Hay Alternativas (25 page)

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Authors: Vicenç Navarro & Juan Torres López & Alberto Garzón Espinosa

Tags: #prose_contemporary

BOOK: Hay Alternativas
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Claro que esto implica situarnos en unas coordenadas diferentes a las del mundo en el que vivimos para poder modular y vivir de otro modo los valores en los que queremos insertar nuestra existencia como seres humanos: sustituir el dinero, el comercio, la ganancia, la competición y el cálculo por la cooperación y el afecto, la justicia, el amor o el placer de sentirse satisfecho con mucho menos pero en realidad con mucho más de lo que ahora tenemos.

¿HABLAMOS SÓLO DE UTOPÍAS? ¿SE PUEDE CAMBIAR LA SOCIEDAD?

Hemos realizado un diagnóstico y proponemos remedios, principios generales de actuación y medidas concretas que ofrecemos en el siguiente para concluir el libro.

Cualquier persona que las lea se preguntará si son viables o si constituyen simplemente un desiderátum y la respuesta está en la historia misma de los seres humanos, en nuestro código genético de seres sociales que hemos tenido siempre el entorno que nosotros mismos hemos querido tener.

Las preferencias sociales, cualesquiera que sean, no son viables o no por definición sino en la medida en que los sujetos que las defienden sean capaces o no de hacer que se asuman como deseables por la mayoría de la sociedad, o bien porque las impongan a los demás por la fuerza.

Lo que ha ocurrido en los últimos años es que la concentración de las rentas y la riqueza ha sido tan grande que grupos muy reducidos de personas disponen de un poder inmenso sobre el conjunto de la sociedad y que se traduce principalmente en el dominio de los medios de comunicación más influyentes por un grupo muy reducido de propietarios.

Berlusconi, el presidente del gobierno italiano, no sólo ha controlado mientras gobierna el cien por cien de la televisión terrestre y el 90 por ciento del total de cadenas italiano, sino que en España posee el 41 por ciento de Telecinco y Cuatro, el 22 por ciento de Digital + y además los canales de la TDT 40 Latino, Divinity, Canal Club, Factoría de Ficción, La Siete y Boing, además de productoras.

Como ha indicado, entre otros, la profesora Nuria Almirón, la concentración en el sistema de comunicación español es muy grande, como demuestra que los cinco primeros grupos aglutinen más de la mitad del negocio de la comunicación en España y que los diez primeros grupos aglutinen el 84 por ciento de los ingresos del sector
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. Y esta concentración de los medios en pocas manos no es ni mucho menos inocua porque materialmente imposibilita que los ciudadanos conozcan con transparencia la realidad económica en la que viven. Los medios de propiedad privada prácticamente monopolizando las fuentes de información son, por el contrario, un instrumento privilegiado para ocultar la realidad económica y para trasladar a la sociedad una visión deformada de la vida económica, pues cultivan el monolitismo y promueven un auténtico pensamiento único.

La concentración del poder se ha traducido también, y al mismo tiempo, en la aparición de espacios de decisión cada vez más ajenos al de los poderes representativos a los que se ha puesto de moda denominar como «los mercados», pero que en realidad son los grandes financieros, directivos y representantes de las grandes corporaciones que tienen una influencia decisiva sobre el poder político, hasta el punto de que es impensable que los gobiernos tomen hoy día decisiones si no es bajo su tutela.

Y lógicamente eso se ha traducido en una paralela y progresiva debilidad de las instituciones democráticas, pues el papel de los Parlamentos, por ejemplo, palidece ante el de los gobiernos, que son quienes en realidad promueven las leyes, elaboran sus anteproyectos y dirigen las estrategias parlamentarias. Y los gobiernos, como acabamos de decir, quedan a su vez a la orden de los grupos de poder y presión ajenos a cualquier veleidad representativa.

Y si a eso se añade la oligarquización de los partidos y la desaparición paulatina de cualquier otro espacio de debate social o de participación política, resulta que las democracias de nuestra época que sirven de soporte institucional y legitimador al neoliberalismo no son sino un dibujo muy difuminado, un remedo de la verdadera democracia que a los ciudadanos no ofrece otra alternativa que la de votar periódicamente y en ocasiones, como ocurre en España, sujetándose a una ley electoral elaborada expresamente para reducir de manera artificial la representación de la izquierda en general y de la más radical en particular.

No es de extrañar, pues, que la generalización de este tipo de procesos haya llevado a que miles de personas llenen las calles y plazas de España gritando que lo llaman democracia pero que no lo es o que la clase política nacida de ella no los representa.

OTRO MUNDO ES POSIBLE

Sin embargo, es posible modificar la trayectoria de los procesos sociales y cambiar la historia para construir otro mundo y una sociedad distinta.

La historia es precisamente la mejor muestra de que somos los seres humanos quienes podemos agilizar los cambios y, por supuesto, determinar en qué dirección pueden orientarse las grandes y las pequeñas tendencias que la mueven.

Y pueden cambiarse y dar lugar tanto a los grandes acontecimientos que abren en un momento horizontes antes impensables como a las minúsculas transformaciones que operan con mayor lentitud y a veces de modo imperceptible.

Lo que ocurre es que los cambios sociales necesitan siempre fuerza social, el empeño político de la ciudadanía, ideas y voluntad para hacerlos efectivos, decisión y un proyecto capaz de encantar a muchos más de quien inicialmente lo suscribe y, sobre todo, una visibilización nítida en toda la sociedad que no puede ser sino la expresión de la movilización continuada.

Las medidas que proponemos son plenamente viables, y mucho más realistas que hacen que funcionen, como defienden los neoliberales, mercados de competencia perfecta en medio de un universo de intereses oligopólicos y de grupos de poder sumamente concentrados o economías con cientos de miles de personas pasando necesidad a base de reducir de manera constante sus ingresos. Necesitan, aunque eso no es poco, la asunción ciudadana, su apoyo y la movilización que las haga imprescindibles porque las desee la mayoría de la sociedad.

Y para que llegue a ser posible todo esto es preciso también romper las inercias y las imposiciones de los poderes actuales basadas en el dinero, en la manipulación informativa, en la imposición y en la centralización de los procesos de decisión desarrollando otro sistema completamente distinto, plural, libre y realmente democrático fundado en la deliberación franca, en la información libre, en la convivencia plural, en el reparto, en la tolerancia y en el respeto a cualquier manifestación de diversidad.

Frente al poder de pocos que ha hecho de nuestra economía una fuente de frustraciones y perturbaciones constantes, de crisis y desequilibrios ya casi irresolubles, deberíamos ser capaces de construir sociedades de contrapoderes en las plazas pero sobre todo en los centros de trabajo, en los barrios y también en la vida personal y diaria, en donde tan a menudo esta sociedad reproduce la esclavitud y la discriminación, por ejemplo, en el caso de las mujeres.

Quienes se están aprovechando de una forma tan privilegiada del modo en que ahora funcionan las cosas en el mundo económico nunca van a reconocer que sea factible cualquiera de las medidas que proponemos y que evidentemente reduciría su ingreso, su poder y su beneficio. Pero es que el modo en que queramos que sea el mundo no depende sólo de su deseo, sino del deseo de todos porque a la hora de decidir qué política económica poner en pie debe valer tanto la preferencia del más rico de los banqueros como la del ser más humilde. Y es justamente a éste a quien creemos que ha llegado ya la hora de darle la palabra, no sólo para que cada cuatro años elija cada vez más inútilmente entre quienes luego no tienen capacidad de hacer efectivas sus promesas, sino en los espacios abiertos del debate y de la movilización social para crear un poder ciudadano que se imponga frente a quienes ahora deciden todo tras las tramoyas del mercado.

Por eso saludamos con satisfacción extraordinaria el nacimiento del movimiento del 15M, con sus limitaciones y sus miserias, como todos podamos tener, pero que representa un golpe de aire fresco que puede regenerar, ojalá que para siempre, el aire tan viciado de la política de nuestros días.

Lo que nosotros deseamos es que la aportación modesta que hemos ofrecido en este libro sea de utilidad para los miles de personas que ponen en marcha el 15M y ayude para que cada día que pase se sumen muchas más hasta convertirlo en una oleada imparable de libertad, de progreso y de democracia real.

CAMBIOS POLÍTICOS NECESARIOS

Cualquier diagnóstico de la realidad debe ir acompañado con una serie de propuestas de cómo resolver el problema que ha sido analizado. Y esto es lo que intentamos hacer en este libro. Naturalmente que somos conscientes de que habrá un rechazo en los centros de sabiduría convencional dominados por el dogma neoliberal. Pero es urgente y necesario que se informe a la ciudadanía de que hay alternativas posibles, realistas y razonables, y que son populares. Tenemos la evidencia de que la mayoría de la ciudadanía simpatizaría con ellas y las apoyaría si tuviera la posibilidad de decidir sobre ellas. De ahí la gran urgencia de movilizarse para presionar a las instituciones llamadas representativas para que las implemente. Y un elemento clave para que ello ocurra es mejorar la enormemente insuficiente democracia que existe en España. Resultado del dominio que tuvieron las fuerzas conservadoras en el proceso de la Transición, la democracia en nuestro país es muy incompleta y esto ha determinado un bienestar bastante insuficiente.

De ahí que para alcanzar el bienestar social que el pueblo español, creador de su riqueza, se merece, se necesitan cambios muy sustanciales del sistema político, haciéndolo auténticamente representativo de la población, dentro de la cual las clases populares son la mayoría.

Esto no está ocurriendo en España. Se están tomando decisiones sumamente impopulares, que son consecuencia de la excesiva distancia entre los representantes (próximos a la banca y a los poderes fácticos) y los representados (predominantemente las clases populares). Y una de las causas es el excesivo bipartidismo resultado de una ley electoral muy poco representativa y que perjudica, cuando no imposibilita, la aplicación de los programas de los partidos de izquierda, entre los que se incluye el del partido socialista. Ello explica que aun cuando los votos de izquierda hayan sumado cifras mayores que los votos de las derechas en España en prácticamente todas las elecciones legislativas al Parlamento español (2.677.061 votos en 1982; de 1.460.497 en 1986; de 2.174.278 en 1989; de 2.014.027 en 1993; de 1.250.822 en 1996; de 2.152.514 en 2004; y de 1.486.896 en 2008), España continúa a la cola de la Europa social. El sistema electoral diseñado para perjudicar a las izquierdas, y muy en especial a los partidos minoritarios a la izquierda del partido socialista, es responsable de ello. De ahí que es fundamental que se respete el principio sobre el cual se construye la democracia, es decir, que cada persona tenga la misma capacidad de decisión, con independencia de cuál sea su lugar de votación.

Una persona, un voto de igual valor. Todos los cambios que se han hecho a este principio han tenido como consecuencia debilitar el mismo a favor de las fuerzas conservadoras.

Otro elemento necesario es la introducción de formas directas de participación (hoy prácticamente inexistentes en España), como son los referendos vinculantes que deberían convocarse a nivel autonómico y local, sin cortapisas y con todo tipo de facilidades.

Junto con ello es necesario democratizar todas las instituciones, tanto de democracia representativa como directa.

Democracia no es sólo votar cada cuatro años. Democracia es la participación de la ciudadanía en los lugares donde vive, trabaja, disfruta, goza y es feliz. Y que lo haga en bases diarias y no sólo cada cuatro años. Es más, la supervisión de los gobernantes por los gobernados exige la posibilidad de retirar una decisión o a un representante según el deseo del electorado. Un elemento esencial de esta democratización es la democratización de los partidos, convirtiéndolos en colectivos horizontales integrados en la sociedad, en lugar de aparatos verticales poco sensibles a la voz de sus electores.

Y todo ello no ocurrirá a no ser que haya una democratización de los medios de información y prensa, hoy muy poco plurales, con marginación de las voces críticas del pensamiento actual. Libertad de prensa (y de medios radiofónicos y televisivos) no puede ser igual a libertad de sus propietarios. Los medios consumen recursos públicos, y por tanto, debiera exigírseles como condición de su capacidad la existencia de unos baremos de diversidad que en la actualidad son inexistentes.

Y con ello terminamos este libro. Saludamos y celebramos las movilizaciones que están ocurriendo hoy en España, como el movimiento 15M, que valoramos muy positivamente y que junto con las recientes movilizaciones laborales prefiguran un futuro en que la razón, la solidaridad, la justicia y la democracia predominarán y terminarán con el dogma, las crisis que ha causado, la injusticia y la manipulación que la aplicación del neoliberalismo nos ha conducido y nos ha llevado al lugar donde estamos y del que la mayoría de la población desea salir.

X. 115 propuestas concretas

GOBERNANZA MUNDIAL

1. Constitución de un gobierno mundial que permita compensar y reducir el poder de los grupos privados internacionales, así como facilitar la instauración de un mundo diferente.

2. Asunción de competencia ejecutiva por parte de Naciones Unidas para la adopción de decisiones en materia económica y financiera, y siempre subordinando sus decisiones a la Declaración de Derechos Humanos.

3. Democratización de los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y Naciones Unidas con votos no vinculados a la riqueza y sin derecho a veto.

4. Obligación de los países respeten e implementen los derechos humanos definidos por la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para poder ser admitidos en las organizaciones internacionales.

SISTEMA FINANCIERO Y MONETARIO INTERNACIONAL

5. Nuevo estatuto de la banca internacional que permita compartimentar la actividad financiera, separando banca comercial de banca de inversión y avanzar en la supresión del sistema de reservas fraccionarias, comenzando por incrementar el coeficiente de caja.

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