sin vomitar en ellas ni caer como bolos
ni volverse suicida o miserable
ni decir no va más
porque está yendo
y exportamos los huérfanos y viudas
como antes la lana o el tasajo
en el muelle del pobre no hay espejo
y lo que es
más sencillo
no hay adioses
los fraternos que estaban en el límite
las muchachas que estaban en los poemas
asaltaron de pronto el minuto perdido
y se desparramaron como tinta escarlata
sobre las ínfulas y los sobornos
metieron sus urgencias que eran gatos
en bolsas de arpillera
y cuando las abrieron aquello fue un escándalo
la fiesta prematura
igual que si se abre una alcancía
hacía tanto que éramos comedidos y cuerdos
que no nos vino mal este asedio a la suerte
los obreros en cambio no estaban en los poemas
estaban en sus manos nada más
que animan estructuras telas fibras
y cuidan de su máquina oh madre inoxidable
y velan su garganta buje a buje
y le toman el pulso
y le vigilan la temperatura
y le controlan la respiración
y aquí atornillan y desatornillan
y allí mitigan ayes y chirridos y ecos
o escuchan sus maltrechas confidencias
y por fin cuando suena el pito de las cinco
la atienden la consuelan y la apagan
los obreros no estaban en los poemas
pero a menudo estaban en las calles
con su rojo proyecto y con su puño
sus alpargatas y su humor de lija
y su beligerancia su paz y su paciencia
sus cojones de clase
qué clase de cojones
sus ollas populares
su modestia y su orgullo
que son casi lo mismo
las muchachas que estaban en los poemas
los obreros que estaban en las manos
hoy están duros en la cárcel firmes
como las cuatro barras que interrumpen el cielo
pero habrá otro tiempo
es claro que habrá otro
habrá otro tiempo porque el tiempo vuela
no importa que ellas y ellos no estén en el espejo
el tiempo volará
no como el cóndor
ni como el buitre ni como el albatros
ni como el churrinche ni como el venteveo
el tiempo volará como la historia
esa ave migratoria de alas fuertes
que cuando llega es para quedarse
y por fin las muchachas estarán en las manos
y por fin los obreros estarán en los poemas
ay espejo ignorás tanta vida posible
tenés mi soledad
vaya conquista
en qué magro atolón te obligaste a varar
hay un mundo de amor que te es ajeno
así que no te quedes mirando mi mirada
la modorra no escucha campanas ni promesas
tras de mí sigue habiendo un pedazo de historia
y yo tengo la llave de ese cofre barato
pero atrás más atrás
o adelante mucho más adelante
hay una historia plena
una patria en andamios con banderas posibles
y todo sin oráculo y sin ritos
y sin cofre y sin llave
simplemente una patria
ay espejo las sombras que te cruzan
son mucho más corpóreas que mi cuerpo depósito
el tiempo inagotable hace sus propios cálculos
y yo tengo pulmones y recuerdos y nuca
y otras abreviaturas de lo frágil
quizá una vez te quiebres
dicen que es mala suerte
pero ningún espejo pudo con el destino
o yo mismo me rompa sin que vos te destruyas
y sea así otra sombra que te cruce
pero espejo ya tuve como dieciocho camas
en los tres años últimos de este gran desparramo
como todas las sombras pasadas o futuras
soy nómada y testigo y mirasol
dentro de tres semanas tal vez me vaya y duerma
en mi cama vacía número diecinueve
no estarás para verlo
no estaré para verte
en otro cuarto neutro mengano y transitorio
también habrá un espejo que empezará aescrutarme
tan desprolijamente como vos
y aquí en este rincón duramente tranquilo
se instalará otro huésped temporal como yo
o acaso dos amantes recién homologados
absortos en su canje de vergüenzas
con fragores de amor e isócronos vaivenes
no podrás ignorarlos
ellos te ignorarán
no lograrás desprestigiar su piel
porque será de estreno y maravilla
ni siquiera podrás vituperar mi rostro
porque ya estaré fuera de tu alcance
diciéndole a otra luna de impersonal herrumbre
lo que una vez te dije con jactancia y recelo
he venido con todos mis enigmas
he venido con todos mis fantasmas
he venido con todos mis amores
y antes de que me mire
como vos me miraste
con ojos que eran sólo parodia de mis ojos
soltaré de una vez el desafío
ay espejo cuadrado
nuevo espejo de hotel y lejanía
aquí estoy ya podés
empezar a ignorarme.
agosto 1976.
Yo mismo temo a veces
que nada haya existido,
que mi memoria mienta,
que cada vez y siempre
-puesto que yo he cambiado-
cambie lo que he perdido.
LÍBER FALCO
Éste es mi asfalto que respira
estas baldosas son las que no invento
ésta es mi gente como espejo
éste es mi azar sin molde
pensé que iba a ponerme melancólico
o débil como un convaleciente
o que fuera a brotarme alguna euforia
ante estos árboles que recupero
con su bendita sombra y con su cielo
la dimensión es otra
sin embargo
volver por una rambla que antes era
y ahora es la mañana transparente
linda excusa este aire salitroso
sentirlo en la mejilla como una biografía
y que los terraplenes y los caballos sueltos
carros de verduleros y persianas
vuelvan a acomodarse en mi desorden
sin tomar represalias mansamente
no creí que la arena fuera a conservarse
tan pulcra tan genuina tan rebote de sol
claro otras playas del mundo nos derrotan
en olas en corales en malaguas
tiburones garotas esquí acuático
pero en arena somos invencibles
como seguramente habrán notado
éste es un modo de no entrar en materia
de posponer el fondo del reencuentro
es bravo regresar de semejante ausencia
hallarse a quemarropa con el país que es otro
oír sus siembras íntimas sus contraseñas
su silencio con ladridos y magia
y uno que otro clamorcito y gaviotas
algo está sucediendo en mi tango interior
como si la ceniza me velara la sangre
y me toma indefenso yo esperaba
que una lluvia con sol lavara mis certezas
y mi culpa y mi saldo de inocencia
y sin embargo no era l uvia era ceniza
cayéndome por dentro como verdad en polvo
aquí están mi mujer mi hermano mi madre
no está mi padre se exilió en la muerte
quizá por eso el país no es el mismo
por cierto tenía una bondad tan dulce
como anacrónica en los últimos tiempos
se ponía a llorar sin vanagloria
no siempre se sabía por qué o por quiénes
ahora se sabe lloraba los pronósticos
los agüeros las nubes que hacen sombra
a los que son rastreados por la muerte
mi padre no entendía la crueldad
y eran los inicios de los crueles
fumaba el cigarrito que le habían prohibido
y hacía lo posible por mantenerse incrédulo
con los ojos modestos y agobiados
por setenta años de vida a contramano
pero cuando el aire se volvió irrespirable
entonces ya no quiso respirar
quizá por eso el país no es el mismo
mi padre era un vicario del paisaje
los pinos que veía eran siempre distintos
de los que veíamos nosotros y no están
el país que buscaba no era el mismo
que el que hallamos nosotros y no está
bueno también mi casa existe
qué dato inesperado usar mi cama
no despertarme a solas con mi cuerpo
y el techo y conciliar el sueño inconciliable
con mi mujer al lado ese albedrío
nos pasaron los años cerca y lejos
el tiempo nos hirió por separado
uno hacía la prueba de pensar despacito
ahora qué estará haciendo allá en el cuarto
leyendo o extrañándome o tejiendo
pero además bregaba por sobrevivir
y cuidaba a mi vieja y a su vieja
y les hacía almácigos con las manías
y laboraba inconteniblemente
para desconocer lo conocido
hablamos es la larga puesta al día
no obstante es imposible a estas alturas
sintetizar así nomás la rabia
el desaliento y la fatiga
fe versus decepción
los abrazos que no
el tiempo evanescente
siempre una zona quedará
irremediablemente abandonada
devorada olvidada en el olvido
y en adelante la efusión
deberá concretarse a exactas remembranzas
a documentos del amor y el júbilo
nadie tuvo la culpa o su sinónimo
la tuvimos nosotros los malvivientes
porque vivimos mal la ocasión para el salto
nadie tuvo la culpa o su sinónimo
la tuvimos nosotros los malhechores
porque fueron mal hechos los cálculos y sueños
y también la tuvimos los bienvivientes
porque vivimos bien la justicia o el riesgo
y también la tuvimos los bienhechores
porque fueron bien hechos los esbozos de mundo
aquí está la ciudad de par en par
como una herida que ya no supura
pero aún es herida lo será largamente
voy de abrazo en abrazo con prisa y parsimonia
cuento lo que no está no paro de contar
y no me da vergüenza estremecerme
voy abrazando ausencias y no puedo
siento que me equivoco
errar es inhumano
voy de abrazo en abrazo con paciencia de ombú
de acacia de álamo de enredadera
una paciencia vegetal y antigua
mi abrazo viene desde mis raíces
savia que circuló en la infancia angosta
transcurrió perezosa por un barrio o destino
humedeció mi amor despenó mi penuria
dio frutos hojas profecías
me sintió sacudido por vientos y amenazas
volvió para infundirme su lógica nocturna
y enseñarme los trámites de su aplomo
luego por muchos años renuncié a ser árbol
por largas estaciones perdí ramas y savia
y hojas y raíces y paciencia
el exilio es un páramo a veces
otras veces es un huerto fraterno
y los otros nosotros comparten compartimos
calorías y pan suyo nuestro
pero aun así es difícil ser árbol
o arbusto o matorral o simple yuyo
donde la tierra es roja o menos negra
en fin sólo otro árbol así sea
del trópico o de alaska
podrá entender un tema tan frondoso
voy de abrazo en abrazo con preguntas remotas
en los otros hay párpados y ceños
que vienen de rescates o de ráfagas
nos encontramos como sobre un puente
y va desde el suplicio a la nostalgia
que es también un suplicio pero suave
algo nos ha marcado para toda la zafra
el estar aquí de unos
el no estar de los otros
y aunque todo se comprende y se sabe
un puente es siempre un puente
hay quienes llevan consigo su escombro
y esta gris felicidad llega tarde
cada viviente es un sobreviviente
la pared que quedó después del sismo
con la foto en el marco el almanaque
detenido en su hoja chamuscada
hay quienes miran en los ojos son
los optimistas que renovaron su cábala
la ajustaron enmendaron tacharon
remediaron limaron mejoraron rehicieron
pero hasta en ellos existe una cautela obligatoria
y como no hay glándulas que segregan cordura
a nadie le queda un santiamén de delirio
es hermoso es durísimo es un lujo
volver a los afectos de carne y hueso
no a las constelaciones afectuosas
todos tenemos más años más arrugas más canas
cicatrices estelas salpicaduras huellas
moralejas reliquias vestigios sedimentos
es tanto lo aprendido y lo desaprendido
lo domesticado y por suerte lo indócil
somos otros habrá que serenarse
habrá que escucharnos latir
y empezar otra vez a conocernos
arrancando de lo previsto y verosímil
siguiendo con los acasos y el quién sabe
y así hasta la taumatúrgica conciencia
saber que estamos vivos y agitar esa vida
aunque sea temprano para tasar
qué sortilegio o qué maravilla
pudieron extraer de nuestros pobres fastos
la consternación y la añoranza
mi pregunta oficiosa es la siguiente
dónde están los verdugos
te advierto que no se habla de tortura
sino más bien de los torturadores
lo otro es un pantano
habrá que transformarlo en campo roturado
no para olvidarlo sino para acordarse
que se trata de una sangre ubérrima
lo feroz trasmutado en lo feraz
ya entiendo pero
dónde están los verdugos
mirá muchos alcanzaron a irse
quizá estén remordidos o repantigados
en oakland en miami en dallas texas
o tal vez en fort gulick
canal zone
enseñando o ayudando a enseñar
a cada vez más oficiales
de cada vez menos paisitos
que la letra con sangre entra
o por lo menos debería entrar
se trata de cursillos sobre el suplicio básico