Bardo thodol: El libro tibetano de los muertos (8 page)

BOOK: Bardo thodol: El libro tibetano de los muertos
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Aun cuando sólo se haya oído una vez y el significado no se haya comprendido, la mente se hace nueve veces más clara en el estado de bardo, y podrá ser recordado sin olvidar una sola palabra. Por consiguiente, debería ser leído a todos durante su vida, a todos los enfermos, al lado de los cuerpos de todos los difuntos; debería ser difundido por todas partes.

Encontrarse con esta enseñanza es una enorme fortuna; es difícil encontrarla por otras vías, salvo en el caso de quienes han eliminado su oscuridad y han reunido méritos. Si uno la oye, se libera simplemente por no desconfiar; por consiguiente, debe ser enormemente estimada, pues contiene la esencia de todo el Dharma.

Aquí termina la instrucción del bardo del Absoluto, llamado la
Liberación a través de la audición,
la enseñanza del bardo que libera por la simple audición y la simple visión.

Sarva mangalam

3.
El bardo del devenir

Rindo respetuoso homenaje a las divinidades,

lamas, yidamsy dakinis;

que todos ellos me conduzcan a la liberación en el bardo.

En la
Liberación a través de la audición,
se ha enseñado ya lo relativo al bardo del Absoluto; ahora se expondrán las instrucciones relativas al bardo del devenir.

Aunque las enseñanzas respecto del bardo del Absoluto hayan sido repetidas varias veces, dejando aparte a quienes practicaban la meditación sobre el dharma y tienen un buen karma, esas instrucciones, a causa del miedo y el mal karma, son difíciles de asimilar por quienes no eran adeptos o fueron muy malos. En consecuencia, desde el décimo día en adelante se les debe instruir de nuevo.

Se rinde homenaje a las Tres Joyas y se presentan ofrendas. Se pide a buddhas y boddhisattvas que concedan su protección. Luego se llama al difunto entre tres y siete veces por su nombre, diciendo estas palabras:

«Oh hijo de noble familia, escucha bien y comprende. Los seres del infierno, las divinidades y los cuerpos del bardo nacen espontáneamente. No reconociste a las divinidades apacibles y coléricas cuando aparecieron en el bardo del Absoluto, y, después de veinticuatro días y medio, te desvaneciste aterrorizado; pero al recuperarte, tu conciencia se ha hecho más clara, y tienes ahora un cuerpo como el que anteriormente tenías. Como dice un tantra:

»Con el cuerpo material precedente y futuro del bardo del devenir,

dotado de todos los sentidos, vagando sin obstrucción,

poseyendo el poder milagroso del karma,

se ve, por los ojos puros de los dioses, a los de la misma naturaleza.

»Aquí "precedente" significa que es como si tuvieras un cuerpo como el anterior de carne y hueso porque conservas recuerdo de él, pero es también radiante y tiene marcas como si fuera un cuerpo de la edad de oro. Ésta es la experiencia de un cuerpo mental, así llamado porque aparece en el bardo. En ese momento, si vas a nacer como un dios, experimentarás el reino de los dioses, y si vas a nacer como un dios celoso, un ser humano, un animal, un fantasma hambriento o un ser del infierno, tendrás la experiencia correspondiente. "Precedente" significa que durante tres días y medio pensaste tener la forma carnal cuyo aspecto está determinado por las tendencias de tu espíritu en tu existencia "precedente". Y se dice "futuro" porque después de eso se sucederán ante ti visiones de cómo vas a nacer más tarde; por eso se dice "precedente y futuro".

»No anheles ni te sientas atraído por las proyecciones que puedan surgir en ese momento, cualesquiera que sean. Si eres atraído por ellas o las anhelas, vagarás errante en los seis reinos y sufrirás sumido en la angustia.

»Aunque las proyecciones del bardo del Absoluto han aparecido hasta ayer, no las has reconocido, de modo que tienes que vagar errante. Ahora, si eres capaz de meditar sin distracción, descansando en la pura mente desnuda, en la vaciedad-luminosa, tal como te ha enseñado tu lama, en estado de relajación, en actitud de no agarrar y no actuar, alcanzarás la liberación y no entrarás en una matriz.

»Si no puedes reconocer tu situación real, visualiza tu
yidam
o tu lama por encima de tu cabeza con intensa devoción y fervor. Esto es muy importante. Hazlo una y otra vez, sin distraerte.»

Así se debe decir. Si el difunto comprende, será liberado y no vagará errante por los seis reinos. Pero bajo la influencia del mal karma es difícil comprender, así que es preciso pronunciar estas palabras:

«Oh hijo de noble familia, escucha sin distraerte. "Dotado de todos los sentidos, vagando sin obstrucción" significa que incluso si eras ciego, sordo, cojo o tenías cualquier otra limitación cuando estabas vivo, ahora en el estado de bardo tus ojos ven formas, tus oídos oyen sonidos, y todos tus sentidos perciben con claridad y sin fallo; por eso se dice "dotado de todos los sentidos". Éste es un signo de que has muerto y vagas errante por el estado de bardo; así pues, recuerda la instrucción y comprende.

»Oh hijo de noble familia, "sin obstrucción" significa que, como eres un cuerpo mental y tu mente está separada de su soporte, no tienes cuerpo material, de modo que ahora puedes ir atrás y adelante pasando incluso a través del monte Meru, el rey de las montañas, o cualquier otra cosa, excepto la matriz de tu madre y el trono del Vajra. Éste es un signo de que vagas errante en el bardo del devenir, así que recuerda la enseñanza de tu lama y suplica a Avalokiteshvara, el Señor de la Gran Compasión.

»Oh hijo de noble familia, "poseyendo el poder milagroso del karma" significa que ahora tienes poderes milagrosos derivados de la fuerza del karma en concordancia con tus acciones, no los que derivan de la meditación o las virtudes. Puedes circular por los cuatro continentes y dar una vuelta al monte Meru en un instante, y llegar a cualquier lugar de manera instantánea, con tan sólo pensar en él o en el tiempo que lleva a un hombre extender y retirar su mano. Pero estos poderes diversos no son convenientes; no pienses en ellos. Ahora tienes capacidad para hacer todo aquello en lo que pienses sin obstáculo y no hay acción que no puedas realizar; así pues, invoca y comprende a tu lama.

»Oh hijo de noble familia, "se ve a los de la misma naturaleza" significa que aquellos que van a nacer con la misma naturaleza se verán uno a otro en el estado de bardo; así, los que van a nacer como dioses verán a los que van a nacer como dioses. De la misma forma, cualquiera de los que van a nacer en cualquiera de los seis reinos verá a los que van a nacer en su mismo reino. No los anheles; medita en el Señor de la Gran Compasión. "Por los ojos puros de los dioses" significa que la visión no es una mera consecuencia de los méritos de las divinidades, sino que se trata de la visión a través de los ojos puros y divinos de los meditantes en el samadhi real. Pero no ven en todo momento; si se concentran en ver, verán, pero si no lo hacen, o si su meditación es perturbada, no verán.

»Oh hijo de noble familia, con un cuerpo como el que ahora tienes verás tu hogar y a tu familia como si te encontraras con ellos en un sueño, pero aunque les hables no responderán; y verás a tus parientes y a tu familia lamentándose, y pensarás: "Estoy muerto, ¿qué debo hacer?" y sentirás un intenso dolor, como el de un pez que se revuelca en la arena caliente. Pero ahora sufrir no te sirve de nada. Si tienes un lama, suplícale, o suplica a tu
yidam
, el Señor de la Gran Compasión. Aunque te sigas sintiendo unido a tus parientes, de nada te sirve, así que no sientas apego. Suplica al Señor de la Gran Compasión, y el sufrimiento
y
el miedo desaparecerán.

»Oh hijo de noble familia, empujado por el viento variable del karma, tu mente, sin soporte, vaga indecisa como a caballo del viento, como una pluma, balanceándose de un lado para otro
y
cantando. Dirás a los entristecidos: "Estoy aquí, no lloréis", pero ellos no podrán escucharte y pensarás: "He muerto", y entonces sentirás un intenso dolor. No sufras de ese modo. A tu alrededor habrá una neblina gris como la luz tenue de una aurora de otoño, entre el día y la noche. El estado de bardo permanecerá por una, dos, tres, cuatro, cinco, seis o siete semanas, hasta cuarenta y nueve días. Se dice que el sufrimiento en el bardo del devenir dura generalmente veintiún días, pero esto no es completamente seguro debido a la influencia del karma.

»Oh hijo de noble familia, en este momento el gran tornado del karma, terrorífico, insoportable, girando furiosamente, te empujará desde atrás. No tengas miedo; es tu propia proyección confusa. Una densa oscuridad, terrible, insoportable, aparecerá por delante de ti, lanzando gritos terribles de "¡Golpead!" y "¡Matad!" y otros semejantes. No tengas miedo. Muchos demonios comedores de carne aparecerán abalanzándose sobre los que han hecho un gran mal, a consecuencia de su karma, portando armas diversas, profiriendo gritos de guerra, exclamando: "¡Matad! ¡Golpead"! y otras cosas semejantes. Te creerás acosado por terroríficos animales salvajes y perseguido por un gran ejército en medio de la nieve, la lluvia, la tormenta y la oscuridad. Habrá estruendo de montañas que se desmoronan, de lagos que se desbordan, de fuego que se extiende, y de un viento feroz que se levanta. Con miedo escaparás a donde puedas, pero te encontrarás con tres precipicios delante de ti, blanco, rojo y negro, profundos y terribles y a punto estarás de caer en ellos.

»Oh hijo de noble familia, no son en realidad precipicios; se trata de la violencia, la pasión y la ignorancia. Reconoce ahora lo que te rodea como el bardo del devenir, e invoca el nombre del Señor de la Gran Compasión: "Oh Señor de la Gran Compasión, mi lama, las Tres Joyas, no me dejéis, no dejéis que (nombre) caiga en el infierno". Suplica fervientemente de este modo; no lo olvides.

»Aquellos que han reunido méritos y que fueron virtuosos y practicaron el dharma con sinceridad, encontrarán la perfecta alegría y experimentarán la bienaventuranza y la felicidad perfectas. Quienes fueron indiferentes e ignorantes, y no hicieron ni bien ni mal, no experimentarán placer ni dolor, sino que se encontrarán tan sólo con la ignorancia y la indiferencia. Cualquier cosa que surja, oh hijo de noble familia, cualesquiera que sean los placeres u objetos de deseo que se te ofrezcan, no te sientas atraído por ellos ni los anheles. Ofrécelos al lama y a las Tres Joyas. Abandona anhelo y apego en tu corazón. Y si la experiencia de la indiferencia surge sin placer ni dolor, descansa tu conciencia en el Gran Símbolo más allá de toda meditación y sin distracción ninguna. Esto es especialmente importante.

»Oh hijo de noble familia, en este momento puentes, santuarios y monasterios, cabañas, stupas y demás construcciones humanas te pueden albergar por un momento, pero no estarás en ellas mucho tiempo. Puesto que tu mente está separada de tu cuerpo, no puedes demorarte ahí demasiado, te sientes enojado y con frío, y la conciencia deviene etérea, fugaz, oscilante e impermanente. Entonces pensarás: "¡Ay, estoy muerto! ¿Qué haré ahora?" y, pensando esto, tu corazón repentinamente se irá sintiendo vacío y frío y sentirás un dolor intenso e ilimitado. Puesto que debes proseguir sin establecerte en ningún lugar, no debes ocuparte de ti mismo con toda clase de pensamientos, sino que debes descansar tu mente en su estado básico.

»Llega el momento en que no tienes más comida que la que te ha sido consagrada en sacrificio, y no puedes recurrir a los amigos. Hay signos de que tu cuerpo mental vaga errante en el bardo del devenir. En este momento placer y dolor son determinados por el karma. Verás tu hogar, a tus amigos y parientes y tu propio cadáver y pensarás: "Ahora estoy muerto, ¿qué debo hacer?" El cuerpo mental estará en un extremo abatimiento, y pensarás: "¿Qué no daría yo ahora por tener un cuerpo?". E irás de un sitio a otro, en busca de un cuerpo. Aunque intentes entrar en tu propio cadáver hasta nueve veces, el invierno lo habrá congelado o el verano habrá hecho que se descomponga, o algunos de tus parientes lo habrán quemado o enterrado en una tumba o lo habrán entregado a los pájaros y animales salvajes, pues has pasado mucho tiempo en el bardo del Absoluto, así que no encontrarás ningún modo de entrar en él; sentirás una gran desesperación, y tendrás la sensación de ser estrujado entre rocas y piedras. Sufrimientos como éste son característicos del bardo del devenir; mientras busques un cuerpo no encontrarás nada sino sufrimiento, así que suprime tu anhelo de un cuerpo y descansa en el estado de no acción, sin distracción.»

Con esta instrucción, se alcanza la liberación del bardo. Pero si, a pesar de ser instruido así, es imposible comprender, a causa del poder del mal karma, hay que invocar a la persona muerta por el nombre y decir estas palabras:

«Oh hijo de noble familia, (nombre), escucha. Es tu propio karma lo que estás sufriendo ahora, así que no responsabilices de él a los demás. Es tu propio karma, así que suplica fervientemente a las Tres Joyas, para que te protejan. Si no les imploras y no conoces la meditación del Gran Símbolo, ni meditas en tu
yidam,
entonces la buena conciencia dentro de ti recordará todas tus buenas acciones y las irá contando con guijarros blancos, y la mala conciencia dentro de ti recordará todas tus malas acciones y las irá contando con guijarros negros. En ese momento estarás muy asustado y aterrorizado, y temblarás y mentirás, diciendo: "No he pecado". Entonces el Señor de la Muerte dirá: "Miraré en el espejo del karma", y cuando mire en el espejo de tus pecados y virtudes, al punto aparecerá allí todo reflejado de forma clara y distinta, de modo que, aunque hayas mentido, no te servirá de nada. Entonces el Señor de la Muerte te arrastrará por una cuerda atada alrededor de tu cuello, y te cortará la cabeza, te arrancará el corazón, te sacará las entrañas, lamerá tu cerebro, beberá tu sangre, comerá tu carne y roerá tus huesos; pero no puedes morir, así que aunque tu cuerpo sea despedazado, te recuperarás.

»Ser cortado una y otra vez causa extremo dolor, así que no temas cuando los guijarros blancos sean contados, no mientas y no temas al Señor de la Muerte. Puesto que eres un cuerpo mental, no puedes morir aun cuando parezca que te matan y te despedazan. Eres realmente la forma natural de la vacuidad, de modo que no debes tener miedo. Los Señores de la Muerte son las formas naturales de la vacuidad, tus propias proyecciones confusas, y tú eres vacuidad, un cuerpo mental de tendencias inconscientes. La vacuidad no puede dañar a la vacuidad, lo indeterminado no puede dañar a lo indeterminado. Los Señores Externos de la Muerte, las divinidades, los malos espíritus, el demonio con cabeza de toro y todo lo demás, no tienen más realidad que la de tus propias proyecciones confusas, así que reconócelo como tal. En ese momento, reconoce que todo eso es el bardo.

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