconsejable la decisión que hoy vamos a tomar, que contribuirá, en gran medida, a que todo quede atado y bien atado para el futuro.»

4.
José Ignacio San Martín, Apuntes de un condenado por el 23-F, Espasa, Madrid, 2005.

5.
Arturo Vinuesa, Ambición de poder: Operación GODSA, Foca, Madrid, 2006.

6.
Véase el capítulo «Isidoro y Mister PESC».

7.
Vernon Walters, Misiones discretas.

8.
Véase el capítulo «"Gladio", la espada del Imperio».

9.
Vernon Walters fallece en 2002.

10.
Vernon Walters, Misiones discretas.

2. Todos contra la URSS

1.
Eduardo Martín de Pozuelo, «OSS, a la caza del espía nazi», La Vanguardia, 22 de julio de 2005.

2.
Citado por Eduardo Martín de Pozuelo en el mismo artículo de
La Vanguardia
.

3.
Phillip Knightley, Philby, maestro de espías, Ediciones B, Barcelona, 1989.

4.
Aliñe Griffith, La espía que vestía de rojo, Ediciones B, Barcelona, 1987.

5.
Secundino Serrano, Maquis. Historia de la guerrilla antifranquista, Temas de Hoy, Madrid, 2001.

6.
Desmond Bristow, Juego de topos, Ediciones B, Barcelona, 1993.

7.
Patricia Martínez de Vicente, Embassy y la inteligencia de Mambrú, Velecio Editores, Madrid, 2003.

8.
Mikel Rodríguez, Los espías vascos, Txalaparta, Tafalla, 2004.

9.
Ibid.

10.
Xabier Arzalluz, Así fue, Foca, Madrid, 2005.

11.
Ibid.

12.
Mikel Rodríguez, Los espías vascos.

13.
Xabier Arzalluz, Así fue.

14.
El militante nacionalista jesús íntxausti Urkiza, «Uzturre», forma parte de la red de espionaje del PNV que Aguirre y Pepe Mitxelena ponen a disposición de los gobiernos de Washington y Londres. Fallece en 1993.

15.
Mario Salegui. Prólogo de
Expediente vasco
: CIA y FBI en Euskal Herria, Txalaparta, Tafalla, 2003.

16.
Fragmentos citados por Mikel Rodríguez.

17.
Xabier Arzalluz, Así fue.

18.
Manuel de Dios Unanue.
El caso Galíndez: los vascos en ios servicios de inteligencia de Estados Unidos
, Txalaparta, Tafalla, 1999.

3. España, portaaviones de los yanquis

1.
Las «Coplillas de las divisas» es el tema más popular de la película ;Bienvenido, Míster Marshall!, de Luis García Berlanga. Como el resto de la banda sonora del largometraje, obra de Ochaíta, Valerio y Solano. La letra completa es:

Los yanquis han venío,

olé salero, con mil regalos.

Ya las niñas bonitas

van a obsequiarlas con aeroplanos.

Con aeroplanos de chorro libre

que corta el aire,

y también rascacielos bien conservaos

en «frigidaire».

Americanos, vienen a España

guapos y sanos.

¡Viva el tronío!

de este gran pueblo con poderío.

Ole Virginia y Michigan,

viva Texas, que no está mal.

Os recibirnos, americanos, con alegría.

¡Olé mi mare!, ¡olé mi suegra! y ¡olé mi tía!

El Plan Marshall nos llega

del extranjero, pa nuestro avío.

con tantos «parneses»,

va a echar buen pelo Villa del Río.

Traen divisas pa quien toree mejor corría,

y medias y camisas

pa las mocitas más presumías.

2.
Juan. Beigbeder y Acienza. Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros de la Academia Militar de Guadalajara a los catorce años. Como capitán y comandante de Estado Mayor participó en numerosas acciones de la guerra de África, junto a Franco y Millán Astray. Fue agregado militar en las embajadas de España en París y Berlín. Residió muchos años en Marruecos y llegó a dominar el idioma árabe. Tras la sublevación del 18 de julio de 1936, reclutó fuerzas de regulares para Franco. Fue nombrado alto comisario para Marruecos en 1937. Tomó posesión del cargo de ministro de Asuntos Exteriores el 9 de agosto de 1939, en sustitución del conde de Jordana, y cesó el 17 de octubre de 1940, para dar paso a Ramón Serrano Súñer. Tenía simpatías por los aliados, especialmente por Gran Bretaña, por eso fue sustituido cuando los alemanes estaban arrollando en su avance por Europa. Franco explica el cese de Beigbeder a su primo Francisco Franco Salgado-Araujo a su manera: «La actuación del ministro de Relaciones Exteriores de aquella época, general Beigbeder, no era nada imparcial y no inspiraba confianza al embajador de Alemania. Beigbeder era completamente germanófilo, pero tenía una amiga inglesa que posiblemente estaba haciendo el papel de una espía».

3.
Citados en
Las bases norteamericanas en España
, de Eduardo Chamorro e Ignacio Fontes, Euros, Barcelona, 1976.

4.
En
Mis conversaciones privadas con Franco
, de Francisco Franco Salgado-Araujo, se recoge el siguiente comentario del dictador sobre Beigbeder, fechado el 5 de octubre de 1954:

Su debilidad por las mujeres, a pesar de su religiosidad especial, ya que la hacía compatible con todos sus vicios. Cuando estaba en Guadalajara, siendo cadete, se hospedaba en casas de mujeres. Era buen estudiante. Durante la guerra europea, el embajador alemán, Von Stohrer, me pidió que no se entregara al ministro de Asuntos Exteriores ningún asunto o documento importante, pues no se fiaba de él, porque estaba convencido de que tenía relación con los aliados y de que las mujeres que trataba, a muchas de las cuales se les obligó a salir de España, eran espías a sueldo de aquellos. Yo creo que estaba cogido por los judíos, a los que probablemente debería dinero. En la actualidad, este señor, según han dicho unos ayudantes, sigue dedicado a sus debilidades, dando sablazos, y en mala situación económica.

5.
Citado por Joan Garcés en
Soberanos e intervenidos
, Siglo XXI, Madrid, 1996.

6.
Citado por Ángel Viñas en su libro
Los pactos secretos de Franco con Estados Unidos
, Grijalbo, Barcelona, 1981.

7.
Citado por Eduardo Chamorro e Ignacio Fontes, Las bases norteamericanas en España, Euros, Barcelona, 1976.

8.
Citado por Eduardo Martín de Pozuelo en el artículo «España, la fortaleza imprescindible»,
La Vanguardia
, 25 de julio de 2005.

9.
Citado por Eduardo Martín de Pozuelo en el mismo artículo.

10.
Citado por Eduardo Martín de Pozuelo en «En busca del tiempo perdido»,
La Vanguardia
, 26 de julio de 2006.

11.
«El senador Truman, como buen baptista, era hostil a España», escribe Vernon Walters en su libro
Misiones discretas
. «Sin embargo, los presidentes Eisenhower y Nixon nunca lo fueron», afirma.

12.
Chamorro y Fontes,
Las bases norteamericanas en España
.

13.
José María de Areilza, en su libro
Memorias exteriores
. 1947-1964 (Planeta, Barcelona, 1984), escribe:

William Foster Dulles era entonces secretario de Estado con Eisenhowcr, un hombre fuerte, y su hermano, director de la CIA. El padre de estos había sido pastor de la iglesia presbiteriana y eran destacados miembros del Consejo Presbiteriano. Durante ese importante período para las relaciones España-USA, Foster Dulles fue el inspirador y ejecutor de la política exterior de Washington. Su recio anticomunismo se basaba en la doctrina estratégica de la disuasión y en el monopolio atómico. Esta situación iba a durar hasta finales de la década. Por otra parte, el Senado influía decisivamente en la política exterior norteamericana y era un órgano de consulta obligada para el poder ejecutivo en esa materia. España, pues, estaba obligada a mantener un potente Iobby en el ámbito parlamentario.

Areilza estuvo seis años en Washington como embajador, desde finales de octubre de 1954 hasta julio de 1960. Antes de él, José Félix de Lequerica fue, primero, representante oficioso con rango de embajador, desde 1947 hasta 1950, y despides, durante cuatro años, embajador acreditado.

14.
Defensor de la política de «No intervención» durante la guerra civil española, que precisamente dejó las manos libres a nazis e italianos para intervenir en el conflicto en apoyo de Franco.

15.
Los norteamericanos tienen muy claro lo que ha supuesto la firma de los acuerdos para Franco. En un documento desclasificado del Consejo de Seguridad Nacional, de fecha 10 de junio de 1954, se dice:

El desasosiego popular que se desarrolló en la primavera de 1951 ya ha pasado. El mayor problema doméstico del gobierno ahora continúa siendo el de satisfacer los requerimientos y las reivindicaciones del pueblo español en lo que respecta a su nivel de vida que es más bajo que el de cualquier otro país de Europa Occidental, excepto Portugal. La posición del Gobierno ha sido reforzada con apoyo internacional, en especial con las firmas del concordato con el Vaticano, el 27 de agosto de 1953, y con la firma de los acuerdos económicos y militares con Estados Unidos. A los ojos de muchos españoles, estos acuerdos han traído un aumento del prestigio internacional y la esperanza de unos beneficios económicos a nivel individual. Además, la oposición clandestina organizada no comunista se ha debilitado por las acciones policiales y se ha desanimado por lo que ha sido considerada una alianza con Estados Unidos, hacia donde la oposición siempre ha mirado para llegar a sus aspiraciones políticas de un modo completo. Consecuentemente, la posición del gobierno del general Franco es probablemente más fuerte que en ningún otro momento desde 1940 y no hay, en el momento presente, ninguna alternativa efectiva al gobierno español actual.

16.
Instalaciones de uso militar norteamericanas en España
.

De acuerdo con el diseño estratégico norteamericano que se hace entre 1953 y 1959, las principales instalaciones son tres bases aéreas: Sanjurjo-Valenzuela (en las inmediaciones de Zaragoza), Torrejón de Ardoz (en las cercanías de Madrid) y Morón de la Frontera (próxima a Sevilla), y una base aeronaval localizada en Rota (Cádiz), que funciona como complejo portuario, aeronaval y submarino y es cabeza del oleoducto de 485 millas que sirve combustible a las otras bases. El oleoducto recorre el complejo militar a través de El Arahal, Écija, Ciudad Real y Alcalá de Henares (este oleoducto fue transferido al gobierno español en virtud de la renovación del acuerdo en 1970). A estas cuatro bases hay que añadir dos bases aéreas secundarias: San Pablo, que en la actualidad es aeropuerto de Sevilla y ha funcionado como centro de comunicaciones y de suministro de servicios, y el aeródromo de Reus, base de aviones de combate y aeropuerto civil.

Además, dos bases navales secundarias: El Ferrol, centro de almacenamiento de combustibles y suministros, y Cartagena, que tiene un depósito de municiones. Como complemento, una red de instalaciones de comunicación: en Puig Major, Mallorca, se instaló la estación que sirve de enlace entre los servicios de la OTAN en Italia y Gibraltar. Otras estaciones en Menorca, Guardamar de Segura, Images, San Pablo, Humosa y Elizondo. Y las estaciones de navegación de Estaca de Bares y Estartit.

17.
Fernando Reinlein,
Capitanes rebeldes
, La Esfera de los Libros, Madrid, 2002.

4. Colonizados por la CIA

1.
Francisco Franco Salgado-Araujo,
Mis conversaciones privadas con Franco
, Planeta, Barcelona, 1976.

2.
Ibid.

3.
Entrevista personal con Juan Alberto Perote.

4.
Entrevista personal con Arturo Vinuesa.

5.
Entrevista personal con Manuel Fernández Monzón.

6.
Entrevista personal con José Ignacio Domínguez.

7.
Estas prácticas se inician en los servicios de inteligencia del Alto Estado Mayor y se hacen también habituales en el SECED. Antonio Díaz Fernández, en su libro
Los servicios de inteligencia españoles
.
Desde la guerra civil hasta el 11-M
(Alianza, Madrid, 2005), escribe:

Los miembros del grupo de San Martín percibían una gratificación que oscilaba entre las 5.000 y las 25.000 pesetas. Este considerable sobresueldo venía justificado por su dedicación y disponibilidad horaria, siendo posiblemente la CIA estadounidense la que sugirió la necesidad de mantener su invulnerabilidad frente a las corrupciones y penetraciones de otros servicios extranjeros, excepto las suyas, claro. Estos sobresueldos, presumiblemente, ya se habían comenzado a pagar en la década de los cincuenta cuando el control sobre los «niños de la guerra» que retomaban de la Unión Soviética inició la colaboración entre la CIA y el Alto. Debe comprenderse que en aquella época los bajos sueldos de la milicia obligaban a que el pluriempleo fuera casi inexorable entre los militares. Por lo tanto, si se pretendía contar con un grupo humano con una flexibilidad horaria que les imposibilitaba tener este segundo trabajo por las tardes, la exclusividad debía compensarse pecuniariamente.

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