albaneses.
Los miembros de una tribu que ocupaban las tierras que se extendían entre el alto Cáucaso y el mar Caspio.
alguacil.
Término no verdaderamente aplicable a la época romana, pero que he utilizado para describir a los hombres designados para mantener la ley y el orden cuando no se utilizaba a los lictores, y también para describir a los hombres que contrataban los prestamistas para acosar a un deudor e impedir la morosidad.
amanuense.
El que toma por escrito las palabras dictadas por otra persona.
amicitia.
una condición de amistad formal entre dos familias (o estados) de la misma categoría; cuando la categoría no era igual, el lazo más probable era el de cliente y patrón. La
amicitia
era tradicional y pasaba de una generación a otra dentro de la misma familia.
amygdala.
Plural,
amygdalae
. Cualquier cosa con forma de almendra.
Anatolia.
Más o menos la moderna Turquía asiática. Se extendía desde la costa sur del mar Negro (el Euxino) hasta el Mediterráneo, y desde el mar Egeo, al oeste, hasta la moderna Armenia, Irán y Siria en el este y en el sur. Las montañas Tauro y Antitauro hacían que el interior y gran parte de sus costas fueran muy montañosos. Tenía clima continental.
ánfora.
Vasija de cerámica de forma bulbosa con el cuello estrecho y dos asas grandes en la parte superior; la base puntiaguda o cónica impedía que se sostuviera verticalmente en terreno llano. Se utilizaba para el transporte (normalmente por mar) de vino o trigo, pues su fondo puntiagudo permitía asegurarla con facilidad en el serrín que llenaba la bodega de los barcos o el interior de los carros. Así se mantenía en posición vertical durante el viaje, almohadillada y protegida. El fondo cónico permitía arrastrarla por terreno llano por una de las asas, y se sujetaba con considerable facilidad para cargarla y descargarla. El tamaño habitual del ánfora contenía unos veinticinco litros.
animus.
La mejor definición se encuentra en
The Oxford Latin Dictionary
, así que la cito textualmente: «La mente en cuanto algo opuesto al cuerpo, la mente o alma como constituyente junto con el cuerpo de la persona entera.» Hay otras definiciones, pero ésta es adecuada al modo en que
animus
se usa en este libro. Hay que tener cuidado, no obstante, en no atribuir a los romanos la creencia en la inmortalidad del alma.
apex.
Casco de marfil muy ajustado que usaban los sacerdotes. Tapaba todo el cabello, pero dejaba al descubierto las orejas; estaba coronado por una punta de madera sobre la cual iba atravesado un disco de lana.
Arausio.
En este libro solía referirse a la batalla librada el 6 de octubre del año 105 a. J.C. cerca de la ciudad de Arausio, en la Galia Transalpina. Una inmensa masa de tribus germánicas migratorias que iba avanzando hacia abajo por el margen oriental del río Rhodanus (el Ródano) y a la que hicieron frente dos ejércitos romanos a los que el Senado había ordenado que se agrupasen bajo la autoridad del cónsul de aquel año, el Hombre Nuevo Cneo Malio Máximo. Pero el procónsul Quinto Servilio Cepión, que era patricio, se negó a cooperar con Malio Máximo porque era de baja cuna, e insistió en mantener separado a su ejército. El resultado fue una derrota para Roma peor que la de Cannas; se dice que el número de soldados romanos muertos en combate superó los ochenta mil.
Armenia Magna.
En la antigüedad, Armenia Magna se extendía desde el sur del Cáucaso hasta el río Araxes, al este hasta el ángulo del mar Caspio y al oeste hasta el nacimiento del Éufrates. Era una extensión de tierra muy montañosa y fría.
Armenia Parva.
Aunque se la conocía como Armenia Menor, este pequeño territorio, que ocupaba las regiones abruptas y montañosas de la parte alta de los ríos Éufrates y Arsanias, no formaba parte del reino de Armenia. Hasta que la ocupó el sexto rey Mitrídates, del Ponto, estaba gobernada por su propia casa real, pero siempre rindió vasallaje al Ponto más que a la propia Armenia.
armillae.
Los anchos brazaletes de oro o de plata que se les concedían como premios al valor a los legionarios, centuriones, cadetes y tribunos militares romanos de categoría inferior.
arpía.
Mítico monstruo de origen griego. Si hay que creer lo que dice Virgilio, los romanos pensaban que las arpías eran aves con cabeza de mujer, aunque los griegos las consideraban mujeres con alas y garras. Robaban personas y comida y dejaban tras de sí sus heces a modo de insulto.
Asamblea (comitia).
Cualquier congregación del pueblo romano convocada para tratar de asuntos electorales, judiciales, legislativos o gubernamentales. En la época de César había tres verdaderas Asambleas: la de las Centurias, la del pueblo y la de la plebe.
Asamblea de las Centurias (comitia centuriata)
. Estaba formada por el pueblo, patricios y plebeyos; las clases se establecían atendiendo a los recursos económicos de sus componentes. Como tenía origen militar, cada clase se dividía en centurias. Las
Dieciocho
(véase) constaban tan sólo de cien hombres cada una, mientras que otras centurias contenían más de cien. La Asamblea de las Centurias se reunía para elegir a los cónsules, a los pretores y (normalmente cada cinco años) a los censores. También se convocaba para celebrar juicios por acusaciones de alta traición
(perduellio)
y tenía potestad para aprobar leyes. A causa de su carácter militar, la Asamblea de las Centurias estaba obligada a reunirse fuera del
pomerium
, y normalmente lo hacía en el Campo de Marte, en un lugar llamado los
saepta
. No solía convocarse para aprobar leyes ni para celebrar juicios.
Asamblea del pueblo o Asamblea Popular (comitia populi tributa)
. Permitía la plena participación de los patricios y era de naturaleza tribal. Se estructuraba en las treinta y cinco tribus en que se distribuían todos los ciudadanos romanos. Convocada por un cónsul o pretor, normalmente se reunía en el Foso de los Comicios. Elegía a los ediles curules, a los cuestores y a los tribunos de los soldados. Podía formular y aprobar leyes; hasta que Sila estableció los tribunales permanentes, muchos juicios romanos se celebraban en esta asamblea.
Asamblea Plebeya (comitia plebis tributa o concilium plebis)
. Reunía a las treinta y cinco tribus, pero no permitía la participación de los patricios. Como sólo contenía a una parte del pueblo, la Asamblea Plebeya no era «oficial» del mismo modo que lo eran la de las Centurias y la Popular. En ella no se interpretaban los auspicios ni se decían plegarias. El único magistrado que tenía potestad para convocarla era el tribuno de la plebe. Tenía derecho a promulgar leyes (únicamente plebiscitos) y a llevar a cabo juicios, aunque estos últimos fueron mucho menos frecuentes a partir del momento en que Sila estableció los tribunales permanentes. Sus miembros elegían a los ediles plebeyos y a los tribunos de la plebe. El lugar normal de sus reuniones era el Foso de los Comicios. Véase también votación y tribu.
atrio.
Sala principal de recepción de una
domus
romana o casa privada. En su mayor parte contenía una abertura en el techo (el
compluvium
) por encima de un estanque
(impluvium
), cuyo propósito en origen era servir de depósito de agua para uso doméstico. A finales de la República el estanque se había convenido únicamente en un elemento ornamental.
auctoritas.
Término latino de muy difícil traducción, pues significaba mucho más de lo que implica la palabra autoridad. Tenía connotaciones de preeminencia, influencia, importancia pública y —sobre todo— capacidad de dirigir los acontecimientos en un sentido u otro a través de un cargo público. Todas las magistraturas poseían
auctoritas
intrínsecamente, pero la
auctoritas
no quedaba limitada a aquellos que ostentaban las magistraturas; el príncipe del Senado, el pontífice máximo, otros sacerdotes y augures, los consulares e incluso algunos individuos privados que quedaban fuera de las filas del Senado poseían
auctoritas
.
augur.
Sacerdote cuyas obligaciones concernían a la adivinación. Todos los augures formaban el Colegio de los Augures, un cuerpo estatal oficial que comprendía doce miembros (normalmente seis patricios y seis plebeyos), hasta que en el año 81 a. J.C. Sila incrementó el número hasta quince miembros; desde entonces solía contener por lo menos un plebeyo más que el número de patricios. Los augures en un principio se elegían por cooptación por los demás augures, pero en el año 104 a. J.C. Cneo Domicio Ahenobarbo promulgó una ley que obligaba a que la elección de futuros augures se llevase a cabo por una asamblea de diecisiete tribus elegidas por sorteo entre las treinta y cinco. Sila suprimió esta elección en el año 81 a. J.C. y se volvió así a la elección por cooptación, pero en el 63 a. J.C. el tribuno de la plebe Tito Labieno reinstauró la elección. El augur no predecía el futuro ni interpretaba los augurios a su propio capricho; inspeccionaba los objetos pertinentes o los signos para asegurarse de si la empresa en proyecto contaba con la aprobación de los dioses o no, ya fuera iniciar una
contio
(véase), una guerra, una nueva ley o cualquier otro asunto de Estado, incluidas las elecciones. Había un manual de interpretación, los augures se remitían y «se atenían al libro». El augur vestía la
toga trabea
(véase) y llevaba un bastón llamado
lituus
(véase).
auguraculum
. Lugar fijo en el Capitolio donde los nuevos cónsules permanecían la noche en vela para contemplar el cielo antes de tomar posesión.
avia.
Abuela.
anis.
Abuelo.
birreme.
Nave construida para su utilización en la guerra; estaba pensada para ser usada a remo en lugar de a vela (aunque estaba provista de mástil y vela, que normalmente se dejaban en tierra si existían probabilidades de entrar en acción). Algunas naves birremes tenían cubierta, o al menos una cubierta parcial, pero casi todas eran abiertas. Parece probable que los remeros se sentaban en dos niveles o bancos de remos: el banco superior y sus remos estaban situados en un portarremos exterior llamado tolete, y los remos del banco inferior, llamados tanda, asomaban por troneras en los costados de la galera. Se construían con madera de abeto o de otras especies de pino de madera ligera, y sólo podían tripularse si el tiempo era bueno; con ellas se libraban batallas en aguas muy tranquilas. Era mucho más larga que ancha de manga (la proporción de eslora a manga era de 7:1), y probablemente alcanzaba una media de 30 metros (100 pies) de longitud. Transportaba unos cien remeros. Un espolón (rostrum) de roble reforzado con bronce sobresalía en la proa justo por debajo de la línea de flotación y se utilizaba para embestir y hundir a otros navíos. La nave birreme no estaba proyectada para llevar a bordo soldados ni para entablar combate con otros navíos. Durante toda la época griega y la República romana, los remeros eran profesionales, nunca esclavos.
boni.
Literalmente significa «hombres buenos». Se decía de aquellos que pertenecían a una facción ultraconservadora de dentro o fuera del Senado de Roma. A veces he utilizado el término de manera incorrecta en cuanto a su forma gramatical latina, porque resulta torpe utilizarlo siempre como sustantivo; de ahí que en algunas ocasiones lo haya empleado como adjetivo o como adverbio.
caballeros.
Los
equites
eran los miembros de lo que Cayo Graco denominó la
ordo
equester
. Bajo los reyes de Roma, los
equites
habían formado el segmento de caballería del ejército romano; en esta época los caballos eran escasos y costosos, lo que tuvo como consecuencia que el Estado dotase de caballos públicos a las dieciocho centurias originales en las que se agrupaban los caballeros. Cuando comenzó y fue creciendo la República, la importancia de la caballería romana disminuyó, aunque el número de centurias formadas por caballeros en la primera clase fue en aumento. En el siglo II a. J.C. Roma ya no tenía tantos caballos estatales, y los caballeros se convirtieron en un grupo social y económico que tenía poco que ver con los asuntos militares. Los caballeros ahora eran definidos por los censores solamente en términos económicos, aunque el Estado seguía proporcionando un caballo público a cada uno de los mil ochocientos
equites
de mayor categoría. Las dieciocho centurias de origen mantuvieron el número de cien caballeros cada una, pero el resto de las noventa y una centurias ecuestres (es decir, la primera clase) aumentaron hasta contener cada una muchó más de cien hombres. Estas setenta y tres centurias de mayor volumen estaban organizadas de una manera distinta de las Dieciocho; setenta de ellas eran de carácter tribal y había una centuria de seniors y una centuria de juniors por cada tribu. Al votar, a una de las Dieciocho nunca se le concedía la
praerogativa
; esto era exclusivamente para una de las centurias tribales de
juniors
.
Hasta el 123 a. J.C. los senadores eran también caballeros, pero ese año Cayo Graco separó el Senado como un cuerpo aparte formado por trescientos hombres. Era, en el mejor de los casos, como un proceso artificial; todos los miembros no senatoriales de familias senatoriales seguían siendo clasificados como caballeros, mientras que los propios senadores no sólo formaban parte de las tres centurias de senadores, sino que quedaban para propósitos electorales en las centurias que hubieran ocupado siempre.
El insoluble rompecabezas es: ¿quiénes eran los
tribuni aerarii
? Los ingresos exigidos para que el censo considerase a alguien caballero eran de cuatrocientos mil sestercios de ingresos, mientras que el
tribunus aerarius
exigía un censo de trescientos mil sestercios. Al principio yo creía que posiblemente eran funcionarios públicos —supervisores del Tesoro y cosas por el estilo—, pero después he llegado a convencerme de que Mommsen tenía razón. El apuntaba que había por lo menos dos escalones de caballeros de la primera clase: los que tenían un censo de cuatrocientos mil sestercios y los que lo tenían de trescientos mil sestercios; y los caballeros con menores ingresos eran los
tribuni aerarii
. ¿Significa eso que sólo los mil ochocientos caballeros que tenían caballo público poseían un censo de cuatrocientos mil sestercios o más? Yo también dudaría eso. Había miles de hombres muy ricos en Roma, y ningún censo podría dividir tan netamente un grupo con unos ingresos de otro en un punto de corte con cifras redondas. Quizás se tratase más bien de que un caballero
senior
dotado de caballo público había de tener por lo menos cuatrocientos mil sestercios de ingresos para propósitos de censo. Mientras que las otras setenta y tres centurias de la primera clase contenían una mezcla de caballeros plenos y de
tribuni aerarii
. Las centurias de
juniors
, es de imaginar, contenían más
tribuni aerarii
que las centurias de
seniors
. ¡Pero nadie lo sabe con certeza!