El libro de los manuales (3 page)

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Authors: Paulo Coelho

Tags: #Autoayuda, Ensayo, Referencia

BOOK: El libro de los manuales
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13) Porque a veces se quejan de cosas que nosotros también sentimos, como resfriados y dolores reumáticos, y de esa manera entendemos que son personas iguales a nosotros.

14) Porque escriben novelas de amor.

15) Porque mientras nuestros ejércitos invaden otros países, ellas se mantienen firmes en su guerra privada e inexplicable para acabar con todas las baratas del mundo.

16) Porque se derriten cuando escuchan a los Rolling Stones cantando "Angie".

17) Porque son capaces de ir a trabajar vestidas como hombres, en sus trajes delicados, mientras que ningún hombre osó jamás hacer lo mismo usando falda.

18) Porque en las películas, y solo en las películas, jamás toman un baño antes de hacer el amor con sus parejas.

19) Porque siempre consiguen encontrar un defecto convincente cuando decimos que otra mujer es bonita, y de esta forma nos dejan inseguros con respecto a nuestro propio gusto.

20) Porque realmente toman en serio todo lo que sucede en la vida privada de las celebridades.

21) Porque logran fingir orgasmos con la misma calidad artística de la más famosa y talentosa estrella de cine.

22) Porque adoran los cocteles exóticos de diferentes colores y adornos delicados, mientras que nosotros tomamos nuestro whisky de siempre.

23) Porque no pierden horas pensando cómo abordar al guapo muchacho que entró en el autobús.

24) Porque venimos de ellas, a ellas volveremos y mientras eso no ocurre, vivimos orbitando en torno al cuerpo y la mente femeninos.

(Y agrego: nosotros, los hombres, las amamos porque ellas son mujeres. Tan simple como eso.)

La crisis profesional y sus trampas

(Mario Rosa es una de las personas más brillantes que conozco. La siguiente lista fue compilada teniendo como base uno de sus libros, El Síndrome de Aquiles.)

Del origen

1)
Cuidado con los enemigos:
la crisis viene siempre del exterior, aun cuando pensemos que a veces se manifiesta solo en nuestras almas. Generalmente, algo insignificante que ocurrió en la infancia puede traer grandes consecuencias en la edad madura.

2)
La crisis llega para destruir:
por más que procuremos, románticamente, asociar a la palabra "crisis" con la palabra "oportunidad" (como hacen los chinos), esa asociación solo es posible cuando estamos preparados para lo imprevisto. Como raramente es el caso, la crisis se instala y comienza a arrasar con todo a nuestro alrededor.

3)
La verdad no ayuda:
cuando la publicación de mi libro El Zahir, una estilista rusa dijo, en el diario de mayor circulación de Moscú, que la historia estaba basada en nuestro "caso amoroso" (la musa inspiradora era, en realidad, Christina Lamb, corresponsal de guerra del periódico inglés Sunday Times). Cometí la tontería de enviar una carta desmintiéndola. Resultado práctico, quien no había leído el material original, supo de él a causa de la carta. Y pronto comenzaron las especulaciones con respecto de cómo los hombres, cuando se ven acorralados, siempre alegan inocencia.

4)
El problema, por pequeño que sea, puede crear una crisis gigantesca:
en Brasil, un caso de soborno de un director de correos desató una serie de denuncias que afectó a varios escalafones de gobierno. En un matrimonio, un simple retraso al volver del trabajo puede ser la gota de agua de todo un proceso reprimido, que después es difícil de contener.

5)
Los hechos no cuentan, lo que cuenta es la forma en que la opinión pública percibe los hechos:
tengo una amiga cuyo padre odia a su madre, viven siempre pasando dificultades, todos en la casa pelean como perros y gatos, pero siempre en voz baja. Mientras la chica obtenga buenas calificaciones en la escuela, mientras los vecinos no sepan nada, mientras la "opinión pública" no sea informada, la impresión será que el mundo está bajo control.

6)
Todo se transforma en devastadora munición:
como la crisis siempre implica un diálogo de sordos, donde uno no escucha lo que el otro está diciendo, los argumentos se vuelven inútiles. Si usted dice "adoro las naranjas", la otra persona entenderá que usted detesta las patatas, y está insinuando que es infeliz porque justo esa noche le sirvieron papas fritas de cenar.

7)
La crisis siempre involucra un símbolo:
puede ser una institución como el matrimonio, una carrera profesional, una empresa, una religión, el amor, el código de conducta. La persona es solo un instrumento para que dicho símbolo sea afectado.

De las soluciones ineficaces

Una vez que la crisis se instala, estas son las peores formas de reaccionar:

1)
Ignorar el problema.
María sabe que Juan, su marido, está a punto de ser despedido de su trabajo, lo que causará dificultades para la supervivencia de la familia. Sin embargo, como Juan no toca el asunto, ella finge no darse cuenta.

2)
Negar el problema.
Juan, por su parte, piensa que con los contactos que hizo durante su vida, conseguirá una nueva oportunidad y, por lo tanto, no ve que está en una situación difícil. Olvida una de las leyes más duras de la vida, ya enunciada por Jesús: "A los que poco tienen, lo poco que tienen les será quitado". En el momento en que pierda el empleo, todos esos contactos desaparecerán también, porque él ya no tendrá nada que ofrecer a cambio.

3)
Rehusarse a pedir ayuda.
Juan y María han estado juntos muchos años, y se conocen muy bien. Juan tiene la cabeza llena de problemas, ya que la crisis absorbe todas las energías del ser humano. María quizás pudiera ayudarlo, pero el orgullo no permite que compartan sus dificultados. El resultado es que, incapaz de pensar con lucidez, Juan se hunde cada vez más en el océano de sus dificultades.

4)
Mentir o decir verdades a medias.
Un día, María reúne valor y, a la hora de dormir, pregunta si algo está mal. Juan responde: "Estoy pensando en cambiar de empleo". Claro que, desde el punto de vista jurídico, eso puede ser considerado una verdad: como está a punto de ser despedido, Juan realmente vive pensando en encontrar un nuevo trabajo. María no dice más nada. La presión aumenta en la mente de Juan, porque sospecha que su mujer sabe algo, pero ahora que ya mintió, no tiene cómo usar la verdad como instrumento salvador.

5)
Culpar a los demás.
Juan sabe que es un hombre de bien, que siempre fue honesto en el trabajo y procuró dar lo mejor de sí mismo. Piensa que su patrón es injusto, que él no merece lo que está ocurriendo. El hecho es que quizás el jefe esté viviendo el mismo drama, pues todos dependen de entidades abstractas llamadas "empresas". Incluso así, ante lo que considera un absurdo, en vez de mantener la cabeza fría y enfrentar el momento, Juan piensa que el mundo está hecho de gente malvada y cruel.

6)
Sobreestimar la propia capacidad:
Juan comienza a decir cuánto talento tiene, cómo es capaz de hacer esto y aquello, y termina convenciéndose de que no está ante una crisis, y sí ante una nueva oportunidad. Juan tiene mucho talento, pero eso no basta, porque no está preparado para el golpe, que le roba su aliento y su entusiasmo.

Una vez que se dieron todos los pasos equivocados, llega el día en Juan es despedido. A partir de ahí, la familia ya está al borde del abismo, a causa del precioso tiempo perdido negando una fatalidad.

¿Qué hacer entonces? Bien, he pasado por muchas crisis en mi vida, y pienso que ya cometí todos los errores arriba descritos. Hasta que, tal vez en la peor de mis crisis, aparecieron los amigos.

Desde entonces, lo primero que hago es, simplemente, pedir ayuda. Claro que la decisión final será siempre mi total responsabilidad, pero, en vez de estar siempre procurando hacerme el fuerte, jamás me arrepentí de haberme mostrado vulnerable ante mi mujer y mis amigos.

Cuando comencé a actuar así, disminuí bastante mi capacidad de error, aunque esta continúe ahí, siempre esperando para atacar.

Manual para viajar de verdad, y no solo contar a los amigos que conoce otros países

1)
Evite los museos.
El consejo puede parecer absurdo, pero reflexionemos juntos un poco: si usted está en una ciudad extranjera, ¿no es mucho más interesante ir en busca del presente que del pasado? Sucede que las personas se sienten obligadas a ir a los museos, porque desde pequeñas aprendieron que viajar es buscar ese tipo de cultura. Claro que los museos son importantes, pero exigen tiempo y objetividad: usted necesita saber lo que desea ver ahí, o va a salir con la impresión de que vio una porción de cosas fundamentales para su vida, pero no se acuerda cuáles son.

2)
Frecuente los bares.
Ahí, al contrario de los museos, se manifiesta la vida de la ciudad. Los bares no son discotecas, sino lugares adonde acude la gente, bebe algo, piensa en el tiempo, y está siempre dispuesta a una conversación. Compre un periódico y permítase quedarse contemplando el ir y venir. Si alguien le comentara algo, por más tonto que sea, engánchese en la conversación: no se puede juzgar la belleza de un camino mirando solo su entrada.

3)
Esté disponible.
El mejor guía de turismo es alguien que vive en el lugar, conoce todo, está orgulloso de su ciudad, pero no trabaja en una agencia. Salga a la calle, elija a la persona con la que desea conversar, y pídale información (¿Dónde está la catedral? ¿Dónde está la oficina de Correos?). Si esto no diera resultado, inténtelo con otra persona: le garantizo que al final del día encontrará una excelente compañía.

4)
Procure viajar solo o, si es casado, sin su cónyuge.
Esto le va a dar más trabajo, nadie estará cuidando de usted(es), pero es la única forma en que podría realmente salir de su país. Los viajes en grupo son una manera disfrazada de estar en una tierra extranjera, pero hablando su lengua natal, obedeciendo lo que ordena el jefe del rebaño, preocupándose más con los chismes del grupo que con el lugar que está visitando.

5)
No compare.
No compare nada: ni precios, ni limpieza, ni calidad de vida, ni medios de transporte, ¡nada! Usted no está viajando para probar que vive mejor que los demás: su búsqueda, en realidad, consiste en saber cómo viven los otros, lo que pueden enseñar, cómo se enfrentan con la realidad y con lo extraordinario de la vida.

6)
Entienda que todo el mundo le entiende.
Aunque no hable el idioma, no tenga miedo: ya estuve en muchos lugares donde no había manera de comunicarme a través de palabras, y terminé siempre encontrando apoyo, orientación, sugerencias, importantes, incluso enamoradas. Algunas personas piensan que si viajan solas, van a salir a la calle y se perderán para siempre. Basta con tener en el bolsillo la tarjeta del hotel y, en una situación extrema, tomar un taxi y mostrársela a conductor.

7)
No compre mucho.
Gaste su dinero en cosas que no necesitará cargar: buenas obras de teatro, restaurantes, paseos. Hoy en día, con el mercado global e Internet, usted puede tenerlo todo sin necesidad de pagar exceso de equipaje.

8)
No trate de ver el mundo en un mes.
Más vale quedarse en una ciudad cuatro o cinco días, que visitar cinco ciudades en una semana. Una ciudad es una mujer caprichosa, necesita tiempo para ser seducida y mostrarse completamente.

9)
Un viaje es una aventura.
Henry Miller decía que es mucho más importante descubrir una iglesia de la que nadie oyó hablar, que ir a Roma y sentirse obligado a visitar la Capilla Sixtina, con doscientos mil turistas gritando en sus oídos. Vaya a la Capilla Sixtina, pero déjese perder por las calles, andar por los callejones, sentir la libertad de buscar algo que no sabe qué es, pero que, con toda certeza, encontrará y cambiará su vida.

Los diez pasos de la búsqueda espiritual según la tradición

1)
La inquietud:
la persona percibe que necesita cambiar su vida, sea por tedio o por sufrimiento.

2)
La búsqueda:
viene la decisión de cambiar. La búsqueda se da con libros, cursos, encuentros.

3)
La decepción:
comienzan los cambios de camino. Quien está buscando percibe los problemas y defectos de los que enseñan. Por más que cambie de corriente filosófica, religión o sociedad secreta, encuentra los problemas clásicos: vanidad y búsqueda de poder.

4)
La negación:
es común abandonar el camino después de constatar que quienes están en él todavía no han resuelto sus problemas.

5)
La angustia:
el camino ha sido abandonado, pero una semilla fue plantada: la fe. Y crece de día y de noche. La persona se siente incómoda, con la sensación de que descubrió y perdió.

6)
El retorno:
a causa de otra ruptura seria (una tragedia, un éxtasis, etc.), la persona descubre que su Fe está viva. Y la fe, si está bien cultivada, resiste cualquier decepción.

7)
El maestro:
el momento más peligroso. Los maestros son solo personas con experiencia. El camino es individual pero, en este momento, puede desvirtuarse y volverse colectivo.

8)
Las señales:
cuando el camino se muestra a sí mismo, el maestro es abandonado. A través de las señales, Dios le enseña lo que necesita saber.

9)
La noche oscura:
se realizan las Elecciones. La persona cambia su vida, y da sus pasos, a pesar del miedo.

10)
La comunión:
es el momento en que, como decía San Pablo, la propia Divinidad pasa a habitar en la persona. El misterio de los milagros se manifiesta en toda su grandeza y maravilla.

Manual para lidiar con el tiempo

(El siguiente texto fue compilado con base en los estudios de un amigo mío, Stephan Rechtschaffen, médico que fundó el exitoso Omega Institute en Nueva York.)

1)
El tiempo no es una medida:
es una cualidad. Cuando miramos el pasado, no estamos rebobinando una cinta, sino recordando una dádiva de nuestro pasaje sobre la Tierra. El tiempo no se mide como se mide una carretera, ya que damos saltos gigantescos hacia atrás (recuerdos) o hacia delante (proyectos).

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