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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (47 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
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(I Corintios, XV, 35-44.)

En este pasaje se vislumbran tenuemente dos grandes enseñanzas del Trabajo: una es el Rayo de Creación, al que se nombra aquí como "gloria del sol", "gloria de la luna", etc., y la otra la enseñanza de que el Hombre tiene (o más bien, digamos aquí, puede tener) más cuerpos que el cuerpo físico. Porque Pablo habla del Hombre como si tuviera ya un segundo cuerpo, mientras que Cristo nos enseña que el hombre debe nacer de nuevo.

PARTE III.

El Trabajo, casi desde su punto de partida, dice que la Esencia en el Hombre no está desarrollada. Define al crecimiento de la Esencia como un cambio en el nivel de Ser: y dice muchas veces que la Personalidad debe ser pasiva para que la Esencia pueda desarrollarse. Habla en especial de la Falsa Personalidad o "Yo" Imaginario y de la necesidad de observarnos a nosotros mismos a este respecto y de separarnos de ellos. Tiene como finalidad permitir el crecimiento de otra cosa. La Esencia puede desarrollarse. Es allí donde el hombre puede crecer. Y en relación con el desarrollo de la Esencia crece un segundo cuerpo. Pero esto no ocurre mientras la Personalidad es activa y controla la vida interior.

Examinemos la idea de la
separación interior.
En mi caso debo observar a Nicoll y tratar de separarme continuamente de las reacciones y hábitos de Nicoll. En su caso, si su nombre es Smith, debe separarse de Smith. ¿Cuál es su nombre? Repítalo silenciosamente a usted mismo. Luego, es preciso que se observe y se separe internamente de todo cuanto significa
su
nombre para usted mismo. ¿Es claro? Supongamos que en este Grupo, la señorita Robinson, el señor Smith, el señor Black, la señorita Browne, y así sucesivamente, están todos sentados aquí. Todo el tiempo son la señorita Robinson, el señor Smith, el señor Black, la señorita Browne, de diversas maneras, agradables y desagradables. Ahora bien, la primera tarea del trabajo práctico estriba en el trabajo de la separación interior. El señor Smith se siente superior a la señorita Browne y ella a su vez se siente superior al señor Smith, y así sucesivamente, interminablemente. Todo ello es muy difícil de explicar en palabras. Es preciso tener la inteligencia de ver lo que significa. Ya se sabe que la
Personalidad es activa
y la
Esencia es pasiva
en el hombre mecánico y esto se debe a la acción de la vida que mantiene esta relación entre Personalidad y Esencia. La vida es la fuerza neutralizante que mantiene a la Personalidad activa y a la Esencia pasiva.

Sólo hay una fuerza que puede cambiar esta relación entre Personalidad y Esencia, una fuerza que proviene del
exterior de la vida.
Este es el Trabajo, o, en general, las
influencias conscientes,
que provienen del Círculo Consciente de la humanidad, fuera de la vida mecánica.

Esta nueva disposición es una
inversión
de la disposición anterior. Tuvo lugar una
inversión de signo.
Empieza cuando el Trabajo en el hombre se vuelve más fuerte que la vida, y significa que algo organizado se ha producido en el hombre y que esto lo controla. Porque el Trabajo, al provenir de las Influencias Conscientes, puede formar, en un suelo adecuado, un órgano receptor a través del cual el hombre reciba la fuerza, es decir, su "pan de cada día". Y ya que la Esencia es la parte más real de un hombre y la Personalidad es
relativamente
irreal, para que este órgano se forme correctamente, debe formarse eventualmente de lo que en el hombre
es más real y sincero.
No puede formarse en el hombre externo, ni en una Falsa Personalidad. Muchos pensamientos tienen cabida aquí en lo concerniente a la relación de la Personalidad y la Esencia, y en conexión con la idea de que algo nuevo se forme como resultado de un desarrollo de la Esencia. Por esta razón examinemos otra vez lo que el Trabajo dice sobre la relación de la Personalidad y la Esencia.

Se sabe cuan extraordinaria es la enseñanza del Trabajo sobre la Personalidad y la Esencia. Dice que la Personalidad debe formarse ante todo correctamente, y, a menos que ocurra así, la Esencia no puede crecer más allá de cierto límite. La Esencia crece un poco y luego la Personalidad debe formarse a su alrededor. Entonces la Esencia
puede crecer
a expensas de la Personalidad, es decir, haciendo que la Personalidad sea pasiva. De este modo se ve que el Hombre, si se lo entiende correctamente, es una serie de experimentos sobre sí mismo. Una Personalidad mal formada, en conjunción con una Esencia infantil, es un serio impedimento para un hombre. La idea es que un hombre debe
salir
de sí mismo a la vida, y, por así decir, regresar nuevamente, movimiento similar al del hijo pródigo. La vida debe actuar plenamente sobre un hombre antes de que la Esencia pueda crecer más allá de su punto natural. Lo extraordinario es que la gente piensa a menudo que la Esencia puede crecer por sí misma. El Trabajo dice que no puede hacerlo. Puede crecer hasta cierto punto cuando es todavía infantil. Y luego se detiene. La Personalidad debe entonces formar el alimento potencial, eventual para la Esencia; al formarse la Personalidad llega a ser activa. Un hombre debe aprender todo lo que se refiere a la vida para la cual nació en esta tierra. Después, si tiene un centro magnético, y si lo desea, será capaz de encontrar los medios para que su desarrollada Personalidad se vuelva pasiva por un largo trabajo interior. Al hacerlo así, alimenta a la Esencia, mediante una lucha interior. De modo que el Trabajo, que es la educación correcta, la
segunda
educación, empieza por hacer pasiva a la Personalidad mediante la separación interior, la no identificación, el recuerdo de sí, etcétera.

Ahora bien, la formación de un segundo cuerpo se relaciona con el crecimiento de la Esencia, la que es interna respecto de la Personalidad. El segundo cuerpo no está hecho de la materia que compone la Personalidad, que es por
lo general H 48,
sino de materia planetaria, que es generalmente
H 24.
Pero un hombre no puede empezar desde la Esencia. Es preciso
enseñar
a la Esencia a desarrollarse. El Trabajo no se inicia en la Esencia. Se inicia, en un hombre que tiene un centro magnético, desde aquellos "Yoes" que desean trabajar en él, y ellos forman el "Mayordomo Delegado". Este es el primer punto que el Trabajo forma en un hombre. Puede disolverse, o puede llegar a ser más fuerte. Esos "Yoes" deben
enseñar a la Esencia,
es decir, la Personalidad debe, al principio, enseñar a la Esencia. Pero a medida que la Esencia crece —es decir, a medida que el Trabajo se vuelve cada vez más real y esencial en un hombre— el Trabajo del Mayordomo Delegado pasa al del Mayordomo. Esto puede expresarse en el siguiente diagrama:

que es el mismo que:

Obsérvese que lo
Superior
en el Diagrama II es lo
interior
en el Diagrama I. Lo que es superior es más interno en un hombre y lo que es inferior es más externo. El Mayordomo Delegado debe entonces luchar no sólo con los "Yoes" equivocados o ignorantes en la Personalidad, con los hábitos mentales y emocionales equivocados, con la Falsa Personalidad, con el sueño, con la imaginación, con la consideración interna, con la identificación, con la mentira, con las emociones negativas, con la justificación de sí, y así sucesivamente, pero también con una Esencia no desarrollada o infantil. Porque la evolución misma del hombre depende del desarrollo de su Esencia: y el desarrollo de la Esencia se relaciona en él con la formación de un "segundo cuerpo".

PARTE IV.

—Ahora examinemos brevemente el diagrama de los Cuatro Cuerpos del Hombre, cuando están plenamente desarrollados:

Un hombre tal, que tenga estos cuerpos desarrollados en sí, está internamente en el
orden correcto.
Las cosas interiores rigen las cosas exteriores. Para usar la terminología cristiana, el Cuerpo Celestial o Divino rige el Cuerpo Espiritual; el Cuerpo Espiritual rige el Cuerpo Natural; y el Cuerpo Natural rige el Cuerpo Corpóreo o Físico. La próxima vez hablaremos de estos cuerpos.

Birdlip, 17 de enero, 1943
Los cuatro cuerpos del hombre II

Ya nos hemos ocupado en alguna medida de la idea que se refiere a otros cuerpos en el Hombre que no son el cuerpo físico. Esta noche oirán lo que podría llamarse la enseñanza puramente formal sobre los Cuatro Cuerpos del Hombre tal como fue dada originalmente por G. Pero es preciso comprender que la forma en que se la expondrá es, por así decirlo, muy condensada. Es, en cierto modo, una primera ojeada a todo el tema, y fue impartida en dos ocasiones. Pero se dijo expresamente que para completar esa primera visión podrían ser expuestas muchas otras ideas, y que se necesitan muchas modificaciones para comprender este importante tema. Es sabido que cuando se expone un tema difícil a gente que lo ignora en absoluto, debe presentarse primero un plan general. Por ejemplo, si un viajero va a pronunciar una conferencia sobre un país desconocido que acaba de visitar, es preciso ante todo que lo presente en sus líneas generales. Esta conferencia sobre los Cuatro Cuerpos, expuesta hace muchos años por G. y anotada por el señor Ouspensky, debe ser considerada como un panorama general. Después se hicieron muchos agregados y modificaciones a la forma original en que fue presentado. Nos ocuparemos de ellos en los próximos comentarios, pero ahora me parece conveniente exponerles de un modo puramente formal el panorama general de los Cuatro Cuerpos del Hombre y así me podré remitir después a esta disertación.

Les recordaré otra vez aquí que en los Evangelios hay testimonios definidos sobre el hecho de que un hombre debe adquirir un nuevo cuerpo. Ello es expresado en términos de que un hombre debe renacer antes de alcanzar el Reino de los Cielos. Un hombre nace una vez en su cuerpo físico, pero el hombre que vive en su cuerpo físico debe adquirir un segundo cuerpo o cuerpo psicológico. Y cuando lo adquiere ha renacido. Es preciso que todos ustedes comprendan que el hombre no es un mero cuerpo físico. En realidad el hombre mismo es el
hombre psicológico
que vive en el cuerpo físico. La formación de nuevos cuerpos se refiere al hombre psicológico y no al físico. Se refiere a los centros psicológicos del Hombre. La organización de esos centros constituye la base de la formación de nuevos cuerpos que pueden sobrevivir a la muerte del cuerpo físico. Si un hombre está psicológicamente en un caos, luego en él nada está organizado excepto su cuerpo físico. Si un hombre no es sino una masa de contradictorios "Yoes", luego no tiene ningún permanente "Yo".

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