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Authors: Aurora Seldon e Isla Marín

Tags: #Erótico

Confirmación (12 page)

BOOK: Confirmación
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Tommy gimió bajito, con los ojos cerrados y la cabeza de Randy entre las piernas. El irlandés estaba apoyado con los brazos y sus caderas eran firmemente sujetas por Sasha, que seguía moviéndose.

Randy alzó la cabeza un instante y continuó con los dedos dentro de Tommy, para luego detenerse un momento. Sasha comprendió el mensaje y le dio el espacio que necesitaba para follar, sujetándolo de las caderas para no perder el contacto. Randy se colocó el condón, se posicionó en el lugar preciso y empujó.

—¿Te gusta, Stoker?

—Sé que puedes hacerlo mejor —respondió Tommy con una ligera risa: era superior a él provocarlo. Se dejó hacer pero sus ojos no se apartaban de los ojos grises de Sasha. Aunque Randy estuviera entre ellos, para Tommy era Sasha quien le hacía el amor.

Randy empujó más profundo, sintiendo que Tommy estaba más allá de su alcance: sus ojos estaban fijos en Sasha y era como si él no existiera. Además, la mirada del ruso estaba clavada en su rival, con una intensidad que jamás le había visto. Eso le molestó muchísimo. Por más que estuvieran follando, era como si estuviera pintado. Apretó los dientes y comenzó a moverse más rápido. Quería tener a Tommy gritando su nombre y quería tenerlo ya.

Sasha se detuvo al sentir la rabiosa pasión de Randy. Estaba follándose a Tommy con furia, como si quisiera destrozarlo. Él se dejaba hacer como una muñeca de trapo, pero sin apartar los ojos de Sasha. Ojos en los que se adivinaba una dulce sonrisa que, sin embargo, no llegaba a sus labios. Sasha sujetó a Randy con firmeza, y comenzó a dirigir sus movimientos, marcando el ritmo.

La furia de Randy en sus embestidas no afectó a Tommy porque esperaba cualquier cosa de él. Sólo tenía ojos para Sasha, estaba ahí por Sasha y por nadie más.

—Di mi nombre —susurró Randy con la voz ronca, a punto de correrse.

—Randy —susurró Tommy tras apartar sus ojos de Sasha y mirar al irlandés intensamente, con una sonrisa enigmática en sus labios.

—Más… más fuerte —jadeó. Las embestidas de Sasha, unidas a la estrechez de Tommy estaban haciendo estragos en él. Era su primer trío y se sentía absolutamente sobrepasado—. Dilo más fuerte…

—¡Randy! —repitió Tommy más fuerte y su sonrisa se amplió mientras Randy se corría con un furioso grito, para finalmente desplomarse sobre él. Tommy miró a Sasha por sobre el hombro del irlandés. Ninguno de los dos había llegado aún.

El ruso sonrió con ternura. Sabía lo mucho que Tommy detestaba a Randy y lo conmovió el modo que tuvo de complacerlo, pues estaba seguro de que su pequeño dragón lo había hecho por él. Y lo amó más por eso.

Besó a Randy en el cuello y lentamente salió de su cuerpo. Habituados a esas sesiones, Tommy y Sasha tenían mucha más resistencia y cuando Randy se apartó para descansar, los labios del ruso se apoderaron de los de Tommy, que le devolvió el beso con pasión y con un rápido movimiento lo giró para colocarse entre sus piernas, se puso un preservativo y lo penetró de un solo empellón.

Tommy ahogó con sus propios labios el jadeo de Sasha, más por la sorpresa que por el dolor, y sin darle tiempo para que se acostumbrara a la intrusión, comenzó a moverse con fuerza, en movimientos lentos y profundos.

Sasha cerró los ojos, sorprendido y excitado por ese inesperado giro que había dado la situación. Había imaginado que él penetraría a Tommy y luego éste lo haría con Randy, pero por lo visto, su amante había decidido cambiar los papeles.

Randy fue el más sorprendido. Sasha siempre declaraba categóricamente ser activo y allí estaba, disfrutando totalmente la follada de Stoker con una expresión de éxtasis que jamás le había visto. Eso lo hirió profundamente y decidió que tendría que hacer pagar a ese escocés insignificante lo que hacía.

Sasha abrió los ojos con una embestida de Tommy que tocó su próstata en un ángulo delicioso, y se encontró con la mirada de Randy. Había algo extraño en ella y lo atrajo rápidamente para hacerlo participar, pero Randy lo rechazó con suavidad.

—Quiero mirar —susurró—. No todos los días veo a un tipo follarse a Sasha Ivanov.

—Ni lo volverás a ver —replicó Tommy sin dejar de moverse. Sabía que Sasha sólo le permitía eso a él, era su derecho y su privilegio y sabía que no faltaría a su palabra. Besó con dulzura a Sasha y olvidó totalmente la presencia de Randy para concentrarse en su amante, su amado.

Sasha tuvo genuinos deseos de romperle la nariz a Randy por el comentario impertinente, pero la respuesta de Tommy lo hizo olvidarlo y devolvió el beso con pasión renovada. Tiempo atrás, luego de un trío con Richie, Tommy había preguntado a Sasha por qué no dejaba que el pelirrojo lo penetrase, y le había respondido que el único que se había ganado ese derecho era él. Ese día estuvo a punto de confesarle que lo amaba, pero una vez más, calló.

No importaba… Tommy sabía que era especial y eso le bastaba a Sasha.

Por el momento.

Mientras era penetrado, sujetó las caderas de Tommy y lo inmovilizó un momento, para penetrarlo a su vez con los dedos.

Tommy hundió el rostro en el hueco del hombro de Sasha y deslizó la lengua por su cuello en una lenta lamida hasta llegar al lóbulo de su oreja y lo comenzó a mordisquear con pasión mientras comenzaba a mover las caderas.

—Más fuerte —le urgió Sasha—. Muévete…

La pareja continuó follando, acaso más excitada por tener a Randy observándolos. Sasha intuía que eso podría traer cola, pero de momento no le importó. Quería disfrutar al máximo a Tommy y el espejo le devolvía la penetración en otra perspectiva. Podía verse a sí mismo, sonrojado, con Tommy entre sus muslos, empujándose profundamente dentro de él. Su cuerpo moviéndose el ritmo que imponia otro. Sus dedos aferrándose a la espalda morena, como si se tratara de su tabla de salvacion. Y su rostro irreconocible a causa de los estragos de un placer distinto al usual. Gimió suavemente al sentir su orgasmo crecer como una ola y se aferró con más fuerza a Tommy.

—Sasha —murmuró Tommy a su oído, con voz extremadamente ronca. Tomando su olvidada erección, comenzó a bombear al mismo ritmo que sus embestidas hasta hacerlo llegar al orgasmo. Unos segundos después lo siguió y colapsó sobre él con un profundo gruñido.

Se abrazaron como si sólo existieran ellos dos, pero Randy se interpuso, buscando los labios de Sasha, que le acarició la mejilla, y se quedaron unos momentos más, tocándose y besándose los tres, hasta que estuvieron listos para volver a empezar.

Fue una noche memorable. Tommy tomó a Randy de manera muy distinta a como había actuado el otro. Dedicó mucho tiempo a prepararlo para hacerle la experiencia placentera, cambiaron de pareja y de posición varias veces y, junto a Sasha, le enseñó lo deliciosos que podían ser los tríos.

Únicamente hubo un evento que pudo opacarlo todo. En medio del calor del momento, Randy intentó penetrar a Sasha, pero él no se lo permitió. «Sólo Tommy», le dijo firmemente.

Tras tan intensa jornada, acabaron durmiendo agotados en un lío de piernas y brazos hasta la mañana siguiente. Después un rápido desayuno en una cafetería, tomaron el autobús y regresaron al campus con un secreto más que compartir.

2

Pocos días después, Randy observó reír a Tommy en la cafetería, mientras hablaba despreocupadamente con varias chicas, y sintió celos. El infeliz solía colarse en el
college
para buscar a Sasha. Iba a la biblioteca, al gimnasio, a la cafetería. Y encima era popular y no entendía por qué. Además, tenía esa relación tan especial con Sasha. Tan especial que el altivo ruso dejaba que hiciera con él lo que quería.

Había pensado muchísimo en la noche que habían pasado juntos, en las reacciones de ambos, en el modo que tenían de interactuar, y había llegado a la conclusión de que lo que había entre ellos sería sumamente difícil de romper.

Pero eso no significaba que no lo intentase.

Repasó su idea una vez más. Era un juego peligroso al que le había dado muchas vueltas analizando pros y contras, pero la situación había llegado a tal punto que estaba decidido a arriesgar, sabiendo que quizá perdería. Y mucho.

De todas maneras, jugaría.

Era evidente que Tommy no se llevaba bien con sus padres, lo había notado por el modo poco entusiasta que tenía de hablar de ellos y por algunos comentarios de Sasha. También estaba seguro de que los Stoker no aprobarían al ruso y mucho menos la vida liberal que llevaba con su hijo, y sabía perfectamente que Tommy dependía económicamente de sus padres.

Sí… era un tanto arriesgado, pero valía la pena intentarlo.

Caminó con aplomo hacia el grupo.

—Eh, Stoker. ¿Tienes un momento?

—Sí, claro. —Tommy se sorprendió un poco al verlo, se despidió de las chicas y se giró hacia él—. Tú dirás…

—Vamos afuera.

Randy lo condujo hacia el patio y siguió caminando hacia el bosque, seguido de cerca por Tommy. Cuando estuvieron lo suficientemente apartados, se giró.

—La otra noche fue bastante… interesante —dijo, atento a la reacción de su interlocutor.

—¿Te pareció? —Tommy sonrió—. Para mí no fue nada fuera de lo común —comentó sin poderlo evitar.

—Sí, claro —dijo Randy con tono cáustico—. Seguramente Sasha y tú acostumbráis a hacerlo bastante a menudo, ¿verdad?

—Siempre que tenemos oportunidad —contestó sinceramente—. Desde que nos conocimos siempre hemos buscado oportunidades para estar juntos, y bueno… los tríos se han ido dando, aunque solemos tener nuestras personas especiales para eso. Lo de invitar a extraños es realmente nuevo.

—Ya veo —dijo el irlandés—. Y supongo que tus padres no lo saben, ¿eh? Porque últimamente te escapas del colegio casi todos los fines de semana. ¿O es que lo saben y lo aprueban?

—No creo que sea algo que a ti te incumba. —Tommy lo miró con rabia, empezando a adivinar lo que se traía entre manos. «El bastardo… Son las consecuencias del famoso trío. Debí haber hecho caso a mi primer impulso y no aceptar.»

—Ah, ¿no? —dijo suavemente Randy, viendo con esa declaración confirmadas sus sospechas—. ¿Sabes una cosa? Mis padres saben que soy gay y realmente no les importa. ¿Tus padres lo saben?

—Insisto que es un tema que a ti no te interesa y no tengo por qué contestarte —respondió Tommy en tono seco—. Y si me disculpas, tengo cosas mejores que hacer que estar aquí hablando tonterías contigo. —Se giró para irse.

—Espera. —Randy le puso la mano sobre el hombro, impidiéndole avanzar más—. He oído que tu padre vendrá al final de curso a buscarte —dijo—. Y me gustaría mucho conocerlo. Estoy seguro de que apreciará saber que soy amigo de su hijo. Mucho más de lo que aprecia la amistad de Sasha.

—Tú no eres mi amigo, en primer lugar —dijo Tommy, apartándose del toque con un gesto brusco—. Y lo que pudiera pensar él de ti me importa tan poco como lo que pudiera pensar de Sasha. Sasha es mi amigo y es mi opinión la que realmente me importa.

—Creo que no has entendido, Stoker —dijo rápidamente Randy—. Puedo decirle a tu padre lo que eres y lo que haces con Sasha. Sé que no le haría ni pizca de gracia y que sería probable que te llevara a vivir a Escocia para tenerte vigilado; o peor aún, que hiciera que Sasha tuviera problemas.

Tommy se quedó helado. Había imaginado que Randy se traía algo sucio entre manos, pero eso sobrepasaba sus expectativas. ¿Cómo podía usar a Sasha? Se suponía que eran amigos, Sasha siempre lo defendía y él había creído que Randy lo apreciaba realmente. Pero… ¿cómo iba a apreciarlo si acababa de insinuar que le diría a su padre sobre ellos dos?

—Inténtalo —respondió finalmente, tras controlar su furia—. Tú sólo inténtalo. Como bien has dicho, eres un gay declarado. Les diré a mis padres que nos has acosado sexualmente a Sasha y a mí y como no has podido lograr nada has recurrido a las amenazas y al chantaje. —Una sonrisa asomó a sus labios—. ¿A quién crees que creerán, a un maricón medio comunista o a su obediente hijo?

—Sólo hay un modo de saberlo —repuso Randy disimulando su furia al ver que la primera jugada se le había ido de las manos—. Se lo diré y luego te contaré su reacción… a menos que te la diga él mismo —finalizó, retirándose rápidamente.

—Maldito —murmuró Tommy entre dientes.

Cuando Randy ya no estaba a la vista se dejó caer en el césped de rodillas. Las piernas ya no lo sostenían de la tensión. Se había tirado un farol y había fallado miserablemente. Había esperado que Randy se hubiera echado para atrás en su amenaza, pero por lo visto lo había subestimado.

—¿Qué voy a hacer? —se preguntó sintiéndose miserable. Si lo obligaban a separarse de Sasha, se moriría.

3

Al día siguiente, Tommy pudo pensar las cosas con claridad. Consideró decírselo a Sasha, pero luego lo descartó porque eso sólo generaría más problemas. No le importaba mucho lo que su padre pudiera hacer con él, pero sí con Sasha. Se había salvado gracias a Alex cuando tuvo el problema con Grant, pero si su padre lo pedía quizá el decano del
college
, que también era conocido suyo, le causaría algún problema. Quizá lo deportarían… estaba seguro de que su padre querría eso si se enteraba de la clase de relación que tenía con Sasha.

Tampoco se lo dijo a Richie, porque temía que pudiera contárselo al ruso, de modo que decidió solucionar las cosas él mismo y esa tarde, después de clases, fue a buscar a Randy al pabellón de Derecho para averiguar qué era exactamente lo que quería.

—O’Branningham, necesito hablar contigo, ¿puedes salir un momento? —preguntó desde el marco de la puerta del aula.

Randy alzó la vista.

—De acuerdo. —Tras acomodar sus cosas, salió al pasillo—. ¿Qué quieres, Stoker?

—¿Te das cuenta de que si le dices a mi padre lo que tú ya sabes, hará que perjudiquen a Sasha? ¿Es así como dices estimarlo? —cuestionó directamente—. ¿Crees que a Sasha le encantará el favor?

—Tienes razón, Stoker. Le causará problemas —respondió Randy, con tono neutral—. ¿No deberíamos hacer algo nosotros para evitar que eso suceda? ¿Qué te parece a ti?

—O sea… ¿no te importa joderle la vida a Sasha? —preguntó Tommy, mirándolo con todo el odio que podía—. Eres carroña. Tal vez deberíamos comentárselo, ya que tanto le afecta, ¿no crees? —contraatacó, reticente a rendirse.

El pulso de Randy se aceleró. Por un momento temió que Tommy se lo hubiera dicho a Sasha, porque estaba seguro que si lo hacía, sería historia para él. Pero se tranquilizó pensando en lo que había visto en la mirada de Tommy y en el análisis que había hecho, y decidió arriesgar un poco más.

BOOK: Confirmación
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