Col recalentada (33 page)

Read Col recalentada Online

Authors: Irvine Welsh

Tags: #Humor

BOOK: Col recalentada
12.78Mb size Format: txt, pdf, ePub

«¿Te encuentras bien?», le preguntó Carl, incorporándose de la colchoneta hinchable mientras Helena sonreía y le saludaba con la mano, como si nada indecoroso hubiera sucedido.

«Estaba ebrio…, aquel té…, me temo que me comporté como un idiota.»

Carl se levantó, se sentó ante una mesa e invitó a Black a hacer lo mismo. «Todos lo hicimos, ¿pero qué más da? Tenemos cosas más importantes en las que pensar que preocuparnos por que alguien se ponga hasta el culo, Albert.»

Black se desplomó abatido en la silla y sacudió la cabeza con gesto compungido. «No sé qué hacer…»

Carl le señaló la presencia de un camarero que se aproximaba con una bandeja de plata. «Quédate aquí y desayuna con nosotros.»

«No puedo aceptar más hospitalidad…, anoche alguien me dejó su habitación.»

«Ése sería Terry.»

«Law… Terry. Qué caritativo por su parte. Me siento muy mal por haberle privado de ella. ¿Dónde ha…?» Cuando vio la sonrisa de Ewart, Black se quedó con la palabra en la boca.

«Creo que no hubo problema. Es más, es probable que le ayudaras.»

«No sé…», dijo Black sacudiendo la cabeza, pero Carl Ewart ya le había servido un poco de zumo de naranja y le pedía al camarero que trajera algo de comer. En las alturas, el cielo pálido y despejado parecía invitar a la serenidad, y sucumbió ante la creciente lasitud de sus huesos.

«Dentro de un rato tendrás que ir a ver a tu familia», dijo Helena, sumándose a ellos con un pareo alrededor de los hombros, «estarán preocupados.»

«Es cierto. Ha sido muy difícil. La verdad es que mi hijo y yo no nos llevamos muy bien.»

«Eso deberías intentar solucionarlo», dijo Carl con tristeza, pensando de pronto en su difunto padre. «De lo contrario, te perderás las cosas que nunca os dijisteis. Y él también.»

«Es cierto», reconoció Black. «No tuvimos demasiado tiempo.»

«Eso dice alguna gente. Habéis compartido una vida. Independientemente de que creas en una vida en el más allá o no, la vida que habéis compartido tiene que significar algo», dijo, notando la mirada de Helena sobre él.

«Brindo por eso», dijo ella, levantando su vaso de zumo de naranja.

Black contempló a su ex alumno. «Todos estáis siendo muy amables conmigo, Carl. Quiero decir que en el colegio… lo siento si…»

Carl Ewart levantó una mano para acallar a su viejo maestro. «Albert, yo podría haber ido a Eton o Rugby y seguramente habría salido igual. Algunos nunca seremos felices si no tenemos alguna convención contra la que rebelarnos. Gracias por haber sido esa fuerza, esa influencia, y lo digo en serio. Pero quizá deberías intentar ser un poco más amable contigo mismo y con la gente que te rodea.»

Black sonrió en un somero gesto de reconocimiento de que así era. Era cierto. Marion habría querido que tuviera relación con William. Y con Christine. Sabía que ella vivía con otra mujer, y aquel acto pecaminoso y contra natura no era algo que él pudiera aprobar jamás, pero había que amar al pecador. En cuanto al pecado en sí mismo, le correspondía juzgarlo al Señor. Iría a Sidney y la vería. ¿Qué otra cosa podía hacer con sus ahorros? La vida sí tenía un sentido. Había que limar asperezas.

Comieron con cierta vacilación. Las tiras de beicon con huevos estrellados, la fruta y los cruasanes con mermelada y mantequilla parecían excesivos para unos estómagos encogidos. El zumo de naranja y el agua eran mucho más bienvenidos. Black contempló a la feliz pareja, un hombre de mediana edad con una novia más joven.

«¿El nombre de N-Sign lo sacaste del pub que está junto al castillo?»

«No.» Carl Ewart miró a Albert como si estuviera loco. «Me lo dijiste tú, en el colegio. El primer día de religión, te dije cómo me llamaba y me contaste la historia de Charles Ewart.»

«Es cierto…, ¿te acordabas de eso?»

«Por supuesto. De cómo les quitó el estandarte del águila a los franceses en Waterloo. Era una historia estupenda y la contabas muy bien. Salí de esa clase sintiéndome muy ufano porque me llamaba igual que aquel heroico guerrero escocés. Luego busqué información sobre él en la biblioteca. Se convirtió en mi héroe. Nació en Kilmarnock, que es de donde procede la familia de mi padre.»

«Así que es posible que seas descendiente directo», dijo Black, incapaz de contener la emoción de su voz.

«Sería bonito pensar que sí, pero allí es un nombre muy común. Pero sea así o no, era un relato muy ejemplar que me hizo sentirme muy especial. Me proporcionó un buen nombre artístico con una historia detrás. Así que gracias.»

Black asintió pensativamente, y con una sonrisa leve pero agradecida mordisqueó un cruasán.

Charlaron bajo el sol de la mañana y comieron a duras penas, aunque todos consiguieron echarse algo al estómago. Cuando terminaron, Albert Black se levantó de la mesa y dijo: «Ahora voy a volver con mi familia. Pero me gustaría mucho invitaros a los dos a cenar o a comer en su casa. Mi nieto es fan de tu música y le encantaría conocerte.»

Carl miró a Helena. «Estaremos encantados.»

«Por supuesto.»

«¿Qué tal mañana a las siete?», propuso Black.

«Por nosotros perfecto», dijo Helena. «¿Carl?»

«Sí, estupendo. A esa hora no tengo nada.»

«Muy bien. Y gracias otra vez por cuidar de mí.»

«No te preocupes. Somos de la vieja escuela», dijo Carl con una sonrisa, y vio a su viejo maestro sonreír lánguidamente y con gesto agradecido antes de dar media vuelta y echar a andar, un poco tembloroso los primeros pasos, pero luego, como el viejo soldado que era, atravesando con aire resuelto el jardín tropical y dando la vuelta a la piscina. Al llegar a la puerta de atrás del hotel, Black se dio vuelta y exclamó en voz alta y solemne, señalando con el dedo: «¡Acuérdate, Ewart, las siete quiere decir a las siete! ¡Ya sabes lo estricto que soy con la puntualidad!» Y por primera vez en mucho tiempo en el rostro del anciano apareció algo parecido a una sonrisa.

«Le recibo alto y claro», dijo Carl Ewart, sonriendo a su vez y saludando con formalidad a su antiguo maestro. No se sintió del todo capaz de decir «señor», pero esta vez al viejo no pareció importarle.

El autor

Escritor y dramaturgo escocés nacido en 1958,
Irvine Welsh
es un autor contemporáneo conocido a nivel internacional por su obra
Trainspotting,
adaptada al cine con gran éxito en 1996 por el director de cine Danny Boyle.

Considerado un autor de culto, Welsh abandonó la cultura punk londinense a finales de los años 70 del siglo XX para estudiar informática y dedicarse a la compraventa inmobiliaria. Tras volver a Edimburgo publicó su primera novela,
Trainspotting
(1993), que se volvió un éxito de ventas y críticas pese a la polémica que levantó tras su éxito en todo el mundo tras el estreno de la película.

Welsh ha publicado varios libros hasta la fecha caracterizados por transcribir fonéticamente el habla escocesa y sus dialectos, experimentando también con las tipografías y ahondando en la vida diaria, sucia y realista, de la sociedad en la que creció.

Notas del traductor

[1]
Vocablos formados por analogía con
blaxploitation
(amalgama de
black
—negro— y
exploitation
—explotación). Se trataría, pues, de literatura que explota temas escoceses o relacionados con las drogas.

[2]
Variedad de cerveza un poco más floja y más clara de tono que la export.

[3]
Apelativo genérico empleado por los ingleses para designar a los escoceses.

[4]
Argot rimado:
Hampden Roar
(«el rugido del estadio de Hampden») por
score
, de la expresión
to know the score
, «saber lo que hay».

[5]
Ex estrella del
glam rock
procesada en 2005 y 2006 por delitos de pornografía infantil y pederastia respectivamente. En la actualidad su nombre es sinónimo de pederasta.

[6]
Seeker
: en el argot médico británico, se califica así a la persona que se presenta en una clínica o en urgencias en busca de una dosis de morfina simulando un dolor extremo.

[7]
En un principio este término se refería a las bandas callejeras del East End de Glasgow del período de entreguerras, enfrentadas so pretexto de disputas territoriales y religiosas. En la actualidad lo emplean los pandilleros juveniles de toda Escocia para referirse a su círculo de íntimos.

[8]
Denominación de los jóvenes informalmente vestidos que acuden al fútbol para alborotar.

[9]
Casuals
seguidores del Hibernian Football Club.

[10]
Top boy
: literalmente, «el de arriba» en cualquier actividad. En el contexto
casual
y
hooligan
, se refiere a los cabecillas.

[11]
Diminutivo de
chip shop
, es decir, tienda de
fish ‘n’ chips
.

[12]
Literalmente, «las perras del embalse».

[13]
Diminutivo de
casuals
.

[14]
Siglas de Capital City Service.

[15]
Diminutivo de
hooligans
.

[16]
Siglas de
fucked up beyond all recognition
, es decir, «completamente hecha polvo».

[17]
Habitante del barrio de Pilton, Edimburgo.

[18]
Término de argot para designar a los habitantes de Glasgow.

[19]
Denominación despectiva para los seguidores del Hearts of Midlothian F. C., que a su vez deriva de una construcción de argot rimado
(Jam Tarts
, «galletitas de mermelada de fresa»), basada en los colores rojos de la elástica de dicho equipo.

[20]
Juego de palabras que se refiere tanto al IVA (VAT) como a una conocida marca de whisky.

[21]
Letra de «Happy Xmas», de John Lennon.

[22]
Letra de «Simply the Best» de Tina Turner.

[23]
Juego de palabras con el nombre de la calle, Cockburn Street, que podría traducirse literalmente por «ardor/escozor de polla».

[24]
Juego de palabras con «Victor», que significa «vencedor» en latín.
To the victor the spoils
...

[25]
Argot rimado:
Edinburgh Castle
por
hassle
(«agobio»).

[26]
Literalmente, la «calle Resaca».

[27]
Juego inglés muy semejante al béisbol.

[28]
Fragmento de la letra del himno de Horatio Palmer «Yield Not to Temptation», que podría traducirse por «mira siempre a Jesús, él te acompañará». La modificación da como resultado «mira siempre a Jesús, él rematará».

[29]
Tira de cuero con un montón de cortes en uno de sus extremos, utilizada en Escocia y en algunas ciudades inglesas para castigar a los alumnos golpeándoles en la palma de la mano. La mayoría de autoridades educativas escocesas abolieron su uso a comienzos de la década de 1980, y fue prohibido legalmente en 1987.

[30]
Otro apelativo para los seguidores del Hearts of Midlothian Football Club.

[31]
Mezcla de bebidas alcohólicas y refrescos.

[32]
Contracción del argot rimado
Septic Tanks
(«fosa séptica»), por
Yanks
(«yanquis»).

[33]
Profesor a cargo de una residencia en un internado.

[34]
Estereotipo de mujer de clase media (casi siempre blanca) que vive en un área residencial y dedica su vida a sus hijos, a los que lleva en minivan a entrenamientos de fútbol, meriendas, ensayos de teatro u otras actividades.

[35]
Frase hecha que indica que uno ha acabado alguna tarea. En este caso, podría traducirse por «Dicho y hecho».

[36]
Literalmente «negro hijo de puta». La expresión podría tener su origen en la conducta de las hinchadas futbolísticas británicas hacia los jugadores de raza negra de equipos rivales.

[37]
Natural de Nueva Zelanda.

[38]
Fragmento del poema «Tam O’Shanter», de Robert Burns: «Y emprendió el camino en una noche tal que nunca pobre pecador se viera expuesto a ella».

[39]
Argot rimado:
Coral Reef
(«arrecife de coral») por
beef
(«carne»).

[40]
Ian McLagan (miembro del grupo pop Small Faces) por
Shaggin
(«folleteo»).

[41]
Fragmento del poema «Tam O’Shanter», de Robert Burns: «El viento soplaba como si soplara por última vez; los estruendosos chaparrones se desataron entre ráfagas; la oscuridad se tragaba los fugaces destellos del rayo; los truenos retumbaban alta, honda y largamente; aquella noche, hasta un niño se habría dado cuenta de que el Diablo se traía algo entre manos».

[42]
Todos los 25 de enero se celebra en Escocia (y en muchos otros países) la «Noche de Burns», en la que se bebe whisky, se come
haggis
y se recitan poemas del bardo escocés.

[43]
Denominación que se da en Escocia al Año Nuevo.

[44]
Fragmento del poema «Tam O’Shanter», de Robert Burns: «Estaba sentado el Demonio con forma de bestia; un gran perro lanudo, negro y sombrío, estaba encargado de proveer la música: tocó la gaita y la hizo sonar, hasta que el tejado y las vigas comenzaron a temblar».

Other books

Parvana's Journey by Deborah Ellis
My Wicked Little Lies by Victoria Alexander
Twistor by Cramer, John; Wolfe, Gene;
Eye of the Storm by Ratcliffe, Peter
One in a Million by Abby Gaines
Language Arts by Stephanie Kallos
War on Whimsy by Liane Moriarty
The Assassin's Song by M.G. Vassanji