cohorte.
La unidad táctica de la legión. Constaba de seis centurias, y cada legión tenía diez cohortes. Cuando se refería a movimientos de tropas los generales solían hablar de sus ejércitos en términos de cohortes más que de legiones, lo cual indica que, por lo menos hasta los tiempos de César, el general desplegaba o separaba las cohortes en orden de batalla. El manípulo, formado por dos centurias (había tres manípulos en cada cohorte), dejó de tener significación desde los tiempos de Mario.
colegio.
Colectivo o sociedad de hombres que tenían algo en común. Roma poseía colegios sacerdotales (tales como el Colegio de los Pontífices), colegios políticos (como el Colegio de los Tribunos de la plebe), colegios civiles (como el Colegio de los Lictores) y colegios de oficios (por ejemplo, el gremio de directores de pompas funebres). Ciertos grupos de hombres de todas las esferas de la vida, incluidos los esclavos, se agrupaban en lo que se conocía por colegios de encrucijada para cuidar de las encrucijadas más importantes de Roma y organizar la fiesta anual de las encrucijadas, las Compitalia.
Comicios.
Gran foso redondo en el cual se celebraban las reuniones para los
comitia
. Estaba situado en el Foro Romano inferior adyacente a los escalones de la Cámara del Senado y la basílica Emilia, y bajaba del nivel del suelo en una serie de escalones que formaban gradas sobre las cuales los hombres permanecían de pie; en las reuniones comiciales los hombres nunca se sentaban. Cuando estaba muy lleno, el foso podía dar cabida quizás a dos o tres mil hombres. La tribuna o plataforma de los oradores estaba situada en uno de los lados.
comitia
. Véase
asamblea
.
condemno
. Palabra empleada por un jurado para emitir un veredicto de «culpable». Era un término que se limitaba al ámbito de los tribunales; tanto los tribunales como las asambleas tenían sus jergas específicas.
conducto.
La conexión entre la conducción principal y las tuberías que llevaban el agua desde dicha conducción hasta el interior de los edificios, fueran de propiedad pública o privada. El tamaño o el calibre del conducto estaba estrictamente regulado por la ley, y quedaba bajo la autoridad de los ediles. Los romanos conocían el comportamiento del agua como volumen, pero no conocían la presión del agua. Sin embargo, sí apreciaban el tubo de alimentación basado en la gravedad, y colocaban los depósitos de agua de la ciudad en el terreno más elevado.
confarreatio.
La más antigua y estricta de las tres formas de matrimonio romano. En los tiempos de César, la práctica de
confarreatio
quedaba limitada a los patricios y no era obligatoria. Uno de los principales motivos por los que el matrimonio
confarreatio
perdió popularidad era porque la esposa pasaba de la patria potestad de su padre a poder del marido, y así tenía mucha menos libertad que las mujeres casadas del modo corriente; no podía controlar su propia dote ni dirigir negocios. Otro motivo radicaba en la extraordinaria dificultad para disolverlo; el repudio
(diffareatio
) era tan arduo desde el punto de vista religioso y desde el punto de vista legal que no merecía la pena tanta molestia a menos que las circunstancias no dejasen otra alternativa.
cónsul.
El cónsul era el magistrado romano de más categoría entre los que poseían
imperium
, y el cargo de cónsul (los eruditos modernos no se refieren a él como «consulado» porque el consulado es una institución diplomática moderna) era el peldaño más alto del
cursus honorum
. Cada año se elegían dos cónsules en la Asamblea de las centurias que servían durante un único año. Asumían el cargo el día de año nuevo (el 1 de enero). Uno de ellos, el
senior
, era superior al otro; era el que sacaba primero el número de centurias que tenía que conseguir como requisito imprescindible. El cónsul
senior
tenía las
fasces
(véase) durante el mes de enero, lo cual significaba que su colega
junior
permanecía como observador. En febrero el cónsul
junior
ostentaba las
fasces,
e iban alternándose mes a mes a lo largo de todo el año. Ambos cónsules tenían una escolta de doce lictores, pero sólo los lictores del cónsul que tenía las
fasces
durante aquel mes llevaban las
fasces
al hombro cuando le precedían adondequiera que dicho cónsul fuese. En el último siglo de la República podían ser cónsules tanto los patricios como los plebeyos, aunque nunca dos patricios juntos. La edad apropiada para ser cónsul era la de cuarenta y dos años, doce después de haber entrado en el Senado, aunque existen pruebas convincentes de que en el año 81 a. J.C. Sila concedió a los senadores patricios el privilegio de presentarse a cónsul dos años antes que cualquier plebeyo, lo cual significaba que los patricios podían ser cónsules a los cuarenta años de edad. El
imperium
de un cónsul no tenía límites y operaba, además de en Roma y en Italia, en todas las provincias, y superaba el
imperium
del gobernador proconsular que hubiese en ellas. El cónsul podía mandar cualquier ejército.
consular.
Era el nombre que se daba a un hombre después de haber sido cónsul. El resto del Senado tenía en especial estima a esos hombres, y hasta que Sila se convirtió en dictador siempre se les concedía a los consulares la palabra o se les pedía que dieran su opinión en la Cámara por delante de los pretores, de los cónsules electos, etc. Sila lo cambió, pues prefirió exaltar a los magistrados en el cargo y a los elegidos para asumir los cargos a continuación. El consular, no obstante, en cualquier momento podía ser enviado a gobernar una provincia si el Senado requería de él ese servicio. También podía pedírsele que asumiera otros deberes, como ocuparse del abastecimiento de grano.
consultum.
Término para un decreto senatorial, aunque era expresado con más propiedad como
senatus consultum
. No tenía fuerza de ley. Para que un
consultum
se convirtiera en ley tenía que ser presentado por el Senado ante alguna de las asambleas, tribal o de centurias, y entonces ésta votaba para decidir si pasaba a ser una ley o no. No obstante, muchos
consulta
(plural de
consultum
) nunca se sometían a ninguna asamblea y por ello nunca se promulgaban, pues no se votaban, pero eran aceptadas como leyes por toda Roma; entre estos
consulta
estaban las decisiones acerca de los gobernadores de las provincias, la declaración y la realización de las guerras y todo lo concerniente a asuntos extranjeros. En el año 81 a. J.C. Sila concedió a estos particulares decretos senatoriales la categoría formal de leyes.
contio.
Plural,
contiones
. Era la reunión preliminar de una Asamblea de los Comicios para discutir la promulgación de un proyecto de ley o de cualquier otro asunto comicial. A las tres asambleas se les requería debatir una medida en
contio
, la cual tenía que ser convocada por un magistrado con potestad para ello, aunque no se llevaba a cabo votación.
contubernalis.
Cadete militar; subalterno de menor rango y edad inferior en la jerarquía de los oficiales militares romanos, pero de ésta quedaban excluidos los centuriones. Ningún centurión era nunca cadete; era un soldado experimentado.
coraza.
Armadura que encerraba la parte superior del cuerpo de un hombre sin tener que formar una camisa. Consistía en dos placas de bronce, acero o cuero endurecido; la frontal protegía el tórax y el abdomen, y la otra cubría la espalda desde los hombros hasta las vértebras lumbares. Las placas se sujetaban una con otra mediante correas o bisagras en los hombros y a lo largo de los costados, debajo de los brazos. Algunas corazas estaban exquisitamente cortadas y se ajustaban a los contornos del torso del individuo en cuestión, mientras que otras servían para cualquier hombre de un tamaño y físico en particular. Los hombres de más elevado rango —generales y legados— llevaban corazas labradas en relieve y bañadas en plata (en ocasiones, aunque era raro, chapadas en oro). Seguramente como símbolo de
imperium
, el general, y quizás los legados de mayor categoría, llevaban una fina banda roja alrededor de la coraza, a medio camino entre los pezones y la cintura; esa banda tenía nudos y vueltas rituales.
corona cívica.
La segunda condecoración militar más alta de Roma. Era una corona o guirnalda hecha de hojas de roble que se concedía a aquel que salvaba las vidas de soldados compañeros y se mantenía en el puesto donde hacía tal cosa durante el resto de la batalla. No se podía conceder a menos que los soldados salvados prestasen juramento formal ante su general o declarasen que decían la verdad acerca de sus circunstancias. L. R. Taylor argumenta que entre las reformas constitucionales que llevó a cabo Sila había una referente a los ganadores de coronas militares importantes; que, siguiendo la tradición de Marco Fabio Buteo, ascendió a tales hombres y les hizo formar parte del Senado, lo cual responde a la enojosa pregunta acerca de la condición de senador de César (complicada como era debido al hecho de que, siendo
flamen Dialis
, había formado parte del Senado desde el mismo momento en que vistió la
toga virilis
). Gelzer estuvo de acuerdo con esta teoría, pero por desgracia sólo en una nota a pie de página.
corpus animusque.
Cuerpo y alma.
criselefantino.
Obra de arte confeccionada con una combinación de oro y marfil.
cuestor.
El escalón más bajo del
cursus honorum
senatorial. Siempre era un cargo electo, pero hasta que Sila estableció durante su dictadura que en el futuro el cuestorado sería el único modo para que un hombre entrase en el Senado, no hacía falta ser cuestor para ser senador. Sila aumentó el número de cuestores de doce hasta veinte, y dispuso que un hombre no podía ser cuestor hasta que cumpliera treinta años. Los principales deberes de un cuestor eran de carácter fiscal. Podía ser trasladado (por sorteo) al Tesoro dentro de Roma, destinado a recaudar derechos de aduana, derechos portuarios y rentas en cualquier lugar de Italia o servir como administrador del dinero de un gobernador provincial. Un hombre que iba a gobernar una provincia podía solicitar un cuestor concreto. El año en el cargo de un cuestor empezaba el quinto día de diciembre.
cunnus.
Palabrota latina extremadamente ofensiva: «coño».
Curia Hostilia.
Era la Cámara del Senado. Se creía que había sido construida por el misterioso tercer rey de Roma, Tulo Hostilio, de ahí el nombre: «la casa de reuniones de Hostilio».
cursus honorum.
Véase magistrados.
custos.
Delegado oficial para supervisar un procedimiento de votación en uno de los
comitia
.
Dacia.
Gran extensión de tierra que comprende la zona de Hungría que queda al este del río Tisa, el oeste de Rumania y Transilvania. Los orígenes raciales de sus primeros pobladores son oscuros, pero cuando Roma tuvo conocimiento de Dacia en el último siglo a. J.C., sus gentes eran celtas, por lo menos en cuanto a su cultura y habilidad para la extracción y refinería de metales se refiere. Los dacios estaban organizados en tribus, eran sedentarios y practicaban la agricultura. Tras la subida al trono del rey Burebistas en la década de los años 60 a. J.C., las tribus dacias empezaron a hacer incursiones en zonas dominadas por Roma del norte de Macedonia y de Iliria, y se convirtieron por ello en motivo de cierta preocupación para Roma.
damno.
Término que se empleaba en la Asamblea de los Comicios para dar el veredicto de «culpable». No se usaba en los tribunales.
Danubio, río.
También llamado el Danuvius por los romanos; para los griegos era el Ister, aunque los griegos nunca conocieron su nacimiento ni su curso hasta que el río se aproximaba a su desembocadura en el mar Euxino (Negro). Los romanos de la época de César conocían vagamente que era un río grande y larguísimo, y que fluía por Panonia, el sur de Dacia y el norte de Mesia. Hoy día recibe los diversos nombres de Danubio, Donan, Duna, Dunar, Dunarea y Dunay.
demagogo.
Originalmente un concepto griego, el demagogo era un político cuyo principal atractivo estaba entre las multitudes. El demagogo romano (casi inevitablemente tribuno de la plebe) prefería la arena del Foso de los Comicios a la Cámara del Senado, pero no entraba en su política «liberar a las masas», y en conjunto los que acudían en multitud para escucharle no formaban parte de las clases más humildes. El término simplemente indicaba «el que complace a la multitud».
denarius.
En plural,
denarii
. Excepto una o dos muy raras emisiones de monedas de oro, el denario era la más extensa denominación de moneda en tiempos de la República. Era de plata pura, contenía aproximadamente 3,5 gramos de ese metal y tenía aproximadamente el tamaño de una moneda norteamericana de diez centavos actual. Había seis mil doscientos cincuenta denarios en un talento de plata. De las monedas en circulación, probablemente la mayoría eran
denarii
.
derechos latinos.
Condición ciudadana intermedia entre el nadir de los aliados italianos y el cenit de la ciudadanía romana. Los que tenían derechos latinos compartían muchos privilegios en común con los ciudadanos romanos: el botín se repartía a partes iguales, podían establecer contratos con ciudadanos plenos y buscar protección legal para dichos contratos, se les permitía casarse con ciudadanos romanos y tenían el derecho a apelar contra la condena de pena capital. Sin embargo no tenían derecho al
suffragium
—derecho a votar en las elecciones romanas— ni podían formar parte de un jurado romano. Después de la revuelta de Fregelas en el año 125 a. J.C., a los magistrados de las ciudades y zonas en los que había derechos latinos se les concedió el derecho a asumir plena ciudadanía ellos mismos y sus descendientes directos.
diadema.
No era ni una corona ni una tiara, sino simplemente una gruesa cinta blanca de aproximadamente una pulgada (25 milímetros) de anchura, cada uno de cuyos extremos estaba bordado y a menudo rematado con una orla. Era el símbolo de la soberanía helénica; sólo el rey y/o la reina podían llevarla. Las monedas muestran que se llevaba o bien en la frente o bien detrás del nacimiento del cabello, y se anudaba en la nuca, por debajó del occipucio; los dos extremos colgaban sobre los hombros.