Olympos (41 page)

Read Olympos Online

Authors: Dan Simmons

BOOK: Olympos
6.05Mb size Format: txt, pdf, ePub

—Nuestra Tierra compartida está siendo asediada. La guerra ha llegado hasta aquí. Savi ha muerto. Odiseo se está muriendo. Setebos fingirá matar todo cuanto soy y de donde vengo y lo que para proteger existo. Los humanos antiguos sois enemigos o aliados... elijo lo segundo. No tenéis voz en el asunto.

—¿Nos ayudarás a luchar contra los voynix, Calibán, y esta criatura, Setebos? —preguntó

Harman.

—No, vosotros me ayudaréis a mí.

—¿Cómo? —preguntó Hannah.

—Tengo tareas para vosotros. Primero, habéis venido a buscar armas...

—¡Sí! —dijeron Hannah, Petyr y Harman al unísono.

—Los dos que os quedéis las encontraréis en una cámara secreta, al pie de la torre sur, tras las antiguas y muertas máquinas computadoras. Veréis un círculo en la pared opaca de verdecristal, con un pentágono inscrito. Decid simplemente «ábrete» y encontraréis la sala donde el astuto Odiseo y la pobre y muerta Savi ocultaron sus juguetitos de la Edad Perdida.

—¿Has dicho los dos que os quedéis? —dijo Petyr.

—Uno de los tres debería llevar el sonie de vuelta a Ardis Hall antes de que caiga la noche —dijo Ariel—. Otro debería quedarse aquí y atender a Odiseo si no muere, pues sólo él conoce los secretos de Sycórax, ya que una vez se acostó con ella... y ningún hombre se acuesta con Sycórax sin sufrir un cambio. El tercero vendrá conmigo.

Las tres personas se miraron. Con la pesada lluvia y la luz tormentosa era como si estuvieran bajo el agua, contemplándose a través de una fría penumbra verde.

—Yo me quedaré —dijo Hannah—. Ya había decidido hacerlo de todas formas. Si Odiseo despierta, alguien debería estar aquí.

—Yo llevaré el sonie a casa —dijo Harman, molesto por su propia cobardía pero al mismo tiempo sin importarle. Tenía que volver con Ada.

—Yo iré contigo, Ariel —dijo Petyr, acercándose a la delicada figura.

—No —respondió él o ella.

Los tres humanos se miraron y esperaron.

—No, debe ser Harman quien venga conmigo —dijo Ariel—. Le diremos al sonie que lleve a Petyr directamente a casa, pero a la mitad de la velocidad a la que vino. Es una máquina antigua y no debería sufrir tanta tensión sin una causa mayor. Harman debe venir conmigo.

—¿Por qué? —preguntó Harman. No iba a ir a otro sitio que no fuera a casa con Ada, de eso estaba seguro.

—Porque morir es tu destino —dijo Ariel— y porque la vida de tu esposa y tu hijo dependen de ese destino. Y el destino de Harman este día es venir conmigo.

Ariel se alzó entonces del suelo, ingrávido, flotando sobre ellos, flotando a seis palmos sobre la mesa, sin apartar su negra mirada de la cara de Harman mientras cantaba de nuevo:

A cinco brazas completas yace Harman,

de sus huesos se hace el coral.

Esas perlas fueron sus ojos,

nada que de él fuera se difumina,

pero sufre un cambio marino

para ser algo rico y extraño.

Din don, din don.

—No —dijo Harman—. Lo siento, pero... no. Petyr puso una flecha en el arco y tensó la cuerda.

—¿Vas a cazar murciélagos? —preguntó Ariel, a seis metros de altura ahora mientras él/ella flotaba en el aire verdoso, pero sonriéndole a Petyr.

—No... —dijo Hannah, pero Harman nunca llegó a descubrir si se lo decía a Petyr o a Ariel.

—Es hora de irse —dijo Ariel, casi riendo.

Las luces se apagaron. Se oyó un sonido veloz, una especie de aleteo, como si un búho remontara el vuelo, y en la completa oscuridad Harman sintió que algo lo levantaba del suelo con la misma facilidad con que un halcón levanta un conejito, llevándolo hacia atrás para balancearlo y dejarlo caer entre las altas columnas de la Puerta Dorada de Machu Picchu.

31

El primer día tras la partida de Marte y Fobos.

La nave atómica construida por los moravec, la
Reina Mab
, con sus trescientos metros de largo, escapa de la gravedad de Marte con una serie de brillantes explosiones que literalmente le dan patadas en el culo.

La velocidad de escape de la luna Fobos es de sólo diez centímetros por segundo, pero la
Reina Mab
rápidamente se impulsa a veinte kilómetros por segundo para iniciar el proceso que le permita escapar de la gravedad de Marte. Aunque la nave podría viajar a la Tierra a esa velocidad, es demasiado impaciente para hacerlo; la
Reina Mab
planea acelerar hasta que sus treinta y ocho mil toneladas de masa se muevan a setecientos kilómetros por segundo. En las cubiertas de almacenamiento de unidades pulsátiles, las cadenas y cintas bien engrasadas guían las bombas de cuarenta y cinco kilotones del tamaño de latas de refresco hasta el mecanismo eyector que corre por el centro de la placa situada al fondo de la nave. Durante esta parte del viaje, una bomba-lata es expulsada cada veinticinco segundos y detonada a seiscientos metros tras la
Reina Mab
. Con cada eyección de unidad pulsátil, la boca del tubo de eyección es rociada con aceite que también cubre la placa después de cada detonación. La pesada placa se integra de nuevo en la nave con los absorbedores de choque de treinta y tres metros y luego sus enormes pistones la vuelven a colocar en su sitio para el siguiente destello de plasma. La
Reina Mab
no tarda en dirigirse a la Tierra a un cómodo ritmo de 1,28-g, aumentando su aceleración con cada explosión. Los moravecs, naturalmente, podrían soportar cientos o incluso miles de veces esa fuerza-g durante períodos cortos, pero hay un humano a bordo (el secuestrado Odiseo) y los moravecs han decidido por unanimidad que no quieren que termine convertido en mermelada.

Orphu de Io y otros moravecs técnicos vigilan la presión del vapor y los indicadores del nivel de aceite. También controlan los niveles de voltaje y refrigerante. Al tener bombas atómicas estallando por detrás cada treinta segundos, la nave necesita mucho lubricante, así que las reservas de aceite del tamaño de pequeños tanques de la Edad Perdida llenan las diez últimas cubiertas. La sala de máquinas con su profusión de tubos, válvulas, medidores, pistones recíprocos y enormes calibradores de presión parece salida de un barco de vapor del siglo XIX.

Incluso con su suave carga de 1,28-g, la
Reina Mab
acelerará lo bastante rápido, durante el tiempo suficiente, y luego reducirá su velocidad tan rápido que planea llegar al sistema Tierra-Luna dentro de poco más de treinta y tres días estándar.

Mahnmut está ocupado este primer día comprobando los sistemas de su sumergible,
La Dama Oscura
. El submarino no sólo está bien ubicado en una de las bodegas de la
Reina Mab
, sino equipado con alas, motores y cobertura de reentrada para ser lanzado a la atmósfera de la Tierra dentro de un mes, y Mahnmut se está asegurando de que los controles e interfaces de estos nuevos componentes funcionen correctamente. Aunque separados por una docena de cubiertas mientras trabajan, Mahnmut y Orphu charlan por tensorrayo privado mientras ven por enlaces de vídeo y radar distintos cómo Marte va quedando cada vez más atrás. Las cámaras que muestran a Mahnmut la panorámica de popa requieren sofisticados filtros computarizados para que pueda verse a través del casi continuo destello-estallido de las «unidades pulsátiles», o sea, las bombas que explotan una tras otra. Orphu, aunque ciego al espectro de luz visible, «ve» Marte quedarse atrás a través de una serie de tramas de radar.

Se me hace extraño dejar Marte después de todos los problemas que tuvimos para llegar allí
, envía Mahnmut por tensorrayo.

Desde luego,
responde Orphu de Io.
Sobre todo ahora que los dioses del Olimpo luchan tan fieramente entre sí
. Para ilustrar este punto, el moravec de espacio profundo hace un zoom en el vídeo de Mahnmut del planeta que queda atrás y enfoca las heladas pendientes y la verde cima del monte Olympus. Orphu de Io ve la actividad como una serie de columnas de datos infrarrojos, pero Mahnmut la distingue con bastante claridad. Brillantes explosiones destellan aquí y allá, y la caldera, que era un lago hace sólo veinticuatro horas, brilla roja y amarilla en el espectro infrarrojo: está llena de lava una vez más.

Asteague/Che, el retrógrado Sinopessen, ChoLi, el general Beh bin Adee y los otros Integrantes Primeros parecían bastante asustados,
envía Mahnmut mientras comprueba los sistemas de energía del sumergible.
La explicación que le dieron a Hockenberry de que la gravedad de Marte no era la debida, que alguien o algo la cambió para que fuera casi la de la Tierra, también me asustó a mí.
Ésta es la primera ocasión que Orphu y él han tenido para hablar en privado desde el lanzamiento de la
Reina Mab
y Mahnmut agradece la oportunidad de compartir su ansiedad.

Eso no es ni siquiera la punta del iceberg «de merde»
, envía Orphu.

¿A qué te refieres?
Un escalofrío recorre las partes orgánicas de Mahnmut.

Claro
, murmura Orphu,
estabas tan ocupado viajando de Marte a Ilión, que no te has enterado de todos los hallazgos de la comisión de los Integrantes Primeros, ¿no?

Cuéntame.

Serás más feliz sin saberlo, amigo mío.

Cállate y cuéntamelo... ya sabes a qué me refiero. Habla.

Orphu suspira, un extraño sonido a través del tensorrayo, como si de pronto los trescientos metros de la
Reina Mab
se hubieran despresurizado.
En primer lugar, tenemos la terraformación
...

¿Y? En las muchas semanas en que habían recorrido Marte en sumergible, falucho y globo, Mahnmut se había acostumbrado al cielo azul, el mar azul, los líquenes, los árboles y el aire abundante.

Toda esa agua y la vida y el aire no estaban hace apenas un siglo y cuarto
, envía Orphu.

Lo sé. Asteague/Che lo explicó durante nuestra primera reunión en Europa, hace casi un año estándar. Parecía imposible que el planeta hubiera sido terraformado tan rápidamente. ¿Y?

Pues que era imposible
, envía Orphu de Io.
Mientras tú te divertías con tus griegos y troyanos, nuestros vecs científicos, tanto de las Cinco Lunas como del Cinturón, han estado estudiando el Marte terraformado. No ha sido cosa de magia, ¿sabes? Usaron asteroides para derretir los casquetes polares y liberar el CO
2
; más asteroides se concentraron en los grandes depósitos de agua congelada subterránea y se estrellaron en la corteza marciana para enviar

H
2
O a la superficie después de millones de años, y líquenes, algas y gusanos de tierra se sembraron para preparar el suelo para las plantas más grandes, y todo eso sólo pudo suceder después de que plantas generadoras de oxígeno y nitrógeno por fusión hubieran espesado diez veces más la atmósfera marciana.

En su nido de control en el sumergible, Mahnmut deja de conectar con su pantalla. Se desconecta de los puertos visuales y deja que los esquemas e imágenes del sumergible y su capa de reentrada se difuminen.
Eso significaría
..., envía, vacilante.

Sí. Eso significa que harían falta casi ocho mil años estándar para terraformar Marte hasta su estado actual.

Pero... pero...
Mahnmut está tartamudeando en la línea de tensorrayo, pero no puede evitarlo. Asteague/Che les ha enseñado fotos anatómicas del antiguo Marte, el Marte frío, sin aire ni vida, tomadas desde Júpiter y Saturno sólo siglo y medio estándar antes. Y los mismos moravecs fueron esparcidos por el Sistema Exterior por los seres humanos hace menos de tres mil años. Marte, desde luego, no ha sido terraformado antes... a excepción de por la presencia de unas cuantas colonias chinas en Fobos y la superficie era exactamente tal como lo habían fotografiado las primeras sondas terrestres en el siglo XX o el XIX o cuando fuera.

Pero...
, vuelve a enviar Mahnmut.

Me encanta cuando te quedas sin habla
, envía Orphu, pero sus palabras no vienen acompañadas del rumor que suele dar a entender que el moravec de durovac se está divirtiendo.

Estás diciendo que, o bien estamos hablando de magia o de dioses de verdad... un dios tipo Dios... o bien...
A Mahnmut en el tensorrayo se le oye enfadado.

¿O bien?

Eso no es el verdadero Marte.

Exactamente
, envía Orphu.
O, más bien, es el verdadero Marte, pero no nuestro Marte. Ni el Marte que lleva en el sistema solar todos estos miles de millones de años.

¿Alguien... algo... cambió... nuestro Marte... por otro?

Eso parece
, envía Orphu. Los Integrantes Primeros y sus principales vecs científicos no querían creerlo tampoco, pero ésa es la única respuesta que concuerda con los hechos. El asunto del día-sol lo forzó.

Mahnmut advierte que le tiemblan las manos. Las cierra, desconecta su visión y sus vídeos para concentrarse, y envía:
¿Asuntos del día-sol?

Un asunto pequeño, pero importante,
envía Orphu
. ¿Te diste cuenta durante tus viajes a través del Agujero Brana entre Marte y la Tierra de Ilión de que los días y las noches duraban lo mismo?

Supongo que sí, pero
... Mahnmut se calla. No tiene que acceder a sus bancos de memoria nanorgánica para saber que la Tierra gira una vez cada veintitrés horas y cincuenta y seis minutos, y Marte cada veinticuatro horas y treinta y siete minutos. Una pequeña diferencia, pero esa disparidad se habría acumulado durante sus meses de estancia tanto en Marte como en la Tierra conectada por el Agujero donde los griegos luchan contra los troyanos. Pero no ha sido así. Los días y las noches de ambos mundos han estado sincronizados.

Jesucristo
, susurra Mahnmut por tensorrayo.
Jesucristo.

Tal vez
, envía Orphu, y esta vez el rumor acompaña las palabras.
O tal vez alguien con poderes divinos similares.

Alguien o algo de la Tierra abrió agujeros en el Espacio Calabi-Yau multidimensional, conectó por Brana universos diferentes, cambió nuestro Marte por el suyo... quienquiera o lo que quiera que sea... y dejó ese otro Marte, el Marte terraformado con dioses en la cima del Olimpo todavía conectado a la Tierra-Ilión con agujeros cuánticos Brana. Y por si fuera poco cambió la gravedad y la duración de la rotación de Marte. ¡Jesús, María, José y la santa mierda!

Other books

Triangles by Ellen Hopkins
The Pupil by Caro Fraser
Kidnap by Lisa Esparza
Secret Smile by Nicci French
The Maid of Ireland by Susan Wiggs
Gut-Shot by William W. Johnstone
Jasmine by Bharati Mukherjee
My Dearest Friend by Nancy Thayer