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Authors: Adolfo Bioy Casares

Tags: #Otros, #Biografía, #Memorias

Descanso de caminantes (28 page)

BOOK: Descanso de caminantes
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Faulkner en el Cuartel 7.º del partido de Las Flores
. La viuda de Pees, nuera de mi difunto vecino del fondo del camino José Pees, se ahorcó en su rancho. En esa soledad vivía con su hijo idiota. Tuve esta noticia en el potrero 7.º, el 18 de marzo de 1983.

Todo iba muy bien, hasta que tuve la mala ocurrencia de leer mi diario.

Sobre mi joven vecino, me dicen: «Sólo conoce dos sensaciones. Una, cuando tiene que pagar algo. Otra, cuanto tiene que hacer algo para ayudar a un amigo». Sobre el mismo, Silvina dijo: «Si se le apareciera un hada que le ofreciera la fama, que es lo que más quiere, a cambio de un momento de generosidad, se quedaría sin fama».

También sobre el mismo, me contaron que dijo que estuvo muy cansado, que ya no aguantaba más a su ex amante, porque ésta se mostraba obsesionada por un grano que tenía en la nariz, que según el médico podía ser canceroso. Dijo él que el colmo fue cuando la mujer le pidió que la acompañara al consultorio de un especialista, donde tuvo que estar esperando, con exagerada ansiedad, el resultado de los exámenes, que fue negativo.

Comme l'autre vie est difficile
. Para ser prestigiosa, una religión debe ser monoteísta; para atraer a la gente, politeísta.

En un cafetín de Versailles, sin duda con Helena, descubrí que me gustaba el budín inglés. Fuera de unas pocas confiterías, en ninguna parte en Francia le sirven a uno un té como la gente. En aquel cafetín de Versailles no había tostadas, el té era tibio y para acompañarlo traían porciones de budín inglés, con envolturas de fábrica. Advertí entonces que el budín inglés y el té armonizan del modo más grato.

Pienso ahora que un buen té es a algo muy difícil de conseguir en este mundo. En Inglaterra el té es bueno y siempre lo sirven caliente pero ¿cómo evitar las rebanadas crudas, recubiertas de manteca, de ese triste pan con miga que para ellos es el pan?

El chico (9 años) comenta: «Yo no sé cómo sigue habiendo ladrones. Siempre pierden». Es un espectador de series de televisión norteamericanas, en las que los delincuentes siempre pierden.

En España meten presas a las mujeres que abortan (1983).

30 marzo 1983. 12 horas
. Veo a las mujeres como habitantes de un planeta inabordable; después del almuerzo me acuesto con mi amiga; a la noche veo a las mujeres como mis compañeras en este mundo.

En la noche del lunes soñé que me acostaba con una chica que no conozco; en la noche del martes soñé que me acostaba con una chica que conozco de vista; en la tarde del miércoles me acosté con mi amante (que volvió al país después de un viaje).

«Linda camisa —comentó el camisero—. No se la vendí yo. En mis tiempos, telas como ésta se destinaban a los disfraces de diablo que compraba la purretada para carnaval».

Idiomáticas. Comparsa
. Además de las de máscaras y las de actores, en el campo había las de la esquila, muy comunes durante mi infancia y mi juventud. «¿Paz? —le pregunté a la señora que presentaron en el coktail—. ¿No será pariente de una tal Paz Osán que solía tener una comparsa de esquiladores en la zona de Pardo?».

En un pueblo de Colombia, un terremoto derrumba las iglesias sobre los fieles que acudieron a los servicios de la Semana Santa. Hay muchos muertos.

Aimer c'est agir
, escribió Victor Hugo. Pienso que es verdad; una verdad que más vale ocultar a nuestras amigas.

Jorge Cruz, uno de los directores del suplemento literario de
La Nación
, durante los cuarenta días de la cuaresma no come carne.

La Resurrección del Señor, fundamento del cristianismo
. «Si Cristo no ha resucitado —dijo San Pablo— vana es nuestra fe».

Silvina y Beatriz Guido conversan por teléfono. De pronto las sobresalta la voz de un hombre.

BEATRIZ: —Hay alguien en la línea.

SILVINA: —Está ligado. Voy a cortar. (Corta).

VOZ DE HOMBRE: Sé perfectamente quiénes son. Son dos escritoras. Hace un rato que las estoy oyendo. Nunca oí tantas pavadas.

Un caballero, amigo de hija, estuvo con ella en mi escritorio y, en un momento en que se quedó solo, leyó un contrato que yo había dejado sobre la mesa, No contento con leerlo, lo comentó conmigo.

Hace poco, muy seguro, usé la expresión
contradictio in adjectio
. Después tuve dudas sobre si la entendía, o no, y la busqué en el Lalande; leí: «
Contradictio in adjecto
. Contradicción entre un término y se le agrega (por ej. entre un sustantivo y su adjetivo)». El probo peronista, el lúcido radical.

«No me hables del Tero», solía decir mi padre, para que no lo distrajera de algo que se disponía a hacer.

Idiomáticas
.

Tapadas
. Hacienda de un color oscuro predominante, como las vacas holando casi exclusivamente negras. En el remate del 14 de abril de 1983, en Vicente Casares, si por las más blancas pagaban cuarenta y tantos millones, por las tapadas pagaban veinte millones más (en vacas similares). La preferencia de la gente de campo por los animales de pelaje oscuro sobre los blancos fue, a lo largo de mis años de experiencia, siempre marcada. Ahora los veterinarios dan la razón a los paisanos: los vacunos negros parecen menos propensos que los blancos al cáncer de ojos y otras enfermedades. Vicente Miguel, por su parte, me dice que en tiempo de mis tíos, las vacas y los toros tapados se consideraban de desecho.

Caravana
. Por extensión, unas chapas indicativas, de material plástico, que se fijan en una oreja de vacunos puros o puros por cruza.

Después de un encuentro callejero, con besos y promesas:

¿Qué la llame en París a Gloria Alcorta
?

Mi única vida es demasiado corta
.

De un santo leí que nació en África y que reiteradamente soñaba con viajar a Europa. Bueno fuera que no.

Serendipity
. Facultad de lograr por accidente descubrimientos inesperados y felices. Por
Serendip
, Ceilán. La palabra es de Horace Walpole, quien la usó en su cuento de hadas «Los tres príncipes de Serendip» (Ceilán). Traducción: ¿Serendiptividad? ¿Serendipicencia?

Murió Pedro Quartucci. Bastante buen actor.

Idiomáticas
. Lenguaje oral,
lastimado
. Lenguaje escrito,
herido
. Es claro que
lastimadura
es
herida leve
.

Frase ambigua
. Estruendosa deposición de un presidente.

Ignorancia supina
. No es la mayor, sino «la que procede de la negligencia del sujeto». ¿Por qué?

Marta Viti me pregunta qué puede hacer con su bibliografía de ABC. Como no puedo decirle que se la meta ya se sabe dónde, le recuerdo su intención de mandarla a una revista norteamericana (de profesores de español y portugués). Asegurándome que su bibliografía es un trabajo científico y que nadie hizo una igual, me la muestra. Veo qué ha puesto sobre
La invención de Morel
y encuentro que ya en 1937 se había publicado un fragmento, lo que es bastante raro, porque entonces o había escrito unas pocas páginas de borrador, o solamente había imaginado la máquina y la trama, o más probablemente no se me había ocurrido aún la idea. Entre los libros prologados por mí incluye
Poesía gauchesca
, que prologó Borges.

Idiomáticas
.
Refalar
,
resbalar
por
resbalar
. Argentino rural
in Refalosa
.

Plegaria del sirvientero (de un cancionero anónimo).

Santa Zita, santa Zita
,

yo te pido una mucama
,

para bien de mi ropita

y alegría de mi cama
.

Idiomáticas
.
Porra
. Pelo grueso y enmarañado, como el de los indios o los negros.
Mandar a la porra
. Mandar al diablo.

Una señora habla con otra en la mesa contigua de La Biela: «Dijo que yo estaba mamada. Y tendría razón».

Yernos para Lear
. El relator se enteró de que su hija esperaba un chico y decidió ir a verla a Guayaquil. En el aeropuerto lo recibieron la hija y su marido: un muchacho de inmensa pelambre anaranjada, un triángulo tieso y enmarañado, cuya base reposaba sobre los hombros. La chica, en un viaje por el continente, había conocido a este muchacho y en seguida se había enamorado de él. La llevó a su casa, junto al mar. En Guayaquil, los hijos rebeldes de padres ricos suelen retirarse junto al mar, a vivir en la playa. El muchacho era hijo de un ingeniero de caminos. Según mi relator, no hay caminos en el Ecuador. Estudió dos años de ingeniero y cansado de que lo tomaran por gringo (norteamericano) a causa del color de su pelo, abandonó el estudio. Para llegar a la costa cruzaron en lo que podría describirse como los restos de un jeep, por las más pavorosas villas miseria. Me dijo mi relator: «Solo, me hubiera muerto de miedo». Atravesaron ríos. Recorrieron kilómetros y kilómetros por la playa. De pronto llegaron a un lugar donde había unas casillas semidestruidas de madera, sobre pilotes. Mi yerno apuntó a una de las casillas y dijo: «Ésa es nuestra casa». Mi relator pensó: «Para ellos habrá sido el paraíso; para mí es un espanto». A pesar de los mosquiteros, había que dejar las ventanas abiertas para que el viento se llevara los mosquitos y los tábanos. «Es claro que por la ventana abierta podía entrar un individuo a degollarlo a uno —dijo el relator—. Además, a la noche, con la marea alta, uno oía y sentía el mar debajo del piso y no había que ser demasiado imaginativo para temer que el mar se llevara una noche la casilla. Es lo que pasó y por eso mi yerno se vino con mi hija para acá y yo no tengo esperanzas de que se vuelvan al Ecuador. No tienen dónde vivir».

Vivimos en la incertidumbre de la verdad
. Tomamos por verdad nuestras decisiones. Si nos resignamos a una operación quirúrgica, para el cirujano no recurrimos al consejo de los hombres sabios… Elegimos el que nos parece mejor según el discernimiento de los partidarios de un político radical o peronista, y alegremente nos jugamos la vida entre las manos de algún Mallea de la medicina.

Me preguntan: «De sus lumbagos, ¿cómo está?». Para ser el rey de la creación estoy bien. Ahora si tengo que correr un poco, para llevarle un remedio a la que tiene dolor de muelas, al día siguiente me dolerá la cintura. También me duele por haber sacado los platos de la alacena o por otros quehaceres domésticos.

Le quart d'heure américain
. Dícese cuando en una relación de amor la iniciativa es de la mujer. Desde luego ocasión de emplear esta expresión hay siempre (aun cuando creemos lo contrario).

La semana pasada, murió en Venezuela Baica Dávalos. Era amigo de Genca y sé que una noche desde una ventana del cuarto piso de esta casa (Posadas 1650) orinó a la calle. Con su mujer, Mamy, solían visitarnos a Genca y a mí en Vértiz; con el tiempo, Mamy se pasó a Jaime, el hermano de Baica. Baica se fue a Venezuela y escribió. A su pedido lo recomendé a la Guggenheim, para que lo becaran; no lo becaron. Era un hombre fuerte, basto, asaz inteligente, bebedor, salteño profesional; desprejuiciado, inescrupuloso, no contemplaba demasiado los sentimientos ajenos; de todos modos, la gente que lo quería lo quería mucho.

Un hermano
. Me dijo que al dejar de querer sabía que ya nunca se enamoraría y que al enamorarse de nuevo se enamoraba como la primera vez.

Aprendizaje
. Mis primeros cuentos (de
17 disparos, Caos, La estatua casera
,
Luis Greve
,
muerto
) eran sueños contados. A la noche soñaba, a la mañana escribía. No me faltaban asuntos; creía en ellos, porque los sueños nos persuaden de su importancia, de su encanto, de su promesa de misterio. Cuando comprendí que el lector merecía historias más lúcidamente inventadas y armadas, con mayor rigor, ya tenía el hábito de narrar historias y la seguridad mal ganada desde luego, pero eficaz, porque en esta materia son decisivos el estado de ánimo y la convicción de estar dotado de una imaginación inadecuadamente fértil.

Un viejo me dijo: «Es notable con qué naturalidad reducimos nuestras pretensiones». Pensaba sin duda en los «cambios extraños que traen los años».

Según diarios de hoy, 11 de mayo de 1983, el Papa estudia la posibilidad de absolver a Galileo. Al fin y al cabo, el principal cargo contra él sería el de no haber consultado debidamente a los astrónomos del Vaticano.

Egoísmo ingenuo
. Ella estaba muy triste, porque había despedido a un amigo, un tal Jeremy, que se iba a Inglaterra. «¿Sabés lo que me dijo tu vecino?», me preguntó. «¿Qué él también estaba muy triste?, porque Jeremy hacía buenas traducciones de sus cuentos». Y agregó ella algo en el sentido de que ese comentario era un fiel autorretrato.

The Twenties, The Thirties
de Wilson. ¿Por qué la lectura de estos volúmenes desaliente? Los «no conocidos» de Wilson son, hoy y aquí, y me atrevo a predecir, mañana y allí también, desconocidos; infinidad de desconocidos, presuntamente muertos, de quienes se cuentan historias, anécdotas, dichos, cuyo mérito principal sea, tal vez, el de corresponder a esas personas. Cerramos, pues, los libros con un ligero estremecimiento de rechazo, como si constituyeran un convincente registro de mortalidad y olvido. Después de leerlos, no se pregunta uno:
Alas, alas, if all should be in vain
, sino que sabe
ad nauseam
que todo es vano, salvo la muerte.

Palabras
. De Felipe Fernández:
Chichonear
, por bromear, jaranear. De una amiga: «La gente de antes era más pifiona» (burlona). De una señora: «Es muy
pied à terres
», por
terre à terre
. De una chica de Parera y Avenida Alvear: «Cuando concretemos» por cuando nos acostemos.

Etimología. Paranoia. Para
: al lado (¿o más allá de?);
noia
: nous, la mente (¿o el conocimiento?).

Nueva
[16]
fonética porteña
.

El empleado del escritorio me pregunta:

—¿Le traigo una
shoda
?

En cuanto al léxico:
soda
se usa para designar, indistintamente la soda o el agua mineral con gas (o efervescencia, como decíamos antes).

Hokusai revisited
. Tengo la modesta aspiración de vivir no menos de de mil años. Llegaré entonces a madurar de manera más generalizada y hasta cierto punto completar mi educación. Me he pasado la vida pensando en las palabras. Sin embargo hasta después de cumplir sesenta años mi conocimiento teórico de fonética era nulo. Si algo sé ahora de esa disciplina es por azar. Porque una amiga, que debió dar su examen de fonética, me pidió que la ayudara a estudiar algunas bolillas. En mil años habrá oportunidades de que otros azares favorables ocurran.

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