Inventario Uno 1950-1985 (5 page)

Read Inventario Uno 1950-1985 Online

Authors: Mario Benedetti

Tags: #Poesia

BOOK: Inventario Uno 1950-1985
9.64Mb size Format: txt, pdf, ePub

así que lo seguí considerando un viejo

bajo y de oscuro / ceño fruncido y barba

uno que diariamente compartía conmigo

el treinta y seis de la comercial

poco después moría con todos los honores

recuerdo que una tarde siendo ya adolescente

me introduje en su casa

que ya no era su casa sino apenas

el museo zorrilla

y me vinieron ganas retroactivas de hablarle

de sentarme con él

en el tranvía de las seis y cuarto

en este medio siglo por supuesto he leído

sobre su vida y obra / sobre su fe y talante

el tranvía sigue galopando en la niebla

con él viejo y yo niño / con él solo y yo solo

pero nunca he sabido qué hacía tan temprano

en el tramo penúltimo de su cándida gloria

SUBVERSIÓN DE CARLITOS EL MAGO

Querés saber dónde están los muchachos de entonces

sospechás que ahora vendrán caras extrañas

y aunque pasó una sombra sonó un balazo

guardás escondida una esperanza humilde

que es toda la fortuna de tu corazón

la verdad es que fuiste genialmente cursi

y soberanamente popular

te metiste no sólo en los boliches

sino también entre pecho y espalda

de vos hablaban por supuesto en los quilombos

pero asimismo en los hogares de respeto

atravesaste las capas sociales

como una lluvia persistente y veraz

y así gardeliaban los obreros y las costureritas

pero también los altísimos burgueses

y no era raro que algún senador o rey de bastos

matizara sus listas de promesas a olvidar

con citas de los griegos más preclaros

y de tus tangos tan poco helénicos

tus ensueños se van no vuelven más

tal vez por eso siempre sostuvimos

que no tenías inquietudes políticas

izquierdas y derechas nos pusimos de acuerdo

para situarte en el malevaje y otros limbos

donde había paicas y otarios y percal y gayola

pero no figuraba la lucha de clases

y aunque dicen que eras ateo y socialista

otros evocan tus alabanzas a radicales y conservas

pero vos / antes y después de medellín

dejaste hacer / dejaste que dijeran / dejaste

que cada uno te inventara a su medida

y por las dudas no aclaraste nunca

si eras de toulouse o de tacuarembó

pero en alguna parte sucedió algo

que removió tu vergüenza de haber sido

tu noche triste y tu requiesca in pache

acaso fue la piba que murió en la picana

o el verdugo mayor que viste en el periódico

compungido y procaz ante la sangre joven

todo es mentira / mentira ese lamento

pero es seguro que sucedió algo

algo que te movió el gacho para siempre

fue entonces que sacaste de la manga

los seis o siete tangos con palabras rugosas

y empezaste a cantarlos como nunca

hasta que el cabo le avisó al sargento

y el sargento se lo dijo al teniente

y el teniente al mayor y el coronel

y el coronel a todos los generales

que esa noche disfrutaban de wagner

y no bien acabó el crepúsculo de los dioses

te juzgaron culpable de ser pueblo

y de asistencia a la subversión

y así entraste en la franja de los clandes

de modo que se acabaron todas las dudas

y las cavilaciones y los chismes

ya no sobre toulouse o tacuarembó

te llevaste el secreto a chacarita

sino sobre con cuáles estabas o estarás

vale decir con ellos o con nosotros

quién sabe si supieras

pero ahora sí está claro para siempre

tomaste partido contra los jailaifes y la cana

y estás con nosotros / bienvenido mago

compañero morocho del abasto

HASTA LOS ELEFANTES

a luvis, in memoriam

Qué difícil es verte sonreírte

meternos todos en el disimulo

imaginar futuros que te incluyen

decir que volveremos volverás

a respirar el aire de tu cuadra

a ver la playa el corazón del día

y disfrutar las uvas los duraznos

esos lujos del pobre

cómo hablar de las buenas cosas simples

que dan gusto a la vida y a tu vida

si sabemos que te siguen el rastro

y nadie ha de guardarte ni esconderte

ni podrá convencer a tu sabueso

ni morirse por vos ni derramar

un llanto clave para que te quedes

vital entre nosotros

en los comienzos el exilio era

tan sólo el hueso de vivir distante

ahora es también el de morirse lejos

ya la nómina tiene cuatro o cinco

la soledad el cáncer y los tiros

acabaron con ellos y quién sabe

cuántos más son ahora tantos menos

en el país errante

el trago es más amargo todavía

porque morir de exilio es la señal

de que no sólo a vos sino que a todos

nos han quitado ese último derecho

de abandonar el tren en la estación

donde el viaje empezó / nos han quitado

esa muerte doméstica que sabe

de qué lado dormimos y qué sueños

aportan las vigilias

por eso cuando admito que te vas

sin haber regresado y aun en brazos

de un pueblo que es hermano / te prometo

luchar no sólo por cambiar la vida

sino también por preservar la muerte

la nuestra / que es matriz y nacimiento

morir donde se quiere / como exigen

hasta los elefantes

NI COLORÍN NI COLORADO

Buenos Aires, 3 de agosto (AF). -Los dos niños uruguayos

hallados en Chile días atrás fueron raptados en Argentina en

septiembre de 1976, según la Asamblea Permanente de los

Derechos Humanos. Los niños son Anatole Boris y Eva Lucía

Julien Grisonas. La abuela de los niños, María Angélica Cáceres de

Julien, envió una carta a la APDH hace más de un año, para

denunciar la desaparición de su hijo, esposa y dos hijos, durante

una "operación policial" efectuada en su domicilio, situado en San

Martín Arrabal, Noroeste de Buenos Aires.

(El Sol de México, 4 de agosto de 1979)

Y la muerte es el último país que el niño inventa.

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN

Fue en valparaíso donde reaparecieron

en pleno año internacional del niño

por fin sanos y salvos

con escasa y suficiente memoria

eva lucía y anatole

niños del siglo veinte

habían mediado las naciones unidas

y fotógrafos embajadas arzobispos

y una vez confirmadas las identidades

y obtenido el aval indispensable

de burócratas y estados mayores

desde montevideo fue a buscarlos la abuela

y es posible que todo vuelva a su cauce

pero ni colorín ni colorado

el cuento no se ha acabado

valparaíso de terremotos y escaleras

donde cada escalón es una casa en ascuas

valparaíso de marineros y mercados

y costas de agua helada y transparente

había acogido a anatole y eva lucía

cuando en diciembre del setenta y seis

aparecieron en la plaza o'higgins

a la deriva y tomados de la mano

valparaíso de acordeones y tabernas

y olor inconfundible a sal y muelles

con un mar que complica los adioses

pero se encrespa con las bienvenidas

la ciudad de las proas les dio pan y cobijo

y también una esponja con la ardua misión

de borrar los poquísimos recuerdos

pero ni colorín ni colorado

el cuento no se ha acabado

montevideo de milongas y cielitos

puerto también pero con otro aroma

con cantinas y bares de mala muerte

y jóvenes cadáveres también de mala muerte

quizá reciba a eva lucía y anatole

sin primavera porque es invierno crudo

sin cantos porque hay silencio estricto

sin padres porque desaparecieron

montevideo de lluvia a plazos

de muros con pregones irreverentes

de noche sin faroles pero con tres marías

quizá reciba a eva lucía y anatole

en el breve año internacional del niño

sin primavera sin canciones sin padres

anatole sí recuerda a la madre caída

no ha olvidado aquella sangre única

ni al padre escondiéndolos en la bañera

para salvarlos del oprobio y los tiros

pero ni colorín ni colorado

el cuento no se ha acabado

lo cierto es que montevideo y valparaíso

tienen más de un atributo en común

digamos la bruma y la nostalgia de los puertos

y esta oscura piedad en homenaje

al pobre año internacional del niño

que dentro de unos meses se termina

así pues no sería de extrañar

que antes de que culminen las celebraciones

y a fin de que la lástima sea simétrica

aparecieran en la plaza zabala

o en villa dolores o en el prado

dos pequeños chilenos desgajados del mundo

tomados de la mano y a la deriva

y una vez detectados por la onu

y por fotógrafos embajadas arzobispos

comprobadas las identidades y obtenido

el aval de burócratas y estados mayores

viniera a recogerlos algún abuelo

a fin de reintegrarlos a su valparaíso

que seguramente los habría de esperar

sin primaveras sin canciones sin padres

pero ni colorín ni colorado

el cuento no se ha acabado

EXTRANJERO HASTA ALLÍ

En aquel otro exilio

me sentí extranjero

hasta que llegó la manifestación

y me vi caminando

con hombres y mujeres

del lugar

y desde los bordes

los milicos locales

me miraron

con la misma inquina

que los de mi ciudad

EL JUBILADO

El torturador

ya retirado

se sienta frente al mar

en los atardeceres

la gaviota planea

y a él le molesta un poco

una libertad

tan arbitraria

hay dos o tres barcos

que ocupan todo

el horizonte

quiere decir adiós

a esos que parten

pero de pronto

no sabe bien por qué

su mano

es

un muñón

SIGHTSEEING 1980

Quisiera ver lo que verán los que

vivan cuando Montevideo tenga un

millón de habitantes.

JUAN ZORRILLA DE SAN MARTÍN

Señores y relojes / niños y disimulos / señoritas y fuegos

ésta es una excursión a los inviernos en verano

nuestro país como podrán comprobarlo en la acuarela adjunta

tiene forma de corazón o quizá de boleadora o de talega

más tarde indagaremos sobre escrúpulos y matices semánticos

pero mientras tanto pueden disfrutar a su derecha

del cerro / nuestro pobre pero honrado himalaya

con su fortaleza colonial y sus ergástulas selladas

donde criollos y murciélagos aprendieron a palpar lo oscuro

si tuviéramos tiempo llegaríamos allí para que ustedes

no pudieran verse ni siquiera las manos y no obstante escucharan

los quejidos o versiones o blasfemias de otro tiempo

tan infinitamente peor que los haría felices

pero como no lo tenemos miren qué puerto

también llamado dársena o estuario o canal o bahía

éste es un país libre pueden nombrarlo como quieran

en verdad una joya de puerto por donde siempre entraban

los perseguidos y los conseguidos con su alforjita

de amparos esperanzas y convicciones malheridas

hay que reconocer que en el último decenio

las exportaciones de esperanza superaron

con creces a las importaciones de amparo

lo cual es considerado un buen indicio de la balanza comercial

he aquí la ciudad vieja aunque relativamente bisoña

para los europeos / si tuviéramos tiempo

les mostraría un muro con una mancha apenas indeleble

que parece de sangre aunque es de sangre

pero como no lo tenemos miren qué hermosa entidad bancaria

intramuros las vacas se transforman en divisas

digamos de paso que la cotización del día

es de cinco dólares por kilo de churrasco

la plaza independencia es por supuesto un tropo

si tuviéramos tiempo les hablaría de artigas

naturalista que coleccionaba perros cimarrones

pero como no lo tenemos los exhorto a que miren

disimuladamente la casa de gobierno

que en el pasado tuvo ilustres ocupantes

pero hoy en día está casi deshabitada

o sea que hay un viejito que la cuida

esta avenida comercial y amplia

tiene un pasado altamente sugestivo

con árboles manifestaciones y carnavales

si tuviéramos tiempo nos quedaríamos a los carnavales

puesto que las manifestaciones y los árboles han sido podados

pero como no lo tenemos es bueno que comprueben

la higiene municipal que barre los pájaros muertos

y la bosta de los equinos y las máscaras estrujadas

y las preguntas de los niños y más bosta de los equinos

pues no sé si habrán advertido que afortunadamente

los equinos están sustituyendo de a poco a los autobuses

debido tal vez a la penuria mundial de gasolina

y a la relativa abundancia de forrajes monturas

anteojeras espuelas y
last but not least
jinetes

he aquí la plaza nombrada en otros tiempos libertad

ahora es una plaza simplemente y es lógico

a qué poner membretes obvios y alucinógenos

que además siembran y cosechan desconciertos

ya que en otro sitio hay un local cerrado que lleva el mismo alias

un hecho destacable es que han disminuido considerablemente

los índices de escorbuto inmigración natalidad y accidentes de tránsito

Other books

Dancing in a Hurricane by Laura Breck
A Dead Man in Istanbul by Michael Pearce
The Sleeping Doll by Jeffery Deaver
Accidental Commando by Ingrid Weaver
Guardian Hound by Cutter, Leah
Close to Shore by Michael Capuzzo, Mike Capuzzo
Panic by J. A. Huss
Obfuscate by Killion Slade