El espíritu de las leyes (97 page)

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Authors: Montesquieu

Tags: #Clásico, #Filosofía, #Política

BOOK: El espíritu de las leyes
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[19]
Véase Tito Livio, lib. I. Véase Dionisio de Halicarnaso, lib. IV, pág. 229.
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[20]
Dionisio de Halicarnaso, lib. II, pág. 118, Y lib. III, pág. 171.
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[21]
D. de H., lib. III, pág. 159.
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[22]
D. de H., lib. IV.
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[23]
Se privó de la mitad del poder real, dice Dionisio de Halicarnaso, lib. IV, pág. 229.
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[24]
Se creyó que, a no ser por tarquino, Servio Tulio hubiera establecido el gobierno popular. D. de H., lib. IV.
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[25]
Véase Tito Livio, década primera, lib. VI.
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[26]
Véase Tito Livio, lib. I. - Véase Dionisio de Halicarnaso, libs. IV y VII.
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[27]
Dionisio de Halicarnaso, libro IX, pág. 598.
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[28]
Dionisio de Halicarnaso, lib. XI, pág. 725.
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[29]
En virtud de las leyes sacras, los plebeyos, solos, pudieron celebrar plebiscitos, en asambleas de que los nobles eran excluidos. (Dionisio de Halicarnaso). - Por leyes posteriores a la expulsión de los decenviros, los patricios quedaban sometidos a los plebeyos, aunque no habían dado su voto. (Tito Livio). - La ley que excluía de todo poder a los patricios, fue confirmada por la de Publio Filo, dictador, el año 416 de Roma. (Tito Livio).
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[30]
Entre ellas las que permitían al pueblo reclamar contra las órdenes de todos los magistrados.
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[31]
El año 444 de Roma. - Pareciendo peligrosa la guerra contra Perseo, ordenada fue la suspensión de esta ley por un senado-consulto; el pueblo consintió. (Véase Tito Livio, quinta década, lib. XLII).
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[32]
Se lo arrancó al Senado
, dice Freinshemius.
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[33]
La Justicia extraordinaria de los tribunos fue lo que más contribuyó a que se les aborreciera. (Dionisio de Halicarnaso, lib. XI).
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[34]
Album judicium.
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[35]
En las
leyes Servilia, Cornelia
y otras puede verse de qué modo se procedía a la designación de los jurados; a menudo por elección, a veces por sorteo, o bien combinando el sorteo con la elección.
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[36]
Otros magistrados, los decenviros, presidían las deliberaciones del jurado.
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[37]
Quoniam de capite civis Romani injussu populi Romani, non erat permissum consulibus jus dicere
. (Pomponio).
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[38]
Dionisio de Halicarnaso, lib. V., pág. 322.
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[39]
En los comicios por centurias. En estos comicios fue juzgado Manlio Capitalino. (Tito Livio, década primera, lib. VI).
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[40]
Véase un Fragmento de Ulpiano que contiene otro de la
ley Cornelia
. Puede verse en la colación de las leyes Mosaicas y Romanas, tít. 1, de
Sicarios y homicidas
.
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[41]
Esto sucedía cuando los crímenes se habían cometido en Italia, donde el Senado tenía la principal inspección. Véase Tito Livio, primera década, sobre la conjuración de Capua.
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[42]
Así ocurrió cuando el proceso por la muerte de Postumío, el año 340 de Roma. Véase Tito Livio.
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[43]
Libro VIII. La causa de Lucio Escipión fue juzgada el año 567 de Roma.
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[44]
Cicerón.
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[45]
Esto se prueba por Tito Livio, quien dice en el libro XXXIII que Aníbal
estableció la magistratura anual
.
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[46]
Los senados consultos tenían fuerza por un año, aunque no los confirmara el pueblo. (Dionisio de Halicarnaso, lib. IX, pág. 595, Y lib. XI, pág. 735).
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[47]
Capite censos plerosque
. (Salustio, Guerra de Jugurta).
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[48]
Fragmento de Dion, lib. XXXVI, en la colección de Constantino Porfirogenetes,
de las Virtudes y de los Vicios
.
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[49]
Extracto de las Virtudes y los Vicios
.
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[50]
Penes quos Romae tum judicis erant, atque ea: eqUestri ordine soerent sortito judices eligi in causa preatorum et proconsulorum, quibus, post administratam provinciam, dies dicta erat
.
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[51]
Daban sus edictos al entrar en las provincias que iban a gobernar.
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[52]
Libro V. can. XTX. de esta misma obra. Véanse también los libros II, III, IV y V.
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[53]
Después de la conquista de Macedonia cesaron en Roma los tributos.
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[54]
Acerca de las
rapiñas de los procónsules
, mencionadas por Mitrídates, léanse las Oraciones contra Verres. En cuanto a
las calumnias de los tribunales
, sabido es que motivaron en Germania una sublevación.
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[1]
Política, lib. II.
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[2]
Tarquino Prisco.
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[3]
El rey Clotario, en 560.
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[4]
Charondas o Karondas, discípulo de Pitágoras, legisló en Sicilia y en Turio (colonia de Tesania). Selló sus leyes con su propia sangre. Habiendo prohibido bajo pena de muerte que se concurriera con armas a los comicios, le sucedió que un día, al volver del campo, estaba el pueblo reunido y alborotado en la plaza pública y él acudió inmediatamente para apaciguar aquel tumulto, olvidando que llevaba su espada. Alguien se lo reprendió; y él mismo se dio muerte, con su propia espada, atravesándose el pecho. - Para que el lector pueda formarse una idea de la sabiduría de aquel gran legislador, extractamos los dos artículos siguientes:
El que edifique una casa más hermosa que los templos o los edificios destinados al servicio público, lejos de hacerse digno de estimación merece que se le infame; ningún edificio particular debe insultar con su magnificencia a los monumentos públicos
-
El que da una madrastra a sus hijos, en vez de ser enaltecido debe ser mirado con desprecio; porque ha introducido la discordia en su familia
.
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[5]
Véase Aristides, Oratio in Minervam.
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[6]
Dionisio de Halicarnaso, hablando del juicio de Coriolano lib. VII.
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[7]
El autor olvida que, según Dionisio de Halicarnaso y según todos los historiadores romanos, a Coriolano se le condenó por una asamblea de tribus; que veintiuna tribus le juzgaron, de las cuales, nueve pidieron su absolución: cada tribu era un voto. Montesquieu, por una ligera inadvertencia, toma aquí el sufragio de una tribu por el voto de un solo hombre. Sócrates fue condenado por la pluralidad de treinta y tres votos. Mucho honor nos hace Montesquieu diciendo que es en Francia donde la manera de condenar ha sido establecida por los dioses. (Voltaire).
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[8]
San Luis edictó leyes tan extremadas contra los que juraban que el Papa hubo de advertírselo. Aquel príncipe entonces moderó su celo y suavizó sus leyes. Véanse las Ordenanzas de San Luis.
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[9]
El Padre Bougerel.
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[10]
Historia del emperador Mauricio, por Teofilactes, cap. XI.
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[11]
Historia secreta.
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[12]
Véanse las Consideraciones sobre la grandeza y decadencia de los Romanos, cap. XX.
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[13]
En China hubo periódicos siglos antes de que en Europa se inventara la imprenta.
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[14]
Era un crimen de
lesa majestad
, en China, cualquier error o alteración de los hechos en que incurrieran los redactores de la Gaceta de la Corte, y singularmente el insertar en ella cosas falsas.
Disculpable severidad
, dice un autor,
pues siendo la Gaceta el órgano oficial del monarca, y éste su único censor, era un insulto a su imperial persona el presentarle a sus súbditos como capaz de mentir
. Graciano, Valentiniano y Teodosio.
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[15]
Sacrilegii instar est dubitare an is dignus sit quem elegerit imperator
. Esta ley sirvió de modelo a la de Roger en las constituciones de Nápoles.
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[16]
La ley quinta, del código ad Leg. jul, maj.
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[17]
Arcadio y Honorio.
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[18]
Memorias de Montresor, tomo l.
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[19]
Nam ipsi pars corpori nostri sunt
. (La misma ley, en el código ad Leg. jul. maj).
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[20]
La ley novena del código de Teodosio, de Falsa moneta.
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[21]
Véase la ley 5, párr. 2, del código Leg. jul. maj.
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[22]
Aliudve quid simile admiserint
. (Ley 6, ídem).
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[23]
Véase la Historia de la Reforma, por Burnet.
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[24]
Plutarco, Vida de Dionisio.
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[25]
Se castigan los actos; el pensamiento no delinque.
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[26]
Si non tale sit delictum, inquod vel scriptura legis descendit, vel ad exemplum legis vindicandum est
, dice Modestino en la ley VII, ad Leg. jul. maj.
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[27]
En 1740.
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[28]
Neo lubrioum linguae ad pamam facile trahendum est
. (Modestino, en la ley VII).
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[29]
Tácito, lib. 1 de los Anales. Esto continuó en los reinados siguientes. Véase la ley primera en el código de
famosis libellis
.
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[30]
Tácito, lib. IV de los Anales.
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[31]
Ley de las Doce Tablas
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[32]
Suetonio, in Tiberio. - La palabra
virgen
, que se lee en el texto de Suetonio, designaba a toda mujer que no fuera casada ni conocida por cortesana.
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[33]
Colección de viajes que han servido para establecer la Compañía de las Indias, tomo V, 2a. parte. No habla de estas abominaciones más que un solo viajero, casi desconocido, llamado Reyergisbert, a quien se las contó, según él dice, un magistrado del Japón. Añade que este magistrado japonés se complacía en atormentar de semejante modo a los cristianos. Dice una de las Notas de Voltaire:
A Montesquieu le gustan estos cuentos. Nos cuenta que los Orientales entregaban las mozas a los elefantes, pero no nos dice que Orientales eran ésos. En verdad que estas citas amorosas no tienen nada que ver con el templo de Guide, ni con el congreso de Citerea, ni con el espíritu de las Leyes. Con pena y contra mi gusto combato algunas ideas de un filósofo ciudadano a quien admiro, y señalo algunos de sus errores. No haría estos ligeros comentarios ni intentaría esta refutación, si no me sintiera inflamado de amor a la verdad. Estoy conforme, en general, con las máximas que Montesquieu enuncia más bien que desarrolla; acepto cuanto él dice acerca de la libertad política, del despotismo, de los tributos, dc la esclavitud, por lo cual no imitaré a los eruditos que han empleado tres tomos en recoger errores de detalle. Ni entraré tampoco en la discusión del antiguo gobierno de los Francos, vencedores de los Galos; en aquel caos de costumbres, todas raras y contradictorias; en el examen de aquella barbarie, de aquella anarquía, sobre lo cual hay tantas divergencias como en materia teológica. Demasiado tiempo se ha perdido bajando a los abismos y registrando escombros. El autor del Espíritu de las Leyes se pierde en esas ruinas, como los demás. Los orígenes de las naciones son demasiado obscuros, como todos los sistemas sobre los primeros principios son un caos de fábulas. Cuando se extravía un genio tan admirable como Montesquieu, no es extraño que yo me pierda en nuevos errores al descubrir los suyos. Es la suerte de todo el que persigue la verdad

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[34]
Obsérvese que Tácito, en sus Anales (lib. II, cap. XXX y lib. II, cap. LIVII), atribuye esta ley a Tiberio, no a Augusto.
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[35]
Flavio Vopisco, en su Vida.
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[36]
Et quo quis distinctior accusator, o magis honores assequebatur, ac veluti sacrosantus erat
(Tácito)
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[37]
Cicerón, pro Cluentio, art, 3.
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[38]
Colección de viajes que han servido para establecer la Compañía de las Indias, lib. V, 2a. parte.
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[39]
Dionisio de Halicarnaso, Antigüedades romanas, lib. VIII. -
Tyrannos occisos, quinque ejus proximos cognatione magistratus necato
. (Cicerón, Invención, lib. II).
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[40]
Lib. VIII, pág. 547.
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[41]
De las Guerras civiles, lib. IV.
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[42]
Quod felix faustumque sit
.
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[43]
Sacris et epulis dent hune diem; qui secus faxit, inter proscriptos esto
.
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[44]
De privis hominibus lates
. (Cicerón, De las Leyes, lib. III).
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