Cyrano de Bergerac

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Authors: Edmond Rostand

Tags: #Drama, #Teatro

BOOK: Cyrano de Bergerac
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Edmond Rostand, poeta y dramaturgo francés, conoció la gloria la noche del estreno de su
CYRANO DE BERGERAC
, drama poético de capa y espada, realista y romántico, basado en la vida del poeta y filósofo gascón, autor de
Viaje a la Luna
. Personaje pendenciero, jugador, libertino y librepensador, materialista y poco romántico, célebre por su desproporcionada nariz y al que Rostand convirtió, con su drama, en mito y héroe nacional, haciéndole pasar de la historia a la leyenda.

El éxito de
CYRANO DE BERGERAC
desconcertó y hundió a su autor, condenándole a una especie de perpleja esterilidad: «A mí —dijo Rostand—, entre la sombra de Cyrano y las limitaciones de mi talento, no me queda más solución que la muerte».

Edmond Rostand

Cyrano de Bergerac

ePUB v1.0

Oxobuco
22.12.12

Título original:
Cyrano de Bergerac

Edmond Rostand, 1897.

Traducción: Adapt. Jaume Policarpo

Diseño/retoque portada: Oxobuco

Editor original: Oxobuco (v1.0)

ePub base v2.1

PERSONAJES

C
YRANO
D
E
B
ERGERAC
.

C
RISTIÁN
D
E
N
EUVILLETTE
.

C
ONDE
D
E
G
UICHE
.

R
AGUENEAU
.

L
E
B
RET
.

C
ARBON
D
E
C
ASTEL
-J
ALOUX
.

L
IGNIÈRE
.

D
E
V
ALVERT
.

M
ONTFLEURY
.

B
ELLEROSE
.

J
ODELET
.

C
UIGY
.

D' A
RTAGNAN
.

B
RISSAILLE
.

Un importuno.

Un mosquetero.

Un oficial español.

E
L
P
ORTERO
.

Un burgués.

Su hijo.

Un ratero.

Un guardia.

Un capuchino.

Dos laudistas.

R
OXANA
.

S
OR
M
ARTA
.

L
ISA
.

La cantinera.

S
OR
M
ARGARITA
D
E
J
ESÚS
.

La dueña.

S
OR
C
LARA
.

La florista.

La multitud, ciudadanos, marqueses, mosqueteros, burgueses, rateros, pasteleros, poetas, cadetes, comediantes, músicos, pajes, niños, soldados españoles, espectadores y espectadoras, damas, monjas, etc.

(Los cuatro primeros actos en 1640; el quinto, en 1655.)

ACTO PRIMERO

Una representación en el teatro de Borgoña

Sala del teatro de Borgoña, en 1640. Especie de cobertizo del juego de pelota, dispuesto y adornado para dar representaciones teatrales. La sala es rectangular; la vemos oblicuamente, de forma que uno de sus lados es el fondo que, partiendo del primer término de la izquierda, llega hasta el último de la derecha para formar ángulo con el escenario que aparece cortado.

A cada uno de los lados de este escenario y a lo largo de los bastidores hay bancos. Forman el telón dos tapices corredizos. Encima de las bambalinas, las armas reales. Del estrado al patio se desciende por una ancha gradería; a ambos lados de ésta, el lugar destinado a los músicos. Batería de candilejas.

Dos pisos superpuestos de galerías laterales: el superior dividido en palcos. El patio, que en realidad no es más que la escena del teatro, está vacío: sin embargo, al fondo del mismo, o sea, a derecha y en primer término, hay algunos bancos formando graderíos: debajo de una escalera de la que sólo vemos el principio y que sube hacia las localidades superiores, se halla un pequeño mostrador, adornado con candelabros, vasos de cristal, platos con pasteles, jarrones de flores, etcétera.

En el fondo, al centro y bajo la galería de palcos, la entrada del teatro. Amplia puerta que se entreabre para dar paso a los espectadores. Sobre los batientes de esta puerta, encima del mostrador y en diversos rincones de la sala, se ven carteles con letras rojas que dicen: LA CLORIS. Al levantarse el telón, la sala está en penumbra y vacía. Las arañas se encuentran en el centro del patio, muy bajas, esperando que las enciendan.

ESCENA I

El público va llegando poco a poco. Caballeros, un burgués, lacayos, pajes, rateros, el portero, etc.; después los marqueses, C
UIGY
, B
RISSAILLE
, la cantinera, los músicos, etc. Se oye detrás de la puerta un gran vocerío. De repente, entra un caballero.

E
L
P
ORTERO
.—
(Persiguiéndole.)
¡Eh! ¡Quince sueldos!

E
L
C
ABALLERO
.— ¡Yo entro gratis!

E
L
P
ORTERO
.— ¿Por qué?

E
L
C
ABALLERO
.— Pertenezco a la Casa Real.

E
L
P
ORTERO
.—
(A otro caballero que acaba de entrar.)
¿Y vos?

S
EGUNDO
C
ABALLERO
.— Yo no pago: soy mosquetero.

P
RIMER
C
ABALLERO
.—
(Al segundo.)
La función no comienza hasta las dos y no hay nadie en la sala. Practiquemos, si os place, con el florete.
(Hacen esgrima con sus espadas.)

U
N
L
ACAYO
.—
(Entrando.)
¡Pst…! ¡Flanquin!

O
TRO
L
ACAYO
.—
(Que acaba de entrar.)
¿Champagne…?

P
RIMER
L
ACAYO
.—
(Enseñándole los juegos que saca de su jubón.)
Cartas o dados… ¿Qué prefieres?
(Guarda los dados.)
Tú repartes.

S
EGUNDO
L
ACAYO
.—
(Sentándose como el otro.)
De acuerdo, granuja.

P
RIMER
L
ACAYO
.—
(Saca de su bolsillo un cabo de vela; lo enciende y lo pega en el suelo.)
Le robé a mi amo un poco de luz.

U
N
G
UARDIA
.—
(A una florista que entra.)
¡Qué bien que hayas venido antes de empezar!
(La coge por la cintura.)

U
N
E
SPADACHÍN
.—
(Al recibir una estocada.)
¡Tocado!

U
N
J
UGADOR
.— ¡Bastos!

E
L
G
UARDIA
.—
(Persiguiendo a la muchacha.)
¡Dame un beso!

L
A
F
LORISTA
.—
(Desasiéndose.)
¡Quita! ¡Nos pueden ver…!

E
L
G
UARDIA
.—
(Llevándola a un rincón oscuro.)
No temas, ¡no hay peligro!

U
N
H
OMBRE
.—
(Sentándose en el suelo junto a otros que han traído comida.)
¡Qué a gusto se come cuando se llega pronto!

U
N
B
URGUÉS
.—
(Entrando con su hijo.)
Sentémonos allí, hijo mío.

U
N
J
UGADOR
.— ¡Yo gano! ¡Llevo el as!

U
N
H
OMBRE
.—
(Sacando una botella de debajo de su capa y sentándose, dice con solemnidad.)
¡Un buen borracho, en el palacio de Borgoña…
(Bebe.)
su borgoña ha de beber!

E
L
B
URGUÉS
.—
(A su hijo.)
¿Quién podrá negar que nos hallamos en un antro?
(Señala al borracho con su bastón.)
¡Borrachos…!
(En el curso de la pelea uno de los caballeros le empuja.)
¡Espadachines…!
(Cayendo en medio de los jugadores.)
¡Jugadores!

E
L
G
UARDIA
.—
(Que detrás de él, continúa persiguiendo a la mujer.)
¡Dame un beso!

E
L
B
URGUÉS
.—
(Alejando rápidamente a su hijo.)
¡Y pensar, hijo mío, que en este tugurio se han representado las obras de Rotrou!

E
L
J
OVEN
.— ¡Y las del gran Corneille!

(Un grupo de pajes, cogidos de la mano, entra cantando y bailando.)

E
L
P
ORTERO
.— ¡Malditos pajes!
(Con severidad.)
¡Mucho cuidado!

P
RIMER
P
AJE
.—
(Con dignidad herida.)
¡Oh, excelencia!… ¿pensáis acaso que…?
(Cuando el portero se vuelve, pregunta al paje segundo:)
¿Has traído la cuerda?

S
EGUNDO
P
AJE
.— ¡Y el anzuelo!

P
RIMER
P
AJE
.— Ya verás como pescamos alguna peluca desde arriba.

U
N
R
ATERO
.—
(Agrupando a su alrededor a varios tipos de mala catadura.)
¡Venid acá, granujas! Ya que sois novatos en el oficio, yo os enseñaré.

E
L
B
URGUÉS
.— Bellerose, l’Epy, la Beaupré, ¡Jodelet!…

U
N
P
AJE
.—
(Desde el patio.)
Por fin ha llegado la cantinera.

L
A
C
ANTINERA
.—
(Apareciendo detrás del mostrador.)
¡Naraaanjada!… ¡leeeche!… ¡agua y juuuuuuugo de frambuesas!…

(Confuso murmullo en la puerta.)

U
NA
V
OZ
E
N
F
ALSETE
.— ¡Dejad paso, brutos!

U
N
L
ACAYO
.—
(Asombrado.)
¿Los marqueses aquí?

O
TRO
L
ACAYO
.— ¡Bah! Sólo estarán unos minutos.

(Entra un grupo de jóvenes marqueses.)

U
N
M
ARQUÉS
.—
(Viendo la sala casi vacía.)
¡Pero si todavía no ha llegado la gente!… ¡Maldita sea!… ¡Tendremos que entrar sin molestar ni pisar a nadie!
(Ve a otros gentilhombres que habían llegado momentos antes.)
¡Cuigy! ¡Brissaille! ¡Cuigy! ¡Brissaille!
(Se abrazan.)

C
UIGY
.— Puntuales, ¿eh? ¿Desde cuándo llegáis antes de que enciendan las arañas?

E
L
M
ARQUÉS
.— ¡No me habléis! ¡Estoy de un humor!…

S
EGUNDO
M
ARQUÉS
.— Sosegaos, marqués. Ahí llega el encargado de las luces.

(La gente saluda con gritos la llegada del encargado. Algunos se concentran en torno a las lámparas que va encendiendo, mientras otros se sientan en las galerías. Lignière entra en el patio en compañía de Cristián de Neuvillette. Lignière, un poco desaliñado, es el clásico tipo de borracho distinguido. Cristián, vestido elegantemente aunque a la antigua, parece preocupado y mira constantemente a los palcos.)

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