Tobías tiene nombre hebreo, y más adelante se describe su parentesco con varios judíos por matrimonio. Probablemente se le considera amonita porque era el gobernador local de los distritos de la Transjordania. Es muy probable que fuese yahvista, pero sin duda no era un judío ortodoxo, según se entendía entonces la ortodoxia. O era samaritano, o judío que sentía simpatía hacia los samaritanos.
Guesem el árabe era, al parecer, nabataeano
[139]
, miembro de una tribu árabe que ya aparece en el horizonte bíblico. Tras la destrucción del reino de Judá, los edomitas se desplazaron hacia el Norte, a Judá, y tras ellos acudieron los nabataeanos, que ocuparon lo que antes había sido Edom. Establecieron su capital en Petra, ciudad donde las fachadas de casas y templos estaban labradas en la falda de la colina, de color rosado. Alcanzó prosperidad porque era una encrucijada importante de varias rutas comerciales. Suele identificarse su emplazamiento con la ciudad edomita de Sela, que la Biblia menciona en relación con la reconquista de Edom por parte de Amasías (v. cap. 12):
2 Reyes 14.7.
Conquistó
(Amasías)
en la guerra Sela...
En el siglo III aC, los nabataeanos formarían un reino próspero. En la época en que los romanos aplastaban la rebelión judía en el 68 dC, también se anexionaron el reino nabataeano. Se convirtió en la provincia de Arabia Pétrea. Casi dos siglos después, la provincia llegó a dar un emperador a Roma, Filipo «el Árabe».
Se inició la construcción de las murallas, comenzando las obras el sumo sacerdote:
Nehemías 3.1.
Eliasib, sumo sacerdote, se levantó con sus... sacerdotes y edificaron la puerta de las Ovejas...
Eliasib continúa el linaje de sacerdotes descendientes de Sadoc, el sumo sacerdote de Salomón, pues es nieto del Josué que volvió con Zorobabel (v. cap. 5):
Nehemías 12.10.
Jesuá engendró a Joaquín, Joaquín engendró a Eliasib...
Cuando se levantaron, las murallas circuían una ciudad sumamente pequeña: la «ciudad de David» al sur (es decir, las cumbres rocosas de Sión sobre las cuales construyera David su palacio seis siglos antes), y el Templo y sus alrededores al norte. Comparado con una ciudad moderna, todo el recinto debía de tener una longitud de seis manzanas y un ancho de dos.
Molestos con las obras de las murallas, los samaritanos y otras naciones vecinas se dispusieron a lanzar a la plebe contra ellas.
En un sentido enteramente real, el pequeño enclave judío de Jerusalén estaba rodeado por todas partes. Al norte estaban los samaritanos, regidos por Sambalat; Tobías encabezaba las tribus transjordanas al oriente; y Guesem mandaba a los nabataeanos al sur. Para completar el círculo, también había un enemigo al oeste:
Nehemías 4.1.
[140]
... los árabes, los amonitas y los de Azoto se enfadaron sobremanera...
En sentido estricto, los azotitas son los habitantes de la ciudad filistea de Azoto (v. cap. 6). En la época posterior al Exilio, la expresión significaba mucho más.
Los filisteos fueron sometidos por David y primero formaron parte del reino unido para luego serlo del reino de Judá, pero siguieron manteniendo su identidad cultural. Se rebelaron en diversas épocas, pero Ozías volvió a someterlos:
2 Crónicas 26.6.
Tuvo guerra
(Ozías)
contra los filisteos, y derribó las murallas de Gat... y las de Azoto...
Pero los filisteos sufrieron con Judá en los días de la dominación asiria, porque en el 711 aC:
Isaías 20.1.
... Sargón, rey de Asiria... combatió a Azoto y la tomó.
El gobernador asirio que a partir de entonces gobernaría el territorio filisteo, se asentó en Azoto. El término «azotita» llegó a significar a todos los filisteos en general, de modo que Nehemías se enfrentaba a los filisteos igual que siete siglos antes lo había hecho Sansón.
La respuesta de Nehemías fue una defensa decidida. La mitad de los judíos construían las murallas mientras la otra patrullaba los alrededores de la ciudad, armados y preparados para luchar. Hasta los albañiles llevaban espadas, y el ambiente era muy parecido al de los pueblos fronterizos del Israel actual, donde los campesinos aran los campos con fusiles a la espalda.
Es posible que los samaritanos no estuviesen preparados para una guerra real que les causaría problemas con Persia, porque Nehemías tenía permiso real para las obras. Ya que Nehemías se negó a la simple guerra de nervios que se producía por las continuas amenazas y miradas torvas, la edificación de las murallas continuó y, según Josefo, se terminó en el 437 aC.
Nehemías también se dedicó a solventar las dificultades económicas de la pequeña comunidad y menciona una fecha posterior, porque en determinado momento dice:
Nehemías 5.14.
[141]
Desde el día en que... me puso por gobernador..., del año veinte al año treinta y dos de Artajerjes...
Podría pensarse que esto zanjaría la cuestión sobre cuál es el Artajerjes con quien trabajó Nehemías, porque es indudable que ambos no reinarían durante el período relativamente largo de treinta y dos años. Sin embargo, por una coincidencia Artajerjes I reinó cuarenta y un años y Artajerjes II cuarenta y seis. Pero si consideramos que el rey era Artajerjes I, el año que Nehemías menciona como el trigésimo segundo del rey es el 433 aC.
Los capítulos 8, 9 y 10 de Nehemías vuelven repentinamente a Esdras, al que se describe leyendo las sagradas escrituras a la población de Jerusalén:
Nehemías 8.1.
... el pueblo, como un solo hombre... se reunió... y dijeron a Esdras que llevase el libro de la Ley de Moisés...
Nehemías 8.2.
Llevólo Esdras ante la asamblea...
Nehemías 8.3.
Esdras estuvo leyendo el libro... y todo el pueblo seguía con atención...
Esdras llevaba entonces a cabo una reforma religiosa muy diferente de las anteriores. Ya no se trataba simplemente de la palabra hablada de un profeta, ni tampoco del libro encontrado en el Templo en tiempo de Josías (que sólo debió de poseer una autenticidad dudosa a ojos de muchos hombres de la época). Ahora era todo el cuerpo de la Tora, los cinco primeros libros de la Biblia, escritos, explicados e interpretados por los escribas para que todos los hombres pudieran estudiar, entender y observar la verdadera letra de la Ley.
La presencia de la Ley escrita (a la que más tarde se añadieron los libros proféticos y las «Escrituras» para formar la Biblia) impedía que los judíos volvieran a apartarse del judaísmo. Desde entonces los judíos mantuvieron la fe a través de exilios más lejanos, más prolongados, más crueles e inhumanos que el que sufrieron por obra de Nabucodonosor.
El episodio de la lectura de la Ley trae otra vez a la luz el problema de la cronología de Esdras.Éste aparece en dos sitios; uno, al final del libro de Esdras, donde rompe los matrimonios mixtos; y otro, al término del libro de Nehemías, donde dirige la reforma religiosa. Parecería que las dos versiones forman una unidad, que la disolución de los matrimonios mixtos debía preceder inmediatamente a la reforma religiosa, y que la interposición de los capítulos de Nehemías es artificial.
La cuestión es si la historia de Esdras, en conjunto, viene antes o después de Nehemías, y esto depende una vez más del Artajerjes a que se refiera el Esdras 7.7 (v. cap. 15). Si la obra de Nehemías en Jerusalén tuvo lugar del 445 al 433 aC, entonces el trabajo de Esdras es anterior, con tal de que realmente llegara a Jerusalén en el 398 aC, en el séptimo año de Artajerjes II.
Para decidirnos, podemos invocar la ayuda de otro versículo. Cuando Esdras llegó a Jerusalén y se sorprendió al descubrir la prevalencia de los matrimonios mixtos:
Esdras 10.6.
Después se retiró Esdras... y fue a la cámara de Jojanán, hijo de Eliasib, pero no comió allí pan ni bebió agua, porque estaba en gran desolación,
¿Es posible que el Eliasib mencionado aquí sea el sumo sacerdote de tiempos de Nehemías? (v. este mismo cap.). Eliasib tuvo un hijo o un nieto llamado Jojanán:
Nehemías 12.22.
En los días de Eliasib, Joyada, Jojanán..., los levitas...
Además, Jojanán fue sumo sacerdote. La colonia judía de Elefantina, una ciudad del alto Egipto, le envió cartas fechadas en el 408 aC, y Josefo lo vuelve a mencionar.
Si el Jojanán del Esdras 10.6 es éste tendríamos una prueba sólida en favor de la llegada de Esdras a Jerusalén en el 398 aC, en el séptimo año de Artajerjes II.
Pero no quedan eliminadas todas las dudas. No se dice que Jojanán o Eliasib fuesen sumos sacerdotes, ni siquiera sacerdotes, y es posible, aunque tal vez no probable, que el anfitrión de Esdras fuese un individuo corriente con el nombre cada vez más generalizado de Jojanán.
La historia que narra el cronista en torno a la destrucción y reconstrucción del Templo vuelve a contarse de nuevo en otro libro, también atribuido a Esdras. Pero éste se considera apócrifo, y para distinguirlo del libro canónico de Esdras, se utiliza el equivalente griego de su nombre y se le denomina 1 Esdras
[142]
(porque hay otro libro apócrifo llamado 2 Esdras). Para los que siguen el método católico de referirse a los libros de Esdras y Nehemías como 1 Esdras y 2 Esdras, los libros apócrifos son 3 Esdras y 4 Esdras.
El 1 y el 2 Esdras se incluyen en algunas versiones griegas de la Biblia. Pero en el Concilio de Trento, en el 1546, la Iglesia Católica decidió oficialmente qué libros consideraba canónicos, y éstos no incluían la oración de Manasés (v. cap. 14) ni ninguno de los libros de Esdras.
[143]
Son apócrifos, tanto para católicos como para judíos y protestantes.
1 Esdras se escribió en fecha no anterior al 150 aC, y quizá mucho después (aunque no más tarde del 50 dC, ya que Josefo lo cita). En general, 1 Esdras sólo se aparta del Esdras y Nehemías en detalles sin importancia y su interés principal reside en la repetición de una leyenda antigua.
Se dice que la fábula aconteció en el reinado de Darío, quien se retiró a dormir después de un banquete. Tres guardias de su escolta pasan el rato contándose lo que cada uno cree que es lo mejor; el primero elige el vino, el segundo, el rey, y el tercero, las mujeres.
En el cuento original, habría tenido más sentido que el primero escogiese el rey, pues era la elección lógica; el segundo, el vino; y el tercero, las mujeres. Entonces, el segundo podría indicar que hasta el rey sucumbe ante el vino, y el tercero que incluso el rey respeta a su madre y quiere a su mujer. El segundo y el tercero dan la respuesta correcta, pero como el tercero agradaría sin duda a las mujeres de la corte, sería el ganador.
En 1 Esdras, la historia se modifica a conveniencia del propósito del autor. El tercer guardia escoge algo más que a las mujeres:
1 Esdras 3.12.
El tercero escribió: «Las mujeres son lo mejor; pero por encima de todo la verdad cambia el rumbo de la victoria.
Refieren la competición a Darío, que se divierte y exige que cada guardia defienda su punto de vista delante de toda la corte. El primero y el segundo hablan a favor del vino y del rey. Entonces se identifica por primera vez al tercer guardia:
1 Esdras 4.3.
Entonces el tercero, que había hablado de las mujeres y de la verdad y que era Zorobabel, empezó a hablar
.
Como los libros apócrifos se escribieron en griego y no en hebreo, los nombres propios se acercan más a las formas griegas que a las hebreas dadas por la versión King James, a diferencia de lo que ocurre con los libros canónicos. Por eso tenemos aquí Zorobabel en vez de Zerubbabel.
Como en el antiguo cuento, Zorobabel habla de las mujeres, e inicia una impresionante alabanza de la verdad, terminando así:
1 Esdras 4.40.
Bendito sea el Dios de la verdad.
1 Esdras 4.41.
Y toda la gente gritó entonces, diciendo: «Grande es la verdad, más fuerte que todas las cosas».
Como el ganador fue Zorobabel, Darío se ofrece a concederle cualquier deseo, y él le pide en seguida que confirme el decreto de Ciro para la reconstrucción del Templo. Así se vincula esta fábula con la historia judía.
Es sumamente improbable que ocurriera nada parecido a esto, pero es una bonita historia.
Asuero • La India • Vasti • Mardoqueo • Amán • El pur • Zeres • El descanso de Ester
Detrás de los libros históricos viene uno que sólo puede describirse como una obra de ficción histórica, el libro de Ester.
Ester carece del tierno encanto de Rut, el libro anterior que parece contener elementos novelescos. Es un libro brutal. En realidad, el libro de Ester es el único de la Biblia en que no aparece la palabra «Dios».
Ester pudo escribirse en fecha tan tardía, como el 130 aC, y respira el aire nacionalista que podía esperarse en ese período en que los judíos vivían de nuevo en un reino independiente tras haber sufrido una etapa de persecuciones crueles. Probablemente, su nacionalismo patriotero es lo que le hizo tan popular entre los judíos, hasta el punto de que se le incluyó en el canon bíblico.
El libro empieza situándose en el tiempo.
Ester 1.1.
En tiempo de Asuero...
Suele identificarse a Asuero con Jerjes I (v. cap. 15), que reinó del 486 al 465. En ese período, el imperio persa seguía aparentemente en la cúspide de su poder, igual que en el reinado de Darío, pero ya se iniciaba su decadencia. Históricamente, a Jerjes se le conoce mejor por su gran expedición contra Grecia, que fracasó de manera desastrosa.
Buena prueba de la tardía fecha de composición del libro nos la da el hecho de que la mención de Asuero no era suficiente. Debía identificarse al monarca:
Ester 1.1.
...el Asuero que reinó, desde la India hasta la Etiopía, sobre ciento veintisiete provincias,
Esto describe con bastante precisión la gran extensión territorial del imperio persa en su plenitud. El versículo también es notable por ser el único de la Biblia (salvo por una expresión similar que se produce más adelante, en otro versículo del mismo libro) que menciona a la India. No cabe duda alguna de que la palabra hebrea empleada, «Hoddu», pueda significar otra cosa que la India. Asuero (Jerjes) no sólo reinó desde Etiopía hasta la India, sino que las palabras «Hoddu» e «India» tienen el mismo origen.