ojalá desciendan los anacrónicos
ojalá lleguen otra vez a tiempo
la verdad es que ahora
cabalmente se entiende
que mi amigo el realista
no era realista de la realidad
sino del rey.
Lluvia regen pioggia pluie
crea cúpulas vértigos confianzas
sencillamente cae sobre tus hombros
golpea en el paraguas que no puede
sentir que llueve en cuatro en ocho idiomas
se derrama quién sabe en qué mapa de sueños
con bombardeos llantos y sirenas
con recuerdos que empiezan a chorrear
con árboles que piden y no esconden
la mano o rama o pájaro o deseo
con el débil relámpago que nadie
con el trueno que se metió en su nido
llueve con voluntad igualadora
sencillamente cae sobre tus hombros
aquí y en otras tardes otras noches
con estos goterones o con otros
en inviernos en selvas en esquinas
en umbrales en huellas en abrazos
mojando estas caricias o esas muertes
sin escándalo llueve en las palabras
y hasta en el corazón llueve sin ruido
como plomo como alas como labios
llueve besando llueve como grito
en cuatro en seis en ocho en diez idiomas
en veinte o treinta desesperaciones
como cortina llueve o como cielo
sencillamente cae sobre tus hombros.
a Roberto Fernández Retamar
1
Uno llega
con sus ojos de buey
con sus dedos de frente
o con sus pies de plomo
todo eso y además
con su vieja aritmética
con su rengo compás
con su memoria
a cuestas
uno llega
sensato
dispuesto a transpirar
a cotejar testigos
a combustir mulatas
todo eso y además
a contar hasta diez
a averiguarlo todo
a no decir me asombro
uno llega
a La Habana
se planta en su febrero
y a quién le importan viejos
compases
simetrías
aquí en La Habana invierno
sol de un invierno sol
hay que recalcularnos
hay que desintuirnos
hay que saltar encima
del prejuicio y la pompa
y empezar a contar
desde amor
desde cero.
2
La abuela siglo veinte está de fiesta
empezó a leer
a los ochenta y cuatro
y acabó sexto año
a los noventa
a la muchacha alfabetizadora
le pregunto
¿problemas con los viejos?
el pulso que les tiembla
sólo eso.
3
Juan Goytisolo lo escribió una vez
y me dejó un semestre hablando solo
hay una paradoja en esta época
(y no es de las menores)
que nosotros artistas
peleemos por un mundo
que acaso nos resulte inhabitable
tiene razón
la paradoja existe
sin embargo
éste es el mundo por el que peleamos
y a mí no me resulta
inhabitable
falta saber
si es excepción
o regla
que alguien lo aclare
a más tardar
mañana
mientras tanto
y por suerte
yo respiro.
4
Vertiginosa henchida puntualmente
como fósforo que de pronto es antorcha
como brisa sospechosamente vital
como verdad escueta y explosiva
como caos fraterno terrenal entusiasta
como la abolición de soledades varias
como la más reciente panne de la injusticia
como el ojo de Abel puesto a mirar
como santa maría del buen desaire
como el mejor complot contra la muerte
como si Marx bailara el mozambique
decente inconfundible remontada
toda presente y casi venidera
La Habana ignora y sabe lo que hace.
5
Vamos a ponernos brevemente de acuerdo
aquí los buitres son auras tiñosas
las olas humedecen los pies de las estatuas
y hay mulatas en todos los puntos cardinales
los autos van dejando tuercas en el camino
los jóvenes son jóvenes de un modo irrefutable
la palabra carajo vitaliza el fraseo
y hay mulatas en todos los puntos cardinales
nada de esto es exceso de ron o de delirio
quizá una repentina borrachera de cielo
lo cierto es que esta noche el carnaval arrolla
y hay mulatas en todos los puntos cardinales.
6
Soy consciente de que no es mi ciudad
quiero decir con esto que aquí yo no podría
escoger ciertas dudas como propias
imaginar el puro color de la certeza
adivinar qué odio o qué ternura
mantiene en vilo al insomne de siempre
o qué diptongos o claves o bramidos
usa el amor para apretar su abrazo
consciente de que nosotros allá abajo
todavía no queremos o quizá no podemos
dar vuelta el pasado como una pobre media
ni admitir sin clemencia nuestro pánico
y transformarlo en un coraje contagioso
mi ciudad es más cauta más prudente
más opaca y ahora bastante más amarga
sus ruidos provisorios se diluyen
en un hosco silencio que ya nadie interrumpe
y sus segundos y terceros bríos
mueren en las primeras aquiescencias
por eso esta ciudad no puede ser la mía
hay demasiado goce de vivir demasiada
prisa por despejar la muerte en duda
sin embargo alimento la rara certidumbre
de que en algún probable futuro sin angustia
esta ciudad y yo quizás nos entendamos
tan sólo con mirarnos un sábado de noche
y apagar nuestras sombras y dejar este tango
sumergido en el ron como prenda fraterna.
7
Al final uno parte
con sus ojos de buey
con sus dedos de frente
o con sus pies de plomo
todo eso y además
con amigos de pan
de madera
de tierra
uno parte
y es otro
dispuesto a no olvidar
a contar hasta tres
a no decir empero
todo eso y además
con el adiós más arduo
y el corazón más nuevo.
1964-1965
Permítanme decir que la poesía
es una habitación a oscuras
SEBASTIÁN SALAZAR BONDY
I
Ni ahora ni después
ni al mediodía
ni en la tarde brevísima
ni en la noche pesada
ni mañana
ni dentro de diez días
tendré
lo que se dice
tiempo
de ahí que el descanso sea
una gloriosa
inmerecida siesta
que siempre duermen
otros.
II
Uno quisiera a veces conseguir un insomnio
para tasar con calma
con cordura
los fracasos las viles resonancias
y aprender del silencio
ese maestro
un insomnio sin miedo
sin ruidos evidentes
agresivos
a lo sumo escuchar la tarea ominosa
de los tercos roedores de la noche
sentir cómo sus dientes
diminutos
constantes
destruyen el futuro
un insomnio sereno
para que el viejo espíritu
o la nueva cabeza
canjeen de una vez sus exiguas angustias
por una angustia grande
crecida
verdadera
pero ya no se puede
no existe ese derecho
a la noche uno cae como una roca ajena
como un susto
de plomo
y el sueño es nada más que una vacía
sinopsis de la muerte.
Sólo un pájaro negro
sobre el pretil cascado
una línea de sol
en la reja de herrumbre
azoteas sin rostro
sin miradas
sin nadie
estúpido domingo
voraz
deshabitado
ahora se borra el sol
definitivamente
el pájaro se borra
y es un vuelo sin magia
como última señal
de vida
la camisa
oreándose en la cuerda
agita enloquecidas
blancas mangas
que reclaman socorro
pero abrazan el aire.
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
Por qué viene el recuerdo
éste y no otro
si nadie nada nunca
lo llama lo repite lo convoca
si miro
claraboyas nubes techos
pálidas astas sin banderas
puertas cerradas mudas
árboles esqueléticos
por qué
si estoy vacío
de alarmas
o repleto de paces
que es lo mismo
si nadie vocifera
nadie llora o se esconde o se desangra
si la calle está sola
con sus sonidos y vidrieras
sola
con sus ciegos que piden
y se borran
si nadie nada nunca
lo llama lo repite lo convoca
por qué
viene el recuerdo
éste
y no otro
éste
y no otro
éste.
Sé que el muro es el muro
y que el cielo no es cielo
sé que me olvido y oigo
cómo tañe el olvido
sin embargo no puedo
detenerme y caer
y apagarme en el sueño
y soñar que me rindo
sin base
sin motivos
sin aval
sin razones
sin ningún documento
que apoye la esperanza
miro en la tarde inerme
y grito una fe oscura
y me quedo esperando
las primicias del eco.
Qué trampa este crepúsculo
qué calma desplomada sobre todo
qué simulacro inútil
qué sonrojo
en paz siguen las nubes
cómo quisiera en paz
y silenciosas
el aire tiene gracia
por una vez tangible
compartida
y nadie está sediento
o por lo menos nadie tan sediento
como para matar
o destrozarse
qué trampa esa lejana
bocina
que se quiebra
como un viejo sollozo
qué mentira ese tango esa guitarra
esa clara desierta inexplicable
melancolía de las azoteas
qué trampa
qué artimaña
qué lástima
saber
que es una trampa.
Cuando no tenga manos
ni sexo
ni pulmones
ni mirada y con un deleznable tinguiñazo
estos labios se vuelvan
ceniza
o aserrín
aspiraré a quedarme
sin embargo
en una voz tan breve
de una sola palabra
que podría ser No
o Dios
o Cuándo
o más probablemente
un hipo
sin memoria.
Hay almohadas de pluma
hay almohadas de siesta
de lana
de vientre
de muerte
pero no todas
están
en el secreto
ni todas saben
evacuar
las consultas
la tuya tiene
un pozo
donde ajustas
la nuca
y en las noches
amargas
hundes
ojos y lágrimas.
A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea
sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.
Desde lejos parece
metido en sus costumbres incendiarias
un simple monstruo por aclamación
sádico pero lleno de coraje
pundonoroso arcángel con linterna
y una presencia de ánimo irrompible
verdugo con chorretes de justicia
intransigente como un gigoló
semidiós inflexible poderoso
con puños puñetazos y puñales