14) Queda decretado el fin del muro que separa lo sagrado de lo profano: a partir de ahora, todo es sagrado.
15) Todo lo que se hace en el presente afecta el futuro por consecuencia, y el pasado por redención.
Se revocan las disposiciones en contrario.
(Adaptación de algunos fragmentos de un libro escrito para los samuráis, conocido como Tratado de Tahlan, nombre de su autor, que era, al mismo tiempo, un maestro de esgrima y un monje zen.)
1)
Mantenga la calma.
Quien comprende el sentido de la vida sabe que nada tiene principio y nada tiene fin, y por lo tanto no se angustia. Lucha por lo que cree sin intentar probar nada a nadie, conservando la calma silenciosa de quien tiene el coraje de elegir su destino.
Eso vale tanto para el amor como para la guerra.
2)
Permita que su corazón se manifieste.
Quien confía en su poder de seducción, en su capacidad de decir las cosas en el momento adecuado, en el uso correcto de su cuerpo, es sordo a "la voz del corazón". Esta solo puede ser escuchada cuando estamos en perfecta sintonía con el mundo que nos rodea, y jamás cuando nos creemos el centro del universo.
Eso vale tanto para el amor como para la guerra.
3)
Procure ver el mundo a través de los ojos del otro.
Estamos tan centrados en aquella que juzgamos ser la mejor actitud, que olvidamos algo muy importante: para alcanzar nuestros objetivos, necesitamos de las otras personas. Por lo tanto, es preciso no solo observar el mundo, sino imaginarse en la piel de los demás, y saber cómo acompañar sus pensamientos.
Eso vale tanto para el amor como para la guerra.
4)
Encuentre al maestro correcto.
Nuestro camino se cruzará siempre con mucha gente que, por amor o por soberbia, nos quiere enseñar algo. ¿Cómo distinguir al amigo del manipulador? La respuesta es sencilla: el verdadero maestro no es aquel que enseña el camino ideal, sino el que muestra a su alumno las diversas vías de acceso hacia la senda que deberá recorrer para encontrarse con su destino. A partir del momento en que encuentra esa senda, el maestro ya no puede ayudarle, porque sus desafíos son únicos.
Eso no vale para el amor, ni para la guerra, pero sin comprender esto no llegaremos a lugar alguno.
5)
No crea en amenazas.
Muchas veces pensamos que la actitud ideal es dar la vida por un sueño: nada más equivocado. Para alcanzar un sueño, debemos conservar la vida, y por lo tanto es obligatorio saber cómo evitar aquello que nos amenaza. Cuando más prevemos nuestros pasos, mayores oportunidades tenemos de equivocarnos, porque no estamos tomando en cuenta a los otros, ni a las lecciones de la vida, la pasión y la calma. Cuanto más pensamos que tenemos el control, más distantes estaremos de controlar cualquier cosa.
Disposiciones finales:
Por lo tanto, si usted quiere entrar en armonía con su amor o con su lucha, aprenda a reaccionar con rapidez. A través de la observación educada, no deje que su supuesta experiencia de vida le transforme en una máquina: utilice esta experiencia para escuchar siempre "la voz del corazón". Incluso aunque no esté de acuerdo con lo que esta voz le está diciendo, respétela y siga sus consejos: ella sabe cuál es el mejor momento de actuar, y el momento de evitar la acción.
Eso también vale para el amor y para la guerra.
1)
El camino comienza en una encrucijada.
Ahí puede usted detenerse y pensar en la dirección que debe seguir. Pero no se quede mucho tiempo pensando, o jamás saldrá de ese lugar. Hágase la pregunta clásica de Castaneda: ¿Cuál de estos caminos tiene un corazón? Reflexione mucho sobre las elecciones que tiene ante usted, pero una vez que dé el primer paso, olvídese definitivamente de la encrucijada, o siempre será torturado por la inútil pregunta: "¿Elegí el camino correcto?" Si escuchó a su corazón antes de hacer el primer movimiento, habrá escogido el camino correcto.
2)
El camino no dura para siempre.
Es una bendición recorrerlo durante algún tiempo, pero un día terminará; por lo tanto, esté listo siempre para despedirse de él en cualquier momento. Por más que se sienta deslumbrado por algunos paisajes, o asustado con algunas partes donde es necesario mucho esfuerzo para seguir adelante, no se apegue a nada. Ni a las horas de euforia, ni a los días interminables donde todo parece difícil y el progreso es lento. No olvide que tarde o temprano vendrá un ángel, y su jornada llegará a su final.
3)
Honre su camino.
Fue su elección, su decisión, y en la medida en que usted respete el suelo que pisa, este suelo respetará sus pies. Haga siempre lo mejor por conservar y mantener su camino, y él hará lo mismo por usted.
4)
Esté bien equipado.
Lleve una pala, un rastrillo, una navaja. Entienda que las navajas son inútiles para las hojas secas, y que los rastrillos no sirven para las hierbas que están muy enraizadas. Sepa siempre qué herramienta utilizar en cada momento. Y cuídelas, porque son sus mejores aliadas.
5)
El camino va hacia delante y hacia atrás.
A veces es necesario regresar porque algo se perdió, u olvidó en su bolsillo un mensaje que debía ser entregado. Un camino bien cuidado permite que usted vuelva atrás sin grandes problemas.
6)
Cuide del camino, antes de cuidar lo que está a su alrededor:
la atención y la concentración son fundamentales. No se deje distraer por las hojas secas que están en las orillas, o por la forma en que los otros están cuidando sus caminos. Use su energía para cuidar y conservar el suelo que acoge sus pasos.
7)
Tenga paciencia.
A veces es preciso repetir las mismas tareas, como arrancar hierbas dañinas o tapar los agujeros que surgen después de una lluvia inesperada. No se aburra con eso, es parte del viaje. Incluso si está cansado, si hay algunas tareas repetitivas, tenga paciencia.
8)
Los caminos se cruzan:
las personas le pueden decir cómo está el tiempo. Escuche sus consejos, tome sus propias decisiones. Solo usted es responsable del camino que le fue confiado.
9)
La naturaleza sigue sus propias reglas:
de esta manera, usted tiene que estar preparado para los súbitos cambios del otoño, el hielo resbaladizo del invierno, las tentaciones de las flores en primavera, la sed y las lluvias del verano. En cada una de estas estaciones, aproveche lo que haya de bueno, y no reclame por sus características.
10)
Haga de su camino un espejo de sí mismo:
de ninguna manera se deje influenciar por la forma en que los otros cuidan de sus caminos. Usted tiene su alma para escuchar, y a los pájaros para contar lo que su alma está diciendo. Que sus historias sean bellas y agraden a todo el que le rodea. Y sobre todo, que esas historias que su alma cuenta durante la jornada se vean reflejadas en cada segundo del recorrido.
11)
Ame su camino:
sin eso, nada tiene sentido.
(Enviado originalmente por una lectora, Julia Dragan, y complementado con informaciones que encontré en varios grupos de discusión en Internet.)
1) Amamos a los hombres porque ellos no logran fingir un orgasmo, aunque quieran.
2) Porque jamás van a entendernos, y aún así lo siguen intentando.
3) Porque logran ver nuestra belleza, aun cuando nosotras mismas ya seamos incapaces de creer en eso.
4) Porque entienden de ecuaciones, política, matemáticas, economía, y desconocen el corazón femenino.
5) Porque son amantes que solo descansan cuando experimentamos (o fingimos) placer.
6) Porque consiguieron elevar el deporte a algo cercano a una religión.
7) Porque jamás tienen miedo de la oscuridad.
8) Porque insisten en arreglar cosas que están por encima de sus habilidades, y se dedican a eso con el mismo entusiasmo de un adolescente, y se desesperan cuando no lo consiguen.
9) Porque son como las granadas: gran parte de ellas es imposible de digerir, pero las semillas son deliciosas.
10) Porque jamás comentan lo que pueda pensar el vecino.
11) Porque siempre sabemos lo que están pensando, y cuando abren la boca dicen exactamente lo que imaginábamos.
12) Porque jamás soñarían en torturarse con tacones altos.
13) Porque adoran explorar nuestro cuerpo, y conquistar nuestra alma.
14) Porque una niña de 14 años puede dejarlos en silencio, y una mujer de 25 logra domarlos sin mucho esfuerzo.
15) Porque siempre son atraídos por los extremos: opulentos o ascéticos, monjes o guerreros, artistas o generales.
16) Porque hacen lo posible y lo imposible para tratar de ocultar sus debilidades.
17) Porque el mayor miedo de un hombre es no ser un hombre: lo que jamás pasa por la mente de una mujer (no ser una mujer).
18) Porque siempre terminan la comida que está en el plato, y no se sienten culpables por ello.
19) Porque encuentran una gracia enorme en temas completamente faltos de interés, como lo que ocurrió en el trabajo, o las marcas de los autos.
20) Porque están dotados de hombros en donde logramos dormir sin mucho esfuerzo.
21) Porque están en paz con sus cuerpos, salvo por pequeñas e insignificantes preocupaciones con respecto a la calvicie y la obesidad.
22) Porque tienen un valor impresionante ante los insectos.
23) Porque jamás mienten sobre su edad.
24) Porque a pesar de todo lo que intentan demostrar, no logran vivir sin una mujer.
25) Porque cuando le decimos "te amo" a uno de ellos, siempre nos pide que le expliquemos exactamente cómo.
(Conforme me fue relatado por Kirsten.)
1 — Nosotras, las mujeres, nacemos detectives. A nuestros ojos, todos los hombres son sospechosos, y sus aventuras terminarán siendo descubiertas; es solo cuestión de tiempo.
2 — Aun cuando ya no estemos enamoradas de usted, escuchar "te amo" es un bálsamo para nuestras almas. Y si usted no nos lo dice, lo notaremos y nos pondremos tristes.
3 — Lo mismo sucede con "estás linda". Toma menos de dos segundos pronunciar estas dos palabras mágicas, que son capaces de transformar nuestras pesadillas en auténticos cuentos de hadas.
4 — Si preguntamos qué ropa debemos usar, no se enoje si decidimos ponernos exactamente lo contrario a lo que usted eligió; es parte de nuestra naturaleza.
5 — En una fiesta, somos capaces de escanear el salón en menos de un minuto, y saber quién nos interesa. Esté atento.
6 — Pensamos en el sexo con la misma compulsión que los hombres, o incluso más. La única diferencia es que no lo demostramos.
7 — Si no aceptamos inmediatamente la invitación a cenar en un primer encuentro, no se preocupe; necesitamos algunos días para perder los kilos extra que siempre creemos que están destruyendo nuestras vidas.
8 — Las mujeres siempre se acuerdan de todo. Si usted pregunta cuándo nos conocimos, ninguna dirá: "En una fiesta". Diremos: "Fue un martes, después de una cena en donde sirvieron ensalada y caldo de gallina con arroz; tú traías un saco negro y tus zapatos eran de tal marca, etc."
9 — Por más amor que seamos capaces de dar, existen siete días en los que queremos estar lejos de todo y de todos. Usted tiene dos opciones: amarrarse a un poste y esperar a que pase la tormenta, o ir hasta la joyería más cercana y comprar un obsequio. Recomendamos la segunda opción.
10 — Tenemos tanto poder de raciocinio como un hombre. Pero no necesitamos hacerlo evidente, o usted se sentirá inseguro. Las mujeres que hagan eso, acabarán solas.
11 — Adoramos todo tipo de cabello en el cuerpo masculino, aunque la depilación sea nuestra tortura favorita.
12 — Detestamos hacer el amor cuando no tenemos ganas, pero aún así lo hacemos, y usted será incapaz de percibir la diferencia.
13 — Juegue con nuestras mascotas y con nuestros niños, y jugaremos con usted. Ignórelos, y lo ignoraremos.
14 — Las mujeres están dotadas con visión de rayos X. Podemos mirar los ojos negros, duros, y descubrir al niño que se esconde detrás de ellos. Podemos fijarnos en angelicales ojos azules, y descubrir al demonio que está ahí. Sabemos cuándo los hombres están fingiendo dormir de cansancio o, lo que es más evidente, cuándo están fingiendo no dormir con otra persona.
15 — Si tenemos algún problema que discutir con usted, no intenta darnos la solución, nosotras ya la tenemos. Es solo un pretexto para evitar que la relación termine en aburrimiento.
Disposición final:
No todas las mujeres quieren matrimonio e hijos; muchas solo desean orgasmos y mascotas.
Jamás se olvide de eso.
1) Nosotros, los hombres, amamos a las mujeres porque ellas todavía se creen adolescentes incluso después de envejecer.
2) Porque sonríen cada vez que pasan ante un niño.
3) Porque caminan erguidas por las calles, mirando siempre al frente, y jamás se vuelven para agradecer o devolver la sonrisa o el cumplido que reciben cuando pasan.
4) Porque son atrevidas en la cama, no porque tengan una naturaleza perversa, sino porque desean agradarnos.
5) Porque hacen todo lo necesario para que la casa esté arreglada y perfecta, y jamás esperan reconocimiento por el trabajo realizado.
6) Porque no leen revistas pornográficas.
7) Porque se sacrifican sin reclamar en nombre del ideal de belleza, enfrentando depiladores, inyecciones de botox, máquinas amenazadoras en los gimnasios.
8) Porque prefieren comer ensaladas.
9) Porque dibujan y pintan sus caras con la misma concentración de un Miguel Ángel trabajando en la Capilla Sixtina.
10) Porque si quieren saber algo sobre su propia apariencia, buscan a otras mujeres y no nos molestan con ese tipo de pregunta.
11) Porque tienen sus propias formas de resolver problemas, que jamás entendemos, y que nos enloquece.
12) Porque tienen compasión, y dicen "te amo" precisamente cuando comienzan a amarnos menos, para compensar lo que estamos sintiendo y notando.